Ciudad de México, 19 de noviembre (SinEmbargo).- Hoy, como cada tercer miércoles de noviembre, se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que tiene como objetivo promover la prevención y atención de esta enfermedad, que actualmente afecta a 8 millones de personas en México y dentro de algunos años podría llegar a ser la tercera causa de muerte en el país, de acuerdo con expertos del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

La EPOC, como se le conoce mejor, no es un padecimiento único sino que se trata de todo un concepto que engloba distintas dolencias pulmonares crónicas que limitan el flujo del aire a los pulmones y dificultan la respiración, lo antes conocido como enfisema y la bronquitis crónica, ahora se engloban en el diagnóstico de esta enfermedad.

Entre los factores de riesgo están la contaminación del aire, tanto en el exterior como en interiores y la exposición a polvos y productos químicos en el área de trabajo (cocinar con leña, o gases), sin embargo, la mayor causante es el tabaquismo. En México, existen 17.7 millones de fumadores, de los cuales poco más del 12 por ciento son menores de edad, según informó el año pasado Matthew Myers, presidente de la Campaña niños libres de Tabaco.

Los fallecimientos por males asociados con el tabaco, principal causa de muerte prevenible en el mundo, se han contabilizado hasta en 122 diarios, es decir, 44 mil al año, y tan sólo por EPOC anualmente mueren 21 mil personas o dos enfermos cada hora.

Los síntomas más frecuentes son la disnea, o la sensación de que “se va el aire”, excesiva producción de flemas y tos crónica, conocida comúnmente como “tos de fumador”, que en conjunto y conforme avanza la enfermedad dificulta la realización de actividades cotidianas como subir escalones o cargar cosas pesadas.

En conferencia de prensa realizada en días pasados con el motivo del Día Mundial, Raúl Sansores y Alejandra Ramírez, jefe del Departamento de Investigación en tabaquismo y EPOC y coordinadora de la Clínica que atiende dicho padecimiento en el INER, respectivamente, comentaron que actualmente la afección es la quinta causa de muerte en México, pero que debido a la falta de atención que se le ha dado, en seis años escalará dos lugares para convertirse en el tercer motivo de fallecimiento del país.

“En un estudio realizado encontramos que 90 por ciento de los pacientes no están diagnosticados y 63 por ciento de quienes han sido identificados con esta enfermedad están erróneamente diagnosticados porque no se les hizo una espirometría”, dijo Sansores en conferencia.

La espirometría consiste en una serie de pruebas que miden la capacidad y volumen pulmonar, así como la rapidez con la que se mueve el aire dentro de ellos. Para realizarla se necesitan distintos materiales de los que la mayoría de los hospitalescarecen y el INER, con su clínica especializada pone a disposición de la población fumadora y mayor de 40 años, de manera gratuita, así como sus programas para dejar el tabaco.

“Una espirometría en clínicas y hospitales del sector salud, le costaría al sistema aproximadamente 500 pesos por persona, en tanto que la hospitalización de un paciente con la EPOC puede ser de hasta 400 mil pesos por evento”, continuó.

La falta de recursos para elaborar un buen diagnóstico es una de las problemáticas por las que la enfermedad continúa en ascenso, denunciaron los expertos, quienes dijeron que el gobierno no ha destinado al tratamiento de EPOC nada de lo obtenido con los aumentos en los impuestos por consumo de tabaco implementados a principios de la década pasada.

Asimismo, mencionaron que a pesar de la gravedad de este padecimiento, no se ha podido posicionar dentro de los programas de salud y se ha visto desplazado por otras enfermedades a las que se les da más importancia.

CÓMO IDENTIFICARLO Y TRATARLO

“La EPOC es una enfermedad prevenible y tratable, por lo que el diagnóstico oportuno en etapas tempranas es vital para determinar su pronóstico”, dijo Helena Solleiro, Química Farmacobióloga, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México y auxiliar en investigación del INER.

“Todo paciente con historia de tabaquismo, exposición a humo de biomasa (de leña) u otro factor de riesgo aun siendo asintomático, puede tener EPOC, por lo que debe ser evaluado. La prueba inicial que se hace para obtener un diagnóstico es la espirometría post-broncodilatador” y explica “en esta prueba se pide al paciente que sople la mayor cantidad de aire posible después de una inspiración profunda, es decir, obtenemos valores de volúmenes de aire espirado de manera forzada, lo que permite detectar la obstrucción al flujo aéreo para determinar si es EPOC o si sugiere otra enfermedad pulmonar”.

Una vez que se ha determinado que el paciente tiene dicho padecimiento, los médicos pueden recurrir a estudio complementarios, como una radiografía de tórax, por ejemplo.

A partir de ahí, la gravedad de la enfermedad -leve, moderada o grave- se definirá de acuerdo con el grado de disnea (sensación de falta de aire), número de exacerbaciones (situación en la que el paciente empeora y requiere de un tratamiento diferente al normal), hospitalizaciones y el grado de obstrucción medido por la espirometría.

En cuanto al tratamiento, refiere la experta, es progresivo y escalonado, en el mismo sentido en que la enfermedad avanza, pero las medidas generales y de prevención son: “educación, cesación tabáquica o de exposición a humo de biomasa (es decir, dejar de fumar o ), vacunación, apoyo nutricional y actividad física”.

El tratamiento farmacológico en las tres etapas consiste en broncodilatadores (medicamentos que causan que los bronquios y bronquiolos de los pulmones se dilaten para permitir el flujo de aire), que varían entre acción corta o prolongada, y en los casos más graves se añade un esteroide inhalado.