MICROHISTORIAS: La píldora anticonceptiva, revolucionaria

19/10/2014 - 12:00 am
La píldora anticonceptiva revolucionó la sexualidad.
La píldora anticonceptiva revolucionó la sexualidad.

Los métodos de anticoncepción han sido utilizados por las mujeres a lo largo de toda la historia. Sin embargo, éstos no siempre han tenido un aval social unánime y algunos de ellos estaban basados en la magia y la superstición, se utilizaban en secreto o únicamente en el ámbito privado como un conocimiento transmitido sólo entre mujeres. En México la utilización de la herbolaria es común entre los pueblos indígenas, que alcanzaron un profundo conocimiento de los efectos de las plantas sobre el cuerpo humano, incluyendo el de la anticoncepción. En el siglo XIX este conocimiento fue muy valorado por la comunidad farmacéutica mexicana, pero la supremacía de la escuela científica europea y estadounidense impidió que muchas sustancias obtenidas a partir del conocimiento local se aprovecharan en aquél momento.

En esta misma época la comunidad científica internacional se interesó por descubrir y desarrollar sustancias capaces de inhibir la ovulación femenina, pues comenzaban a gestarse ideas sobre la necesidad social de controlar la natalidad. Sin embargo, las investigaciones e innovaciones en esta área siempre despertaron polémica, sobre todo por la normatividad moral en torno a la sexualidad de las mujeres; incluso en 1873 el Congreso Estadounidense aprobó la llamada “Ley Comstock”, que prohibía realizar la difusión de contenidos e investigaciones sobre sexualidad por considerarlos pornográficos. Pero los científicos ya trabajaban arduamente en el tema, y en 1886 el alemán Robert Heinrich Johannes Sobotta publicó un artículo que se considera el precursor de los avances sobre la anticoncepción: “El desarrollo intra útero en los seres humanos y los simios”.

La liberación sexual femenina se favoreció con el uso de la píldora.
La liberación sexual femenina se favoreció con el uso de la píldora.

A pesar de las reacciones contra los avances científicos en la materia, el activismo de algunas mujeres que se interesaron por transmitir conocimientos sobre la anticoncepción y educación sexual ayudó a que paulatinamente se hablara públicamente de los beneficios de controlar y prever la maternidad. A principios del siglo XX la doctora holandesa Aletta Jacobs y la enfermera estadounidense Margaret Sanger fueron grandes impulsoras de la difusión del sencillo método anticonceptivo conocido como el ritmo. En México, la enfermera Sanger realizó una campaña sobre este tema que despertó la oposición de los grupos más conservadores. No obstante, con el tiempo este país fue punta de lanza de importantes descubrimientos sobre este tema.

En diferentes lugares del mundo se realizaron investigaciones simultáneas para inhibir la ovulación que derivaron en la síntesis de una sustancia cuyo principio activo se denominó progestina, la cual fue aislada para obtener la progesterona, sustancia clave que en 1935 se reconoció internacionalmente por la Segunda Conferencia Internacional sobre Estandarización de Hormonas Sexuales. A partir de este momento se inició un proceso colaborativo de experimentación entre científicos de diferentes lugares del mundo para obtener y utilizar esta sustancia.

Entre 1925 y 1935 el científico Russel Marker, profesor de química del Instituto Rockefeller, trabajó para obtener la progestina de ovarios de cerdas preñadas, pero el procedimiento requería de 2,500 ovarios para obtener 1 mg. de la hormona. En la década de 1940 conoció la existencia de una planta mexicana que se utilizaba en la herbolaria para controlar los dolores menstruales y la menopausia llamada “ñame” o “cabeza de negro”, y al estudiarla se percató de que contenía la misma sustancia. En 1942 visitó México y recolectó unas 10 toneladas de la planta, de donde logró extraer cerca de 2,000 gramos de progestina. Este descubrimiento revolucionó las técnicas de síntesis y abarató los costos de la sustancia, haciendo viable su industrialización.

Luis Miramontes, científico mexicano.
Luis Miramontes, científico mexicano.

Marker creó un equipo de trabajo conformado por el húngaro-mexicano George Rosenkraz y el mexicano Luis Ernesto Miramontes, quienes habían trabajado en la síntesis de otra sustancia llamada noretisterona. Estos científicos fundaron la empresa Syntex S.A., que trabajó en la creación de una píldora basada en estas sustancias, que a partir de 1956 se probó en mujeres y cuatro años después fue aprobada para su comercialización como anticonceptivo.

En el contexto de la posguerra, cuando se vivía un boom demográfico a nivel mundial, la píldora anticonceptiva proporcionó la posibilidad de implementar el control de la natalidad; además, se sumó a los movimientos por la liberación femenina y los profundos cambios de mentalidad de los años sesenta. La contribución de la ciencia mexicana fue fundamental para la creación de este invento revolucionario.

Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo

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