Tras los pasos de Ricardo Legorreta. Dime dónde andas y te diré qué ver. Ana Terán. Aeditores

19/11/2012 - 12:00 am

Tras los pasos de Ricardo Legorreta. Dime dónde andas y te diré qué ver es un viaje por la memoria y la riqueza de la Ciudad de México.

Los lectores podrán ir de paseo por esta ciudad de la mano de uno de los arquitectos más grandes que ha dado el país: Ricardo Legorreta. Gracias a su visión, los edificios y espacios públicos adquieren una nueva luz sorprendente y estimulante. Una guía entrañable que conserva la voz de un arquitecto extraordinario.

El libro está estructurado por diferentes zonas: centro, Roma, Condesa, Tacubaya, Chapultepec, el sur, la salida hacia Puebla, a partir de los espacios y plazas públicas. De acuerdo con Felipe Leal, “el libro nos invita a que conozcamos y reconozcamos todos estos lugares y edificios. Es un recorrido extraordinario acerca de cómo vio Legorreta a la Ciudad de México y nos convoca a compartir esa mirada”.

La autora, Ana Terán, expone que este libro es fruto de 33 entrevistas con el propio Legorreta: “Es un recorrido por la ciudad, por la arquitectura pero también es un recorrido por la vida de Ricardo. Empezamos por la colonia Roma, porque ahí nació él. Alcancé a terminar las entrevistas poco antes de que él muriera. Se rescata la visión de Ricardo de la arquitectura no como un objeto sino como un ente orgánico. Él alcanzó a revisar la parte del Centro Histórico del libro, que es la parte medular. Para mí fue un privilegio haber compartido con Ricardo esta experiencia”.

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Ana Terán. Llegó de Sonora al Distrito Federal a los 11 años cargando el bagaje de su acento norteño, que la hizo blanco de burlas de sus nuevas condiscípulas. Consoló la nostalgia por su antiguos amigos con la amistad de los libros, aunque podría decirse que su vocación se perfiló antes, cuando leyó La niña que vivió en un espejo, un cuento inspirado en ella, que fabula su pasatiempo favorito: mirarse. Tras Tiempo mutuo (Juan Pablos, 1989) y Más vale morir ahogado que de sed (Ciesas 1994), premiado por Ciesas y el Colegio de México, mira un espejo ajeno para escribir No te detengas. Ya tenía cuatro hijos cuando estudió Historia del Arte en Tepoztlán, donde vivía. Desdeñó el título para concentrarse en la escritura: fue alumna de Agustín Monsreal, Juan Tovar y Daniel Sada. Durante 15 años impartió un taller de cuento. Es editora y mensualmente publica en La Revista su columna “Perdonen las molestias” al alimón con el Anarconde.

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