El discurso pronunciado por Andrés Manuel López Obrador, el pasado 15 de noviembre, es estructuralmente el más bajo de AMLO que haya sido evaluado por ADQAT hasta el momento.

Fue un discurso optimista, pleno de racionales positivos y propuestas, sobre todo programáticas, pero también poco estratégicas.

Se refiere y convierte a Marcelo Ebrard en la bandera de la unidad de las izquierdas en México. Promete complementareidad, anuncia planes de trabajo, ideas personales y propuestas compartidas. Lo menciona siete veces en un discurso de 669 palabras y en todos los párrafos, salvo en la introducción.

Su mensaje es demasiado épico, con muchos juicios de valor positivos y una exaltación de su contrincante en esta contienda interna, de los otros partidos de la alianza, de los ciudadanos, de los beneficios de sus propuestas, entre otros.

Parece buscar limpiar la opinión de muchos que en las elecciones pasadas le temían o busca posicionar una nueva proyección de su personalidad, una persona empática y apegada a al ley.

Aunque no es regla general, los discursos breves tienen mayores calificaciones en la lógica, pues con la longitud de un texto incrementa la dificultad de unificar el cuerpo del discurso. En este caso funciona a su favor.

Su final: “En suma amigas y amigos, aspiramos todos, mujeres, hombres libres, conscientes a vivir en una sociedad más justa, más humana y más igualitaria, vamos todos juntos sin odios ni rencores a construir una República amorosa, con dimensión social y con grandeza espiritual”.

El intangible en estas palabras, que determina la calidad de la relación Candidato- Votante, se llama Confianza.

La confianza es un estado psicológico que permite tener la disposición de aceptar vulnerabilidad, con base en las expectativas positivas sobre las intenciones de comportamiento del otro y viceversa. A mayor respuesta positiva del otro a tus expectativas, mayor vulnerabilidad cederás.

El trabajo de reconstrucción de confianza es un proceso lento, de bajas expectativas, paciente, de cambios graduales. No hay atajos. Pretender tomarlos puede incrementar la desconfianza. Ese es el gran reto de AMLO.

 

CONDICIONES ESTRUCTURALES DEL DISCURSO:

Fue un discurso de 6 sobre 10 en escala ADQAT©.

Argumento principal: 7/10. Una introducción emocional (“agradezco con todo mi corazón a los ciudadanos que me han dado su confianza y apoyo, les aseguro que nunca los traicionaré”); una parte que legitima su victoria (“El resultado de las consultas como aquí se ha dicho me beneficia”), y su mensaje (“manifiesto que voy a participar en la contienda electoral del 2012”).

Sin embargo, pierde puntos pues obvia su propósito que menciona al final del discurso (“Convocar a todos los ciudadanos de todos los sectores productivos de todas las clases sociales, de todas las corrientes del pensamiento, a la construcción de un nuevo pacto social para la equidad y el progreso”).

Lógica de la argumentación: 7/10. El discurso engloba pocos temas que retoma desde diferentes aristas enriqueciéndolos, de manera que al final forman un cuerpo hilvanado por su opinión y propuesta. Por ejemplo: “Se trata de construir ahora sí un Estado social y democrático de Derecho… influyente, en un lugar para todas y todos los mexicanos, el Frente Amplio deberá tomar decisiones colegiadas y fortalecerse con la participación de los líderes de opinión más reconocidos que simpatizan tanto conmigo como con Marcelo, incluyendo también a integrantes de movimientos cívicos que defienden los Derechos Humanos y sociales”.

Tono emocional: 7/10. Fue empático, reconocedor. Le resta puntos la exaltación positiva que por momentos (sobretodo en el cierre) parece desproporcionada, dice: “(Ebrard) no se dejó cautivar por el canto de las sirenas, se puso cera en los oídos para continuar la travesía o la mira puesta en los ideales de libertad, justicia y democracia”.

Soportes a la argumentación: 2/10. Muy pocos soportes, la cita que utiliza es para elogiar a Ebrard y el único dato que se desprende es una ventaja anunciada en las encuestas, pero sin referencia numérica. Prefiere prospectar acciones que anuncia tomará y sus argumentos reposan más en el tono empático o de exaltación que en soportes contundentes.

Cierre: 6/10. Refuerza la idea del discurso en general: anunciar una candidatura de izquierdas y demostrar unidad al interior de la alianza partidista como argumento de apoyo de cara a la contienda. Sin embargo, emocionalmente se carga de frases que pretenden mostrar sentimientos elevados, con términos vagos y casi demasiado sentimental. Por ejemplo: “objetivo superior // amigas y amigos // hombres libres, conscientes // sociedad más justa, más humana y más igualitaria// sin odios ni rencores //República amorosa,// dimensión social // grandeza espiritual”.

 

CARACTERIZACIÓN DEL PATRÓN COGNITIVO DE LAS FRASES:

Hechos y datos: Ninguno.

Percepciones: Utiliza 24.5% de sus palabras para emitir alguna forma de emocionalidad. Destaca la opinión con 14.1%, en frases tales como: “Marcelo nos está dando una lección como ser humano y como un político, además como gobernante es reconocido por todos”, seguido de juicio de valor (carga emocional positiva al discurso) con 10.5%, tal como: “la Ciudad de México, esta gran ciudad, los mejores ciudadanos, mujeres y hombres, honestos y comprometidos con el bienestar del pueblo, con el bienestar de todos los ciudadanos.”

Escenarios negativos: No menciona ninguno.

Escenarios positivos: Casi la mitad de sus palabras, 46.3%, son para expresar oportunidades, fortalezas y ventajas. Como ejemplo: “En cuanto a Marcelo, con quien acordé resolver de manera responsable este importante asunto, deseo expresar que además de ser un buen amigo, compañero, es un dirigente político extraordinario, excepcional, ha demostrado con hechos, poner por encima de sus legítimas aspiraciones personales, el interés general, los anhelos de millones de mexicanos de que con la unidad de la izquierda se facilite, sea posible la trasformación de la vida pública de México”.

Propuestas: Con un total de 29.1%, las palabras de su discurso son para emitir objetivos, acciones e ideas genéricas. Se aprecia una mayoría de objetivos como: “Respaldaré Marcelo Ebrard en la orientación política que el defina en el marco de la legalidad y de la democracia para seguir gobernando la Ciudad de México.”

Su épica se aprecia en: “con el objetivo superior de transformar a México, en suma amigas y amigos, aspiramos todos, mujeres, hombres libres, conscientes a vivir en una sociedad más justa, más humana y más igualitaria”.