Resulta impactante llegar a tu tierra después de casi 4 años y mirar cómo han cambiado las cosas.
Hoy me enfrento a la falta de civilidad, al caos, al enojo, la molestia y sobre todo a la inconformidad social, lo que me ha motivado a escribir estas líneas es un acontecimiento que sin duda deja huella de lo mal que está mi país.
No puedo comprender cómo un niño de 6 años de edad le puede decir a otro en un colegio que le pedirá a Santa Claus una metralleta para matarle, cuando escuché eso de la boca de mi hijo, quien acudió a un colegio para acoplarse y convivir unos días con niños de su edad, me quedé sin palabras, pero lo más grave y triste fue escucharlo por la noche teniendo pesadillas y verlo llorar, a lo cual inmediatamente lo desperté y le pregunté, “qué te está pasando”, y mi sorpresa fue mayúscula cuando escuché de la boca de mi hijo, que un compañerito le había dicho que pediría una metralleta a Santa Claus para matarlo.
Sin duda es un ejemplo de cómo estamos viviendo en sociedad, los valores y enseñanzas que estamos dejando a los niños en México, sin duda comparo los valores y la educación que imparten en Europa y me deja mucho que desear mi país, es increíble que estén sucediendo estás cosas en México.
En cuanto a mi columna y su motivación sólo puedo decirles que de igual manera estoy que no me la creo, los consejeros del ahora INE, me refiero a los consejeros distritales han tenido un aumento de dieta considerable, ahora perciben al mes casi 18 mil pesos y en muchos casos documentados sólo acuden a las sesiones ordinarias a levantar la mano y a cobrar su jugosa dieta, me parece que se están haciendo mal las cosas, las filas para entrevistar a posibles capacitadores electorales son muy amplias en los consejos distritales, eso es un síntoma de que este país está necesitando empleos y cada vez más, los ciudadanos acuden al llamado de la democracia para trabajar en el proceso electoral.
Quizá este sea el proceso electoral más riesgoso para ellos, quizá será el proceso electoral más complicado de la vida democrática del país, este año por venir, seremos testigos de la inconformidad ciudadana y de múltiples formas de expresión para hacer valer la voz de la ciudadanía, cansada, harta y en muchos casos descompuesta.
Hoy no queda más que aceptar nuestra realidad y trabajar desde nuestras casas, no podemos permitir que los más pequeños de casa, tengan esas ideas tan locas de querer una metralleta para matar a un niño, ni tampoco podemos permitirnos prostituir el sistema electoral como se está actualmente haciendo.
A 3 semanas de que termine este 2014 pareciera que vivimos en el 84, el nombre de los Salinas sale a relucir con la decisión legal de que el hermano del ex Presidente no es culpable de enriquecimiento ilícito, las cuentas de los Abarca han sido congeladas, el grupo Higa y sus casas siguen dando de qué hablar, el grupo Atlacomulco empieza a ser golpeado e investigado, el Presidente de la República con los bonos muy por debajo, las autodefensas listas para luchar, los ciudadanos esperando termine este año terrible, pero sin duda el que viene será peor, o al menos todo parece indicar que así será, los seguros contratados para estabilizar el barril de petróleo no serán suficientes, el dólar cada día más alto, cada día hay más pobres y nuevos ricos, el 2015 será un año en el cual los ciudadanos tendrán la posibilidad de enjuiciar a sus gobernantes y premiar y castigar con el voto, si es que el sistema corrupto lo permite, esperemos que este año que viene no veamos tarjetas de tiendas departamentales en monederos electrónicos que fomentan el lavado de dinero y la poca transparencia de los gastos de campaña, pero sin duda lo que debemos tener como propósito es no permitir que la inercia arrastre a nuestros hijos, pues en 15 años las nuevas generaciones entenderán que ser corrupto, jugar con armas de fuego, incluso pensar en ser un narcotraficante y matar sin escrúpulos es algo normal, hoy en las casas mexicanas la televisión sólo deja los mensajes de desaparecidos, secuestros, asesinatos, narcotráfico, corrupción, crisis, pobreza y falta de democracia. Eso es lo que nos ha dejado este año que termina y es con lo que están creciendo nuestros hijos.
Nos vemos la próxima semana.
@nexoestudios
