Jerry Siegel pasó la mayor parte de su vida en pleitos con DC Comics. ¿La razón? Los derechos comerciales de su mayor creación, el superhéroe que concibiera en asociación con el dibujante Joe Shuster y que marcara el génesis de la Edad de Oro del arte secuencial: Superman.
Siegel nació un día como hoy, pero de 1914, en Cleveland, Estados Unidos. Tímido y poco popular, su manera de hacerse notar fue creando historias de cómics, siendo su primer proyecto una parodia de Tarzán: "Goober the Mighty". Al poco tiempo de haber iniciado como argumentista conoció a Shuster, con quien idearía el nacimiento del extraterrestre más poderoso sobre la Tierra.
Las aventuras de Superman significaron el parteaguas para la entonces joven industria del cómic. Una avalancha de enmascarados y encapotados, vestidos con mallas y combinaciones extrañas se convirtieron en el estandarte de la juventud deseosa de historias fantásticas a mitad de la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad el universo de los superhéroes es tan vasto que no se puede decir que exista algún favorito absoluto. Lo que si es cierto es que el héroe kriptoniano se encuentra siempre en la lista de los más venerados. Hoy en día los argumentos en el mundo de las viñetas son más crudos y apegados a la realidad en la que vivimos, pero hubo una época en la Siegel reinaba y los cómics podían asombrar por su mezcla de candidez y elementos que podrían calificarse como absurdos. Para muestra 15 portadas de la época.