Número cero. Umberto Eco. Lumen

19/06/2015 - 12:00 am

numero-cero_int

Número cero nos descubre la cara oscura del periodismo y la manera en que nuestra realidad está en manos de quienes construyen las noticias los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Con estas credenciales se nos presenta Colonna, el protagonista de número 0, que en abril de 1992, a sus cincuenta años, recibe una extraña propuesta de un tal Simei va a convertirse en redactor jefe de Domani, un diario que se adelantara a los acontecimientos a base de suposiciones y mucha imaginación, sin reparar casi en limite que separa la verdad de la mentira, y chantajeando de paso las altas esferas del poder. El hombre, que hasta la fecha ha malvivido como documentalista y en palabras de su ex mujer es un perdedor compulsivo, acepta el reto a cambio de una cantidad considerable de dinero, y arranca la aventura. Reunidos en un despacho confortable, Colonna y otros seis colegas preparan los que serán los numero 0, las ediciones anticipadas del nuevo periódico, indagando en archivos que hablan de los secretos ocultos de la Cía., del Vaticano y de la vida de Mussolini. Todo parece ir sobre ruedas hasta que un cadáver tendido en una callejuela de Milán y un amor discreto cambian el destino de nuestro héroe y el modo en que sus lectores vamos a mirar la realidad, o lo que queda de ella.

.............................................................................................................................................................................................

 Umberto Eco

Nació en la ciudad de Alessandria, en el norte de Italia. Su padre, Giulio, fue contable antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue llamado a servicio en las fuerzas armadas. En ese momento, Umberto y su madre se mudaron a un pequeño poblado piamontés. Eco recibió educación salesiana. Se doctoró en filosofía y letras en la Universidad de Turín en 1954 con un trabajo que publicó dos años más tarde con el título de El problema estético en Santo Tomás de Aquino (1956). Trabajó como profesor en las universidades de Turín y Florencia antes de ejercer durante dos años en la de Milán. Después se convirtió en profesor de Comunicación visual en Florencia en 1966. Fue en esos años cuando publicó sus importantes estudios de semiótica Obra abierta (1962) y La estructura ausente (1968), de sesgo ecléctico. Desde 1971 ocupa la cátedra de Semiótica en la Universidad de Bolonia. En febrero de 2001 creó en esta ciudad la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, iniciativa académica solo para licenciados de alto nivel destinada a difundir la cultura universal. También cofundó en 1969 la Asociación Internacional de Semiótica, de la que es secretario.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas