Paola Gómez, oficial de Educación de la Unicef México, pidió priorizar el regreso a clases presenciales de las niñas y niños y no frenarlo bajo el argumento de un probable incremento en los contagios COVID-19 ya que, destacó, no hay evidencia científica que lo compruebe.
Ciudad de México, 19 de agosto (SinEmbargo).– México tiene que sacar el tema del regreso a clases de las agendas política y mediática, y priorizar la salud mental y física de millones de niñas, niños y adolescentes que han pasado ya 17 meses recluidos en casa por la pandemia, lo que los ha puesto en el blanco de diversas violencias: desde abusos sexuales, embarazos de niñas y adolescentes, suicidios, tensión y miedo por la presencia de la COVID-19 en el hogar e incluso el sedentarismo, en un país que ocupa el primer lugar en obesidad infantil, recomendó esta tarde Paola Gómez, oficial de Educación de la Oficina de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México.
Entrevistada en el programa “Los Periodistas”, que conducen Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela por SinEmbargo al Aire, en la plataforma de YouTube, la funcionaria expuso que de los países de América Latina y el Caribe, México es, por mucho, el que más tiempo ha tenido las escuelas cerradas. “El promedio de días de cierre de las escuelas en Latinoamérica es de 158 y acá tenemos más de 17 meses con las escuelas cerrada. Esto, en cualquier lugar del mundo, es algo ya que no tiene precedentes. Son sólo 19 países que siguen con esa política de cierre, cuando la educación también debe considerarse como una actividad esencial, una actividad que, además, ayuda a la salud mental de niñas, niños y adolescentes, y que las escuelas deberían retornar poco a poco y no tener un cierre tan prolongado. Entonces, la Unicef México celebra la decisión de que el 30 de agosto la infancia pueda regresar a las escuelas o lo haga paulatinamente, y ofrece todo el apoyo a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para poder hacerlo de la mejor manera”, expuso.
–Y sin embargo, Paola, quienes somos padres, quienes tenemos niños, particularmente en la educación básica –primaria y secundaria– pensamos que la vuelta a las aulas, aun cuando sea no con los grupos completos, supone un riesgo de contagio no solamente para nuestros hijos sino también para los padres, pese a que estemos ya vacunados. ¿Cómo enviar un mensaje de tranquilidad a esos padres que temen que sus hijos puedan eventualmente enfermar y agravarse con esa enfermedad? –preguntó Delgado Gómez.
–Es uno de los puntos que más nos han comentado los padres y madres de familia, pero no hay evidencia concluyente a nivel mundial y entre los estudios que se han realizado en otros países donde la apertura de escuelas incrementen los contagios. Seguramente sabrán que en la región tenemos países que nunca cerraron, por ejemplo Nicaragua, Costa Rica, Argentina, casi todos los países han regresado de manera híbrida o escalonada y no hemos visto en los países de la región o en otros países del mundo un incremento en los contagios de SARS-CoV-2 por el retorno a las aulas. Entonces, parte de lo que es importante enfatizar, y lo que hoy decía el representante de Unicef, es apoyar con comunicación, con información científica y con evidencia sobre cuál es la tasa de contagio dentro de las escuelas y tomar en cuenta que aunque las niñas y los niños no están ahora en las escuelas sí están en todos los demás espacios: en centros comerciales, en parques, en mercados; entonces, ahí también puede haber un incremento en los contagios –respondió la funcionaria.
“Entendemos también la preocupación de las familias de decir: se pueden contagiar los niños en los espacios educativos y traer la enfermedad a la casa, pero lo que hemos descubierto, insisto, en nuestros estudios realizados a nivel mundial es que no es así y que los contagios han sido entre los docentes o el personal, y que ahora tienen ya un esquema de vacunación completo porque México ha priorizado a vacunación de los docentes. Entonces no es algo que la Unicef o la evidencia nos digan: los niños que vayan a la escuela van a traer el virus a su casa. Puede pasar, efectivamente es un lugar donde hay mucho contacto con otras personas, pero lo mismo puede pasar en todos los demás espacios donde ahora están los niños y las niñas, que además están en condiciones que no apoyan a su desarrollo”, explicó Paola Gómez.
–Antes era una especie de adivinanza saber qué es lo que estaba pasando con los niños en su casa, ahora ya no, ahora sabemos claramente qué es lo que está pasando y las noticias no son buenas. De acuerdo con los datos que se divulgaron esta mañana por parte del Gobierno de México se sabe que ha aumentado los suicidios de niñas y niños, los homicidios, las violaciones en casa –que ocurren por parte de un padre, de un vecino o de quien se le antoja porque los menores están a disposición, desgraciadamente– y se han separado de las zonas de confort que son sus escuelas. A lo mejor en ciertos círculos que han estado muy fuertes en la discusión –los opinares, los de una cierta elite– pues a lo mejor ahí no ha pasado tanto, pero hay un sector que no hemos logrado ver y que es el de los datos que presentó esta mañana Alejandro Encinas [Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob)] –le inquirió Páez Varela.
–Es correcto, los datos que nos presentó el subsecretario Encinas y la Secretaría de Gobernación en la mañana refuerzan lo que hemos venido diciendo hace meses: estamos en máximos históricos en temas de violencia, en temas de embarazos en adolescentes, en temas de violencia cibernética, y no estamos viendo todavía los temas de desnutrición o malnutrición, y también vimos someramente el tema de la caída de la matrícula; decía el subsecretario Encinas 2 por ciento, pero el promedio que esperamos en reducción de la matrícula, es decir que los niños y las niñas no puedan regresar a estudiar, es de 20 por ciento para México. Esto es terrible, además de ya sabemos que 5.2 millones de menores no continuaron o no concluyeron el año lectivo 2020-2021 –expuso la Oficial de Educación de Unicef México.
“Entonces, efectivamente, las escuelas son espacios seguros que, además, es el mejor lugar para que los niños estén, y ahora están en casa pero tal vez viviendo en lugares no se puede decir que es un hogar protector, que es un hogar que promueve el desarrollo de los niños, y por eso es tan urgente que en gran parte de la población o en la mayoría de la población de los niños de México, regresen a las escuelas. Lo que estamos viendo también es un aumento de trabajo infantil y las niñas y los niños que estén en la escuela pues tienen algunos elementos para poder evitar estas cuestiones de violencia, de trabajo, de explotación y de abuso”, agregó.
–Y hay otro elemento que de hecho se ha considerado el que los niños no vuelvan a clases presenciales y ahí están la afectación emocional y física, el encierro, el que los niños permanezcan en un departamento, particularmente en las áreas urbanas, también les impide un desarrollo físico y psicomotriz, y particularmente la parte emocional, Paola. ¿Cuál ha sido esa afectación emocional, pensando no sólo en los niños de primaria sino también en los adolescentes después de un año y meses de no estar en las aulas con sus maestros, con sus compañeros? –le planteó Delgado.
–Lo que hemos encontrado en Unicef de las encuestas que hemos podido realizar con niñas y con niños, y con las familias que nos han apoyado en estos ejercicios cualitativos y cuánticos es que hay una afectación profunda en la salud mental, hay mucho miedo, muchos índices de depresión y, efectivamente, el sedentarismo que no ayuda nada a las cifras que ya tenemos en México como el primer país con mayor obesidad en niños y niñas. Entonces, la salud mental para nosotros es una de las preocupaciones más grandes, ese es uno de los ejes en los que hoy el representante de Unicef ofreció apoyo a la Secretaría de Educación Pública, porque cuando los menores regresen a las aulas va a haber no sólo un diagnóstico académico y pedagógico, sino también uno de cómo llegan. Gran parte de estas niñas y niños han tenido dentro de sus hogares a una persona que ha padecido SARS-Cov-2 y seguramente también algunos de sus familiares ha fallecido, entonces tenemos que acompañar de alguna forma esos duelos. La educación ayuda a normalizar rutinas y a que las niñas y los niños puedan procesar esos duelos de la mejor manera junto con sus maestros y junto con sus pares. Entonces, por eso es tan urgente el tema de la salud mental y el regreso a las aulas, porque si no los menores siguen en casa, solos, procesando como pueden esta información y con mucho miedo y desinformación del virus. Seguramente ustedes y los padres de familia que siguen este noticiero hemos tenido testimonios de niños que nos dicen: “me voy a morir, esto me va a tocar, ya no va a ser la vida como antes”. Entonces también hay que manejar información científica, oportuna para la edad y el desarrollo de los niños, porque ellos escuchan las noticias, escuchan que los adultos discuten, y es importante cómo lo procesan, brindarles información válida sobre que esto es la nueva normalidad, que tendremos que vivir esto algunos años y que, con las medidas y cuidados pertinentes, lo más seguro es que ellos estén muy bien –explicó Gómez.
–La evidencia diría que es necesario escuchar los datos que ustedes tienen, los que tienen el Gobierno de México, Gobernación y la SEP. Y la consigna es: mandemos a los niños a las escuelas ya. Esa es la emergencia que se tiene por la evidencia. Pero hay un debate político que ha estado frenando a decisión sobre mandar o no a los niños a las escuelas. ¿Qué le responde Unicef al debate político, qué les dice, no es momento en dejarlo en manos de los especialistas y sacarlo de las manos de la política? ¿O qué es lo que recomienda Unicef? –preguntó Páez.
–La recomendación de Unicef es precisamente no poner los derechos de las niñas y los niños dentro del debate o la agenda política, o dentro de la agenda mediática que ahora está muy polarizada, sino que el mensaje nuestro no es enviar una fecha perentoria, un imperativo del 30 de agosto, sino pensar en un regreso paulatino. Por eso, el representante de Unicef decía hoy: “pensemos en un mes el regreso, en un mes donde los padres de familia sientan la confianza de llevar a los niños, donde los niños mismos también vean cómo es el regreso a sus escuelas y los docentes vean si pueden manejar esta situación de la sana distancia, si tienen las capacidades y la infraestructura, y los directores también. Entonces, el asunto es sacar del debate esta fecha del 30 de agosto, que ya la tenemos por lo que ha señalado la Secretaría de Educación Pública, y mas bien pensar en una transición de un mes para el regreso a clases, de un mes donde la sociedad vaya sintiéndose más cómoda, donde sabemos que va a ver un regreso paulatino. Unos días irán los niños, otros no, y también hay que tomar esto en cuenta, pero que va a ser un regreso que en el mundo se está dando y que para allá vamos, y que los niños y las niñas ya no pueden estar todo el tiempo recluidos en sus casas sino que la idea es que retomen sus actividades cotidianas en las escuelas. Entonces, es fundamental sacar el tema del regreso a clases de la agenda política y del debate mediático, y más bien pensar en una etapa de transición que se tiene que dar ahora, porque después de 17 meses es importante y urgente para la vida muchos niños y niñas en México –insistió Paola Gómez.