James McAvoy, un ladrón de arte con acento escocés que pierde la memoria en “Trance”

20/04/2013 - 12:00 am
Foto: Especial
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Ciudad de México, 20 abr (Sin Embargo).- El 3 de mayo llega Trance, la película con la que el inglés Danny Boyle ha regresado a su oficio original de cineasta, luego de una exitosa y elogiada tarea al frente de la organización de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos Londres 2012.

La crítica no ha sido del todo favorable frente a este filme noir con la que el director de Trainspotting y Slumdog Millionaire intenta redefinir los paradigmas del género, aunque nadie ha dudado en elogiar la labor de sus dos actores principales, el fascinante Vincent Cassel –que vuelve a deslumbrar con un malo despiadado- y James McAvoy, el joven protagonista de El último rey de Escocia –junto a Forest Whitaker-, quien se pone en la piel de un ladrón de arte al que su desmemoria cobrará un alto precio.

Para el actor escocés de 33 años, al que hemos visto en X Men y el que por estos días lleva a cabo una exitosa temporada teatral en Londres al frente de Macbeth, el valor del thriller psicológico de Boyle es “que mantiene el suspenso durante 90 minutos. Es una película que te tiene todo el tiempo amarrado a la butaca”.

El filme se rodó al mismo tiempo en que Boyle preparaba la ceremonia olímpica, una circunstancia que no dificultó las tareas en el set, según ha comentado el propio actor en entrevista.

McAvoy comparte con su personaje en Trance el amor por el arte. De hecho, ir a la Tate Modern constituye uno de sus pasatiempos favoritos, aunque nunca ha invertido dinero en comprar un cuadro.

“Soy de los que compra una copia impresa y no el original. No sé si eso es un sacrilegio, pero así soy”, ha dicho.

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Con respecto a la exigencia física que plantean las películas de acción en las que ha participado, entre ellas X-Men, Welcome to The Punch, incluida Trance, James confiesa no haberse lastimado nunca durante un rodaje, “ni siquiera un esguince de tobillo”, una circunstancia que no se repite en el teatro. Al frente de Macbeth, de hecho, ya ha sufrido varios accidentes, desde la rotura de un dedo hasta un ojo negro por un golpe.

El actor que supo conquistar a Keira Knightley, en Atonement, tuvo que responder a una exigente audición para conseguir el papel de Trance.

“Cuando leí el guión por primera vez, quedé impresionado con esta alucinante, innovadora y psicológica película de robos. Recuerdo que fue un guión muy complejo de leer. Cuando fui a hacer la audición para Danny, se portó de manera increíble. Rara vez me han dirigido en una audición de una manera tan interesante. Fue simplemente un auténtico placer.

Y si me hubiera ido sin el papel, hubiera disfrutado y apreciado el tiempo que pasé con él porque fue una sesión de trabajo fantástica. Eso me provocó mucha ansiedad por conseguir el rol. Afortunadamente para mí, me llamó por teléfono y me dijo, “¿Te gustaría hacerla?” Cada día en el set ha sido así —descubrir poco a poco el guión, que es enérgico, audaz y retador para un actor”, declaró.

“Me parece que cada película que Danny ha hecho siempre ha sido osada e intrépida y siento que no se atiene a los confines del género. Así que si está dentro de un género en específico, lucha por intentar llevar sus límites al máximo y, en ocasiones, hacer que se entrelacen varios géneros. Y con Anthony (Dod Mantle, director de fotografía) a su lado, los dos tienen una cantidad ridícula de energía, son muy entusiastas y sumamente generosos con esa energía, así que se vuelve muy contagioso estar alrededor de ese par.

Algunas veces, estás ahí sentado, pensando, ‘¿Va a funcionar esto? ¿O es demasiado?’. Después, desde luego, funciona y por supuesto que no es demasiado. Lo que también provoca que Danny se emocione es que dice, ‘Sí, podrá ser demasiado, pero si no lo filmamos, nunca lo vamos a saber’”agrega.

UN JOVEN AL QUE NO LE MOLESTA SER VIEJO

Danny Boyle no se queda atrás con los elogios hacia su protagonista.

“Siempre me pareció que podía ser un poco joven para el rol, pero, en realidad, cuando nos reunimos para hablar fue muy interesante porque el papel hace que se vea mayor. Fue maravilloso ver cómo se convirtió en él, y, de hecho, le dije mientras estábamos filmando, ‘De verdad te ves más viejo de lo que jamás te he llegado a ver en pantalla’. No es un cumplido que los actores aprecien con frecuencia. ¡Siempre es una espada de doble filo! Les gusta ser sofisticados y maduros, pero no verse viejos”, cuenta el director.

Danny Boyle, Rosario Dawson, James McAvoy y Vincent Cassel (Foto: Especial)
Danny Boyle, Rosario Dawson, James McAvoy y Vincent Cassel (Foto: Especial)

“También quería que lo hiciera con su acento escocés natural, porque estoy verdaderamente enamorado de la voz escocesa. Me dijo que no le piden a menudo que lo haga. Así que eso fue encantador tanto para James como para Vincent (Cassel), que hayan usado sus voces naturales.

Tengo una larga historia con los acentos escoceses —Ewan McGregor, Cillian Murphy, James McAvoy— y no sé por qué. ¡Quizás porque tengo algo en contra de los actores ingleses! Toda mi familia es de Irlanda y obviamente tuve el beneficio de trabajar en Escocia con un grupo de maravillosos actores escoceses en mis primeras dos películas. Eso definitivamente dejó una huella en mí. Bueno, me obsesioné totalmente con James McAvoy, que hace un trabajo espléndido. Es un papel muy complicado porque nunca estamos seguros dónde yace su conciencia”, agrega Boyle.

El guionista John Hodge dice: “Me parece justo decir que Simon -el personaje de McAvoy en Trance­- es probablemente el más complejo de los tres personajes, ciertamente desde el punto de vista de la audiencia. Al principio, Simon parece ser una víctima, y me parece que quizás y para el final de la historia lo vemos como alguien un poco más culpable.

Es un hombre obsesionado, con una obsesión del tipo físico, sexual. También, en un momento dado, se ha vuelto adicto a las apuestas. Así que estos dos aspectos de su personaje no le vienen bien a la personalidad del respetable subastador de clase media. Son estas dos cosas las que lo arrastran a un mundo de un comportamiento muy siniestro y destructivo”, expresa Hodge.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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