Ciudad de México, 18 de septiembre (SinEmbargo).– En medio de un partido entre Vélez y San Lorenzo a mediados de los 90, José Luis Chilavert increpa a la distancia a Óscar Ruggeri. La televisión argentina enfoca sus cámaras a los gestos de los dos futbolistas mirando de reojo el partido que se está disputando. El conflicto adquiere dimensiones extra campo entre dos colosos. Héctor “Bambino” Veira, entrenador de San Lorenzo, saca de cambio a Ruggeri para evitar un conflicto mayúsculo. “Estaba abrazando a la bomba atómica”, contó el entrenador refiriéndose al enojo de su jugador.
El duelo entre el paraguayo Chilavert y el defensor argentino se convirtió en una rivalidad entre dos mundos. Un duelo de época sudamericano nacía con la fiebre que sólo la redonda puede generar. Ha pasado más de una década de aquel incidente con declaraciones en medio. Hace unas semanas, el futbol volvió a juntar a dos que no se podían ni ver. Retirados, con un poco más de grasa en sus abdómenes, se juntaron en Sao Paulo en una asamblea que reunía a grandes voces de antaño con un solo propósito. Diego Armando Maradona fue testigo del encuentro entre los dos ex rivales, el Díez los abrazó rompiendo el hielo.
La Conmbeol, organismo regulador del futbol sudamericano, estuvo atenta de lo que sucedía en aquella junta de ex jugadores que incluían nombres pesados como Francescoli, Maradona, Romario, además de los dos personajes que terminaron tantos de pleito por el bien del futbol. En varias ponencias, las ex figuras pidieron muchas más claridad en los manejos financieros del futbol sudamericano. Con tono alto, invitaron a la Conmebol para tener la transparencia necesaria en pos de una mejor realidad, lejos de los escándalos de corrupción de muchísimos dirigentes.
Entrevistado por un programa de radio paraguayo, el ex portero goleador, rechazó las acusaciones de los actuales dirigentes quienes se refirieron a ese cónclave organizado como un intento para tomar la confederación. “Lo que se busca es transparentar los ingresos del futbol, es la línea que pretende Platini para la UEFA. Es ver dónde se ponen los intereses, los derechos económicos de la TV”, se defendió Chilavert. Como en sus tiempos de jugador, sin mesura y voz ronca, el paraguayo se une al discurso que Romario desde Brasil ha pronunciado con preocupación respecto a la economía.
La bomba de tiempo comenzó con la petición de todos los clubes de uruguayos hacia su propia federación para poder conocer el manejo de cada centavo. El ruido que tuvo la noticia propició la unión de estas figuras que en sus tiempos de cancha se caracterizaron siempre por su visión revolucionaria alejada del discurso oficial. Directo, Chilavert se refirió al presidente de la Conmebol Eugenio Figueredo. “Hace 15 años atrás vendía autos usados en Uruguay, hoy es multimillonario. Cuando empieza a reunirse con el grupo que lidera la televisión y que siempre gana las licencias, manifiesta allí que los jugadores son un mal necesario”, acusó José Luis.
A la espera de las pruebas claras que Chilavert ha prometido sacar a luz, acerca de todos los manejos corruptos que ha habido en diversos lares de Sudamérica. “Los clubes y la mayoría de los jugadores acá día están más pobres, nosotros buscamos que los clubes sean ricos como en Europa e indirectamente se van a beneficiar los jugadores”, aclaró el paraguayo. Después del abrazo con Ruggeri, el ex portero sigue activo firme en sus convicciones mientras muchos mandatarios, sin mucha credibilidad, se ven amenazados por las voces autorizadas desde el éxito deportivo. “No puedo permitir que ellos hablen así de nosotros, y viven a costillas de los jugadores de manera fastuosa”, avisó alguien que nunca se ha quedado callado.
