El Palacio de Bellas Artes le dará la bienvenida, los días 22 y 23 de marzo, a la música de Lila Downs, cantante oaxaqueña que con más de tres décadas de trayectoria busca dignificar la cultura del país a través de sus letras.
Ciudad de México, 18 de marzo (SinEmbargo).– Lila Downs ya ha pisado anteriormente el escenario del máximo recinto del Palacio de Bellas Artes, pero es la primera vez que lo hará para una audiencia que irá exclusivamente para encontrase con ella y su música los próximos 22 y 23 de marzo.
Lila, una de las voces más poderosas de la música mexicana, se dice emocionada, pero sobre todo agradecida con las mujeres de su vida, con Dios y el universo de poder presentarse en Bellas Artes después de 10 años de buscarlo, y por ello ha escogido un repertorio que haga del concierto algo memorable.
“Es un repertorio bien escogido que alude a este momento que estamos viviendo, eso siempre es importante para mí, es decir, qué ha pasado y cuál es la reflexión del momento, por eso he escogido ciertos temas que compuse a través del tiempo, temas que compuse basados en los códices mixtecos, los cantos que hablan de la comida y de las cocineras de mi tierra a quienes admiro, respeto y dignifico en cualquier oportunidad que yo tengo”, comenta en entrevista con SinEmbargo.
Y sí, si algo ha caracterizado la música de esta cantante oaxaqueña son sus letras que son cantos a la historia y a la cultura de México a través de diversos sonidos que recorren el género ranchero, el folk, el jazz, la cumbia, hasta trascender a su raíz estadounidense como es el hip hop.
La ganadora de un Grammy y de seis Latin Grammy, que comparte raíces al ser hija de una mujer indígena mixteca y un padre angloamericano, regresa siempre a sus orígenes al crear nueva música que la lleva por un camino de autoreconocimiento.
“Por la identidad, por el orgullo, por la dignidad, porque nos enriquece y nos hace sentirnos contentos consigo mismos. Como mujer, hace que nos queremos más, porque sí entendemos el por qué heredamos tantas cosas maravillosas, milenarias, de nuestras culturas, entendemos y apreciamos quiénes somos y cuál es nuestra herencia, eso es muy importante”, destaca.
“En estos tiempos donde tratamos de borrar todo con marcas y con cuestiones materialistas terribles que lo veo en la juventud, en la niñez, en este apetito voraz que tenemos en las redes, y creo que si nos nutrimos de cultura y de conocimiento eso nos hará más felices”.
Lila Downs hoy porta más que nunca con orgullo su huipil, pero acepta que le llevó tiempo hacerlo por la discriminación que permeaba antes y que aún está presente hoy en día.
Señala que en este camino de más de 30 años de carrera, y a 28 años de su primer disco, componer para México tampoco ha sido fácil pues a través de este tiempo ha luchado para que se reconozca y aprecie los sonidos del país cargados de diversidad.
“Aquí en mi tierra me acuerdo que ponerme un huipil y una enagua era, y aún hay lugares donde hay discriminación, porque es muy colonialista Oaxaca, pero ahora ya hay un aprecio diferente y veo a mujeres que portan orgullosamente el huipil y digo ‘he contribuido con una gotita, a ese orgullo’ y me siento muy satisfecha que haya esos cambios. Claro, siempre el ser humano nunca está feliz, como dicen rudamente sobre el chile: ‘ningún chile les embona’ (ríe). Creo que es lindo ver esos cambios porque yo sí batallé mucho con eso, recuerdo que incluso yo misma decía ‘¡ay, otro día más de mostrar el orgullo que yo quiero!’, pero a veces se percibía que había un rechazo”.
“Zapata se queda”, “Mezcalito” y “La cumbia del mole” son algunas de las canciones que retumbarán fuerte en Bellas Artes. En momentos dolorosos como estos para toda la humanidad, Lila Downs ve a la música misma como un bálsamo que sana y trasciende fronteras como lo hizo hace unos meses “Alcoba Azul” que acompañó la rutina de la patinadora rusa Alexandra Trusova en las olimpiadas de invierno que se realizaron en China.
“Qué lindo que nuestra voz acompañe con fuerza a otras mujeres que están luchando para ser escuchadas y ser vistas como atletas, en este caso, en un mundo en el que todavía falta mucho por cambiar. Al terminar la pandemia, que aún no sabemos si va a terminar, pero estamos como en un momento diferente al que estamos entrando a un lugar más positivo, creo que hemos aprendido muchas cosas con esta pandemia y creo que tenemos que batallar para hacer los cambios en nuestra sociedad”.
Lila Downs estará acompañada el martes 22 y miércoles 23 de marzo de agrupaciones que son parte de la comunidad musical de México como una banda de Tlayacapan, un coro de niños de uno de los proyectos de comunidades en la Ciudad de México que se llama Los cantores del Faro de Oriente, el Mariachi Caballeros de México, la banda La misteriosa con la que ha colaborado más de 20 años y también contará con la participación espacial de la Compañía Nacional de Danza Folklórica, además de invitados sorpresa.