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A este tipo de gente se le llama vampiro emocional y no precisamente por succionar la sangre de su víctima sino por obtener de ella, su energía, tiempo, valores, cualidades, y hasta autoestima.
Los vampiros emocionales pueden encontrarse en la familia, en los amigos, en los compañeros de trabajo, en los vecinos. Son personas que te roban la energía y al final te hacen sentir agotado, cansado, irritable.
Tipos comunes
La víctima / “Tengo muchos problemas”
El narcisista / “Eso es maravilloso. Déjame contarte algo de mi vida”
El negativo / “Ay no apliques, jamás entrarás”
Síntomas de una víctima de un vampiro emocional:
- Sentir temor todo el tiempo al ver que aparece su nombre en el identificador de llamadas del celular
- Quejarse constantemente de esa persona con otra gente
- Sentirse mal consigo mismo después de ver a esta persona vampírica
Tip no. 1: Para quitarse de encima a un vampiro emocional: Reconócelo primero.
“No eres una buena persona”.
Tip no. 2: Toma la responsabilidad de que le estás dando entrada a un vampiro emocional a tu vida.
“Realmente no me cae bien. Simplemente salgo con él porque es alguien a quien conozco desde hace tiempo”.
Tip no. 3: Empieza a poner límites o condiciones para mantenerlo alejado.
“Lo siento, no responderé tu mensaje”.
Tip no. 4: Rodéate de gente positiva que te haga sentir bien.
Tip no. 5: Si interactúas con un vampiro emocional, no te enganches con sus juegos.
“Si, lo que tú digas”.
Tip no. 6: Reconoce que tienes el poder de decidir con quién salir y como reaccionar ante los comentarios y acciones de otras personas.
