El frío transforma la grasa buena en grasa mala y quema calorías, sugiere estudio

17/10/2014 - 12:00 am

Ciudad de México, 17 de octubre (SinEmbargo).- La exposición a bajas temperaturas podría favorecer que la grasa blanca que causa la obesidad del abdomen y de los muslos, se transforme en otro tipo de tejido que ocasiona la quema de calorías, con el fin de proporcionar calor.

A esta conclusión llegaron investigadores encabezados por Philip A. Kern, de la Escuela de Medicina de Kentucky, quienes se apoyaron en el estudio que la Universidad de Harvard que en 2012 desmontó la idea de que sólo los bebés poseen en su cuerpo este tipo de grasa localizada en los músculos y de la cual dependen para mantenerse calientes. El equipo de Kern determinó que también las personas adultas la contienen, sólo que se trata de una especie de grasa que llamaron “beige”, resultado de cuando la blanca toma algunas propiedades de la marrón.

Así, Kern y su equipo tomaron muestras del tejido adiposo del vientre de 55 personas durante el verano y otras más durante el invierno, en las que estas últimas tenían niveles más altos de tres marcadores genéticos vinculados con la grasa marrón.

Foto: Shutterstock
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Paralelamente analizaron a través de una biopsia la grasa de los muslos de 16 personas después de que sostuvieran sobre la piel una bolsa de hielo a lo largo de media hora, en este caso, los niveles eran más altos en dos marcadores genéticos vinculados con la grasa marrón, según reportó el sitio de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH)

Sin embargo, este fenómeno se dio únicamente en personas con un peso promedio, no con los participantes obesos, pues los niveles de variación no fueron significativos en los voluntarios con índice de masa corporal mayor a 30, debido a que la inflamación que causa su sobrepeso suprime la conversión del tejido adiposo blanco en beige.

Los resultados publicados en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism buscan tener un sentido práctico como defensa ante la obesidad, pues el tejido parecido al marrón “haría que el cuerpo quemara calorías adicionales en lugar de convertirlas en tejido graso adicional”, dijo el endocrinólogo en un comunicado de la revista.

“Queríamos investigar si los adultos humanos tenían la capacidad de transformar algunos depósitos de grasa blanca en grasa beige cuando se exponían al frío”, añadió el médico.

En el estudio previo, liderado por el doctor Bruce M. Spiegelman de la Escuela Médica de Harvard, detallaron que cuando baja la temperatura, las células del cuerpo que almacenan la grasa blanca y, en ese entonces, considerada marrón o parda, liberan energía en forma de calor.

Así, cuando se siente frío estas células duplican sus niveles de la proteína UCP1, encargada de activar el sistema de termogénesis, es decir, el desprendimiento de calor y energía, quemando así reservas de grasa.

en Sinembargo al Aire

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