PEF 2013, ¿presupuesto para un México Incluyente?

17/12/2012 - 12:02 am

La semana que comienza será de mucho movimiento en la Cámara de Diputados donde se estará negociando la Ley del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) con base en un proyecto del Ejecutivo cuya exposición de motivos usa el lenguaje de lo políticamente correcto. ¿Qué se le puede objetar al propósito de que el gasto público permitirá “que los derechos que la Constitución reconoce a los mexicanos puedan materializarse”? Llama la atención la formulación de los cinco ejes por los que caminará la acción del gobierno: lograr un México en Paz, Incluyente, con Educación de Calidad, un México Próspero y un Actor con Responsabilidad Global.

El mismo Enrique Peña Nieto reconoció en campaña que las políticas públicas sin presupuesto son sólo buenas intenciones y de esas ha habido muchas en el ámbito de la atención a la población con discapacidad. Con un presupuesto inercial, es decir, similar al de 2012, será interesante ver cómo se hará la reasignación de recursos para que se cumplan los objetivos planteados. Al menos en su discurso proselitista ante organizaciones de la sociedad civil, el ahora Presidente prometió dotar de recursos las políticas públicas que puedan beneficiar a esta población en particular.

En el terreno de la real politik, San Lázaro será en estos días un hervidero de cabilderos de los 31 estados y el Distrito Federal que estarán buscando mejorar las asignaciones en la Ley de Egresos para sacar adelante sus prioridades y para  tratar de solventar las abultadas deudas que  los agobian, ahora en la resaca postelectoral.

Entre todos los temas que estarán a debate en ese ejercicio anual de “jalar la cobija”, como suelen decir los políticos, para que todos alcancen a cubrir sus necesidades, suelen quedar relegados los temas que interesan a grupos vulnerados –que no vulnerables– como lo es en gran medida la población con discapacidades, en su mayoría desempleada o con bajos ingresos.

Al menos en la exposición de motivos del PEF no se habla de un entorno de crisis ni de la necesidad de apretarse el cinturón o de recortar temas prioritarios. El mensaje, al parecer, es dejar la impresión de que los mexicanos estamos ante un nuevo comienzo esperanzador, la oportunidad de enderezar el rumbo para tomar impulso hacia un camino de crecimiento, si no inmediato, sí en un futuro no muy lejano. Esto, a pesar de que la expectativa de crecimiento económico apenas supera el 3%.

Sirva al menos ese panorama alentador para esperar que no ocurra lo de siempre: que en ese estirar de cobijas los sacrificados son los mismo y se terminan justificando los recortes en los rubros de educación especial, servicios de rehabilitación, incluso en el presupuesto para el organismo encargado de definir y coordinar las políticas públicas sobre discapacidad, el Conadis, que el próximo año tendría unos 20 millones para operar.

Sin embargo, instalada en el optimismo, debo reconocer que se ven signos alentadores en el PEF 2013 desde su exposición de motivos y en algunos rubros con asignaciones contantes y sonantes: al definir el eje de “México Incluyente”, se detalla que éste “tendrá como prioridad combatir la pobreza y buscará transformar el modelo asistencialista actual de la política social para convertirla en participativa y proactiva”. Se anuncia que será una política social “de derechos universales y subsidios focalizados en los grupos más vulnerables como la población indígena, las personas con discapacidad y los migrantes”. En momentos en que se impulsa el dejar atrás el modelo asistencialista de atención a la discapacidad por un modelo basado en el cumplimiento de derechos, esta declaración no suena mal.

La promesa está expresada con todas sus letras en el documento que estarán analizando los diputados: “será una prioridad atender las necesidades de las personas con discapacidad, para lo cual es indispensable adecuar instalaciones educativas y espacios públicos; promover la estrategia de inclusión laboral a fin de incentivas la contratación de personas con discapacidad (en las dependencias del gobierno federal); brindar atención de salud especializada; y otorgar financiamiento para su rehabilitación, entre otras acciones”.  No podría estar más de acuerdo con este planteamiento. Como digo, suena alentador.

Pero después de echarle un vistazo al detalle del presupuesto, vemos que no figura el rubro de “educación especial” que sí estuvo el año pasado, ni el de impulso a la integración educativa. Quizás se esté planteando otra forma de asignar los recursos y esperamos que una parte de los más de 580 mil millones que se asignarán al programa de “educación de calidad” termine beneficiando a la población con discapacidad en todos los niveles de enseñanza.

Por otra parte, alienta la aparición de un renglón para otorgar poco más de cuatro millones de pesos al llamado Mecanismo Marco de promoción, protección y supervisión del cumplimiento de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Este mecanismo está a cargo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y es muy importante para hacer que el Estado mexicano cumpla con los compromisos que adquirió al firmar y ratificar este importante tratado, que además fue promovido por México en el ámbito internacional.

También destaca el aumento en la partida presupuestal para el Fondo para la Accesibilidad en el Transporte Público, una creación de la ex diputada priísta Yolanda de la Torre desde el presupuesto de 2011.  Sólo que ahora se especifica que “se vigilará su correcta aplicación”, porque allí ha habido de todo: estados en los que no se ha usado ese fondo y otros donde sí lo han hecho, pero para el lucimiento personal de alguna autoridad y sin un programa adecuado. Está bien que los DIF estatales cuenten con unidades de transporte accesible, pero los niños, jóvenes y adultos con discapacidad no sólo necesitan ir al DIF, también les interesa ir a la escuela, a lugares de recreación o a centros de trabajo en unidades de transporte dignas.

En fin,  hay signos de una configuración presupuestal para el 2013 políticamente correcta, falta esperar el resultado final de la Ley de Egresos tras los jaloneos de la codiciada y billonaria cobija.

17 de diciembre de 2012

Libertad Hernández / dis-capacidad.com
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