Por Angélica Simón*

Ya empezaron las posadas, vienen las reuniones de fin de año y las esperadas fiestas del 24 y 31 de diciembre, cuando las mesas se llenan de productos como los refrescos de “la gran familia Coca-Cola” o las botanas de Pepsico (Sabritas, Doritos, Paketaxos, etc.) o las aguas de Nestlé, por poner algunos ejemplos. Sí, estas marcas que se meten hasta “nuestros sensibles corazones navideños” con sus repetidos discursos de felicidad y buenos deseos -que tanto usan para incrementar sus ventas en esta temporada decembrina- pero que en realidad son palabras vacías.

A lo largo de este año que casi termina -y en el que la misma ONU Medio Ambiente hizo un fuerte llamado a combatir la contaminación plástica- Greenpeace ha hecho campaña para que Coca-Coca, PepsiCo, Nestlé, P&G, Unilever, McDonald’s y Starbuks, siete de los grandes corporativos que más contribuyen a esta crisis ambiental, se comprometan de manera real a reducir su producción de envases de un solo uso. En respuesta solo paliativos.

Estas compañías se aferran a falsas soluciones como limpiezas de playas y reciclar, pero con ellas no resolverán la grave crisis de contaminación plástica existente, sino que la perpetuarán. La realidad es que los planes de reciclaje que ofrecen están muy lejos de contribuir a un mejor y feliz futuro.

La verdadera solución es dejar de producir envases plásticos de un solo uso. No necesitamos buenos deseos, necesitamos acciones concretas. El plástico de un solo uso no es inofensivo, al llegar a nuestros cuerpos de agua daña e incluso mata a cientos de especies marinas, entre ellas a las tortugas y con ello rompe el balance de nuestros ecosistemas.

Actualmente existe un llamado urgente desde amplios sectores de la sociedad a empresas como Coca-Cola, PespiCo, Nestlé, Unilever, Procter & Gamble, para combatir la contaminación plástica que han generado. Tan sólo en México, alrededor de 162 mil personas han firmado la petición de Greenpeace (https://actua.greenpeace.org.mx/liberate-del-plastico) dirigida a estas corporaciones para que asuman su responsabilidad ante esta crisis y aporten soluciones reales; a nivel mundial han firmado más de 2.5 millones de personas.

Recordemos que los empaques y embalajes conforman hasta el 35 por ciento de la basura que se generan diariamente y durante la temporada decembrina se incrementan los residuos en más de 25 por ciento. Las empresas que ofrecen sus productos para acompañarnos estas fiestas navideñas podrían regalarnos algo más que la idea de que consumir es felicidad; un regalo real sería una navidad sin plástico.

*Angélica Simón es coordinadora de medios en Greenpeace México.

Greenpeace

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