Estudios anteriores ya habían relacionado aspirina y cáncer de mama y demostrado que algunas mujeres que utilizan este medicamento y que posteriormente son diagnosticadas viven más, lo que puede estar relacionado con los efectos antiinflamatorios del fármaco.
Madrid, 19 agosto (EFE).- Un nuevo estudio sugiere que aquellas mujeres con cáncer de mama y con características específicas en ciertas áreas del genoma habrían vivido más tiempo si hubieran tomado aspirina antes de que se les diagnosticara la enfermedad.
Los resultados de esta investigación, realizada con datos de mil 266 mujeres, se publican en la revista Cancer de la Sociedad Americana del Cáncer, y sus responsables destacan, no obstante, la necesidad de realizar más estudios sobre el posible potencial de la aspirina para prevenir o tratar el cáncer de mama en algunas pacientes.
Estudios anteriores ya habían relacionado aspirina y cáncer de mama y demostrado que algunas mujeres que utilizan este medicamento y que posteriormente son diagnosticadas viven más, lo que puede estar relacionado con los efectos antiinflamatorios del fármaco.
Sin embargo, también se había constatado que una proporción de las usuarias de aspirina con cáncer de mama parece tener un mayor riesgo de mortalidad.
La explicación de esta diferencia podría estar, según este nuevo estudio, en la metilación del ADN de los genes de los tumores o de la sangre periférica.
La metilación es un proceso que dirige cuándo y cómo son activados y desactivados los genes que controlan el desarrollo del organismo y que pueden verse afectados por causas ambientales.
Esta es esencial en el desarrollo y el envejecimiento de un organismo y, por lo tanto, desempeña un papel crucial en numerosas enfermedades y en la progresión de prácticamente todos los tipos de cáncer.
Los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos se preguntaron si la metilación del ADN podría influir en los efectos de la aspirina en pacientes con cáncer de mama.
Para ello, el equipo examinó la metilación del ADN en tejidos de tumores de mama, incluido partes del ADN que controlan la expresión de 13 genes vinculados al cáncer de mama, y también en las células que circulan en la sangre de las pacientes.
Examinaron el historial de 1.266 mujeres a las que se les diagnosticó cáncer de mama en el período 1996-1997.
De estas, 476 fallecieron por diversas causas y 202 lo hicieron específicamente por cáncer de mama a finales de 2014, explican los investigadores en una nota de prensa.
En las mujeres que usaron aspirina el riesgo de morir por cualquier causa y el riesgo de morir de cáncer de mama fue menor entre aquellas cuyo ADN no estaba metilado -modificado- en la región que controlaba la expresión del gen BRCA1, un gen relacionado con el cáncer de mama.
Por lo tanto, según los autores, el perfil de metilación del ADN podría ayudar a identificar a las pacientes que podrían beneficiarse de la aspirina, aunque advierten de que hay que seguir investigando.
Además de conocer mejor los mecanismos biológicos subyacentes del uso de la aspirina en cáncer, esta investigación, “si se confirma”, podría impactar en la toma de decisiones clínicas al identificar un subgrupo de pacientes usando marcadores epigenéticos -influidos por el ambiente-.
La metilación del ADN podría ayudar en el futuro a identificar mujeres para las cuales el tratamiento puede o no tener éxito, resumen los autores.