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Alejandro Páez Varela

20/02/2012 - 12:02 am

El daño está hecho: El ascenso del PRI

Sostuve una primera discusión en redes sociales con un chavo que me replicó por expresarme mal del PRI. Luego vino otra y una tercera por las mismas razones. No es que yo me mantenga hablando del tema; pero las veces que lo hice no pasaron inadvertidas. Lo más sorprendente para mí fue que siempre se […]

Sostuve una primera discusión en redes sociales con un chavo que me replicó por expresarme mal del PRI. Luego vino otra y una tercera por las mismas razones. No es que yo me mantenga hablando del tema; pero las veces que lo hice no pasaron inadvertidas.

Lo más sorprendente para mí fue que siempre se trató de jóvenes. En ese caso, y en otros que me han sucedido. Muy jóvenes, siempre. Menores de 25 años.

Muchos de ellos habrán nacido en 1988; el fraude a Cuauhtémoc Cárdenas no está en sus genes. No tenían credencial de elector en 1999 pero ya estaban bastante despiertos: escucharían el estruendo del PRI al caer.

Y vivieron plenamente la década pasada.

Salieron al mercado laboral para encontrarlo seco, vacío. Escucharon los primeros balazos, y vieron cómo una nación entraba en guerra. Si son 50 mil muertos y 20 mil desaparecidos, muchos habrán vivido en carne propia o en piel ajena la crisis de inseguridad que sufre nuestro México querido.

¿Y saben qué? También vieron cómo, por una a otra razón –desde el linchamiento de cierta prensa poderosa a Andrés Manuel López Obrador hasta las cochinadas de gente como René Bejarano–, la izquierda desgastaba sus posibilidades.

Pero sobre todo, vieron cómo Vicente Fox, primero, y luego Felipe Calderón, destruían la oportunidad de un cambio verdadero para el país.

Ellos, los de 25 años y menos, vieron cómo Elba Esther Gordillo se afianzaba en el poder. Sucedió con Fox y con Calderón. La vieron convertirse en la favorita de estas dos últimas administraciones.

Fueron testigos de cómo el sistema político mexicano afianzaba esos dos tumores llenos de pus conocidos como Partido Verde y Partido Nueva Alianza.

Vieron cómo, en los últimos 10, 12 años, la corrupción floreció en los círculos oficiales.

Y aquel PRI que nosotros conocimos, les fue quedando lejos.

Y aquel PRI que jodió a sus abuelos y a sus padres –y que se prepara para joderlos a ellos– se les volvió una opción.

 

***

–¡Lo de Tío Fidel es real! –me dijo una chica.

–¿Cómo, real? –repliqué.

–Es real. Yo lo vi llevar vacas a los ranchos y entregarlas a la gente, él, en persona…

Jodidos estamos, pensé. Un corrupto, Fidel Herrera, que lleva despensas o vacas o lo que sea a la gente para comprarla, y la gente se deja comprar. Un corrupto sólo requiere de programas sociales y dinero público para ganarse el corazón de esta joven, razoné.

Y la joven, que no era, en teoría, una chica cualquiera sino alguien con cierta conciencia social y política, estaba convencida de Fidel. De la “Ola Roja”.

Sí, dije, ganará el PRI. Tengo pocas palabras para decir más.

 

***

Un diputado federal me contaba en diciembre pasado que la última vez que los había convocado el presidente Felipe Calderón –por esas mismas fechas– a una reunión en Los Pinos, decidió no ir.

Muchos, me contó, decidieron no parársele enfrente.

Enfurecido, manoteando, intolerante, regañón y sin ganas de conciliación de ningún tipo, el mandatario le puso una barrida a los asistentes.

Los diputados y senadores panistas que asistieron salieron aplastados.

–Y así nos trata a los que no somos panistas –le dije.

No necesito ir a Los Pinos: allí están sus discursos públicos, sus supuestos “diálogos ciudadanos”: furia, manotazos, intolerancia, regaños y cero ganas de reconciliación de ningún tipo con la sociedad.

Si va con banqueros, habla de guerra. Si inaugura un parque, habla de guerra. Si lo entrevistan, aunque sean periodistas incondicionales o paleros, guerra. Guerra, guerra, guerra.

Será que no duerme y sólo piensa en guerra. Será que los 50 mil muertos no lo dejan dormir.

Lo que sea. Pura guerra. Allí están los videos.

Eso es lo que han visto los jóvenes en su Presidente. Eso y cosas peores.

El daño está hecho.

 

***

Fraude electoral en el PAN. ¡En el PAN! Sí: Despensas, acarreos, corrupción.

Fraude electoral en el PRD. ¡En el PRD! Sí: Despensas, acarreos, corrupción.

¿Con qué cara, pues, intentan detener el ascenso del PRI?

¿Con qué cara le reclaman los 70 años en el poder, a base de despensas, acarreos, corrupción?

Sindicatos corruptos, funcionarios corruptos, ineficiencia. PAN y PRD por igual.

Eso es lo que han visto millones de jóvenes.

¿Con qué cara les decimos, a ellos, que están equivocados? ¿Con qué cara?

Alejandro Páez Varela
Periodista, escritor. Es autor de las novelas Corazón de Kaláshnikov (Alfaguara 2014, Planeta 2008), Música para Perros (Alfaguara 2013), El Reino de las Moscas (Alfaguara 2012) y Oriundo Laredo (Alfaguara 2017). También de los libros de relatos No Incluye Baterías (Cal y Arena 2009) y Paracaídas que no abre (2007). Escribió Presidente en Espera (Planeta 2011) y es coautor de otros libros de periodismo como La Guerra por Juárez (Planeta, 2008), Los Suspirantes 2006 (Planeta 2005) Los Suspirantes 2012 (Planeta 2011), Los Amos de México (2007), Los Intocables (2008) y Los Suspirantes 2018 (Planeta 2017). Fue subdirector editorial de El Universal, subdirector de la revista Día Siete y editor en Reforma y El Economista. Actualmente es director general de SinEmbargo.mx

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