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Blanka Alfaro

19/06/2019 - 12:02 am

Las madres olvidadas

Las mamás vacas tienen un lazo especial con sus bebés ya que los llevan en el vientre por nueve meses, al nacer los amamantan entre nueve y doce meses tal como las mamás humanas. Son excelentes niñeras y se ayudan entre ellas a cuidar a sus bebés.

“Cuando se trata de la relación madre-cría, las madres de todas las especies tienen mucho en común“. Foto: Alex Pasarelu para Unsplash

Todas las hembras al ser madres defienden a sus bebés ante todo y sobre todo, por algo hemos acuñado frases comunes como “defiendo a mis hijos como leona” o cuando estás orgullosa de ellos dices que eres “Mamá cuervo”, cuando eres sobreprotectora “Mamá gallina”, es casi imposible no hacer este tipo de comparaciones porque la manera en que los animales protegen a sus crías es admirable.

Cuando se trata de la relación madre-cría, las madres de todas las especies tienen mucho en común.

Las cerdas forman una unidad matriarcal, al igual que las mamás humanas, desarrollan fuertes lazos con sus bebés y tienen un llamado individual para cada uno de ellos, los recién nacidos aprenden a reconocer el suyo y corren hacia ella cuando lo escuchan. Las mamás cerdas también usan el viejo truco de cantarle a sus bebés mientras están amamantando para reconfortarlos ¿sorprendente no?

“Las mamás vacas tienen un lazo especial con sus bebés ya que los llevan en el vientre por nueve meses“. Foto: Christina Warner para Unsplash

Las mamás gallinas al igual que las mamás humanas, hablan con sus bebés antes de que nazcan, se comunican con ellos cuando están dentro del cascarón y sus bebés le responden desde dentro.

Las mamás vacas tienen un lazo especial con sus bebés ya que los llevan en el vientre por nueve meses, al nacer los amamantan entre nueve y doce meses tal como las mamás humanas. Son excelentes niñeras y se ayudan entre ellas a cuidar a sus bebés.

“La próxima vez que quieras comprar leche, carne o huevos, piensa en que a las mamás cerdas las tienen en jaulas de gestación, una jaula en la que no se pueden mover, dar la vuelta o acostar“. Foto: Danika Perkinson para Unsplash

Todo esto es realmente bello cuando logras ver estos comportamientos en las vacas, las cerdas y las gallinas que viven libres en santuarios, desafortunadamente esta no es la realidad para millones de ellas que viven en granjas industriales y que son explotadas y asesinadas en México para satisfacer la demanda de la industria de la carne, los huevos y la leche.

¿Qué hay detrás de la leche, los huevos y la carne? No podemos voltearnos y no ver lo que conlleva dar dinero para estas industrias, el sufrimiento del que estamos siendo parte, quizás sin saberlo, pero no por eso menos real. Es mi obligación compartir lo que pasa para que puedan analizar y ver de que lado quieren estar, de los que defienden la vida, o de los que les importa más un mero placer que la vida de alguien.

La próxima vez que quieras comprar leche, carne o huevos, piensa en que a las mamás cerdas las tienen en jaulas de gestación, una jaula en la que no se pueden mover, dar la vuelta o acostar, esto hace que empiecen a volverse locas y muerden los barrotes por la desesperación, cuando nacen sus bebés las cambian a otras jaulas en las que sus bebés apenas pueden acceder a ellas para alimentarse de su leche entre barrotes, no los puede limpiar, acariciar, algunos mueren porque no saben llegar a ella y ella tiene que verlos morir sin poder moverse o hacer algo, al momento que crecen un poco se los quitan para llevarlos a otro destino igual de malo que el de su madre.

Las mamás gallinas explotadas por sus huevos son hacinadas en jaulas junto con otras 10 a 20 aves, en jaulas tan pequeñas que no les permiten ni siquiera extender sus alas, cada gallina tiene un espacio no mayor al de un ipad, no pueden respirar aire fresco o tener ningún comportamiento natural, viven entre sus heces y otras gallinas muertas que no resistieron tanta crueldad. Los pollos criados para carne nunca se encuentran con su madre porque son retirados tan pronto como nacen.

Después de llevar a su bebé en el vientre por 9 meses las mamás vaca son separadas de sus hijos para que ellos no puedan consumir la leche que será comercializada para consumo humano, las vacas lloran por días la pérdida de sus bebés, ahí es cuando sigue la explotación al ponerlas en espacios en los que no pueden ni darse la vuelta conectadas a máquinas que succionan la leche que pertenece realmente a su hijo. Este ciclo se repite año con año.

Me pregunto ¿En qué momento olvidamos que los animales tienen la misma capacidad de sentir dolor que nosotros? Debemos haberlo olvidado, ¿Cómo es que permitimos que pasen por este tipo de vida miserable por un simple gusto del paladar? Tenemos la opción hoy de alimentarnos de forma deliciosa sin necesidad de ser parte de esta industria tan cruel, sin necesidad de dañar a nadie, ¿Por qué no tomamos esta oportunidad?

Sólo es cuestión de decisión.

Blanka Alfaro
Especialista en diseño y mercadeo. Cuenta con una amplia trayectoria en el trabajo con organizaciones nacionales e internacionales de protección a los animales. Ha gestionado el rescate y el traslado de grandes felinos a santuarios en los Estados Unidos. Se desempeñó como Vicepresidenta en México y Vicepresidenta Senior del área Internacional en Mercy For Animals. Desde el año 2010 ha concentrado su trabajando en la creación y la gestión política de propuestas legislativas para mejorar la protección de todos los animales en México. Co-fundadora del primer santuario para animales de granja en México “Santuario Libres al Fin!”, Co-fundadora y Directora Ejecutiva de Liberum.

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