En México hay alrededor de ocho millones de hombres y mujeres homosexuales, muchos de ellos cultos y cada vez con más poder político y económico. Cifras de organizaciones civiles afirman que la población declarada homosexual oscila entre el 5 y 7 por ciento.
(Utilice las flechas de su teclado para avanzar o retroceder)Sin embargo, la discriminación, la violencia y el crimen por motivos homofóbicos les impide mostrarse en su completa dimensión ante una sociedad ignorante, temerosa e hipócrita que ahora también los obliga a emigrar.
Y las estadísticas son crueles: nada más entre 1995 y 2008, se tienen documentados en el país 628 homicidios con connotaciones homofóbicas.
Actualmente, la homofobia es el principal factor de discriminación en México y, paradójicamente ahora también es cuando más mujeres y hombres homosexuales están presentes en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en sus varios niveles de gobierno; en sus roles profesionales y empresariales produciendo de manera importante en los diversos sectores del país.
Inclusive por su capacidad de compra según los estudios de mercado, se calcula que los homosexuales mexicanos integran un mercado anual valuado en más de 4 mil 663 millones de dólares, cifra cercana a los 51 mil 300 millones de pesos.
“Los 41 y la gran redada”
Una anécdota de hace 110 años, cuando era presidente Porfirio Díaz, retrata la persecución que han padecido hasta hoy los homosexuales en México. Carlos Monsiváis realizó uno de los mejores ensayos sobre el tema: “Los 41 y la gran redada”, publicado por Letras Libres en abril de 2002.
El hecho se refiere a una redada en contra de un baile de hombres realizada el 18 de noviembre de 1901, en una casa particular de la calle de la Paz, ahora llamada Ezequiel Montes, muy cerca del Monumento a la Revolución.
En la noche de ese domingo la policía descubrió que en el baile de los cuarenta y un hombres vestidos de mujeres estaban los señores de la clase alta porfiriana.
Según la crónica del periódico El Popular. Diario independiente de la mañana: “Vestían elegantísimos trajes de señoras, llevaban pelucas, pechos postizos, aretes, choclos bordados y en las caras tenían pintadas grandes ojeras y chapas de color”.
Una vez informado, el gobierno intentó ocultar el hecho, pero no sólo le fue imposible sino que trascendió también el rumor de que en realidad serían 42 los detenidos, siendo el número 42 precisamente el yerno de Porfirio Díaz, Ignacio de la Torre, a quien se le habría permitido la fuga.
México, segundo más homófobo de AL
La anécdota sigue vigente y tan es así que ahora México ocupa el segundo lugar en Latinoamérica como la nación más homofóbica, sólo apenas detrás de Brasil cuya supremacía se debe al tamaño de su población. De lo contrario, los mexicanos serían los habitantes más homofóbicos de América Latina.
Sin embargo, esta situación no se ha querido reconocer por gobernados y mucho menos por gobernantes, pese a que en el país se tienen documentados 628 homicidios con connotaciones homofóbicas entre los años 1995 y 2008, según la organización civil Letra S Sida, Cultura y Vida Cotidiana AC.
Nada más en el Distrito Federal se registraron 143 asesinatos contra homosexuales, lesbianas y personas transgénero motivados por el odio, registrándose aquí la mayor cifra de casos de crímenes por homofobia en el país.
Y peor aún, jurídicamente en el país no están tipificados los crímenes de odio, como sí ocurre en otras naciones.
El gobierno federal en un intento por negar o minimizar la homofobia en México, declaró el Día de la Tolerancia y el Respeto a las Diferencias, en lugar de reconocerlo como mundialmente está instituido: el Día de la Lucha contra la Homofobia.
Asimismo, las instituciones del Estado como la policía, los centros penitenciarios y las agencias del Ministerio Público son ahora las principales discriminadoras y agresoras de los homosexuales, por encima incluso de los tradicionales grupos conservadores como la iglesia.
Y más grave aún son los casos donde las autoridades escolares aparecen como aquellas que con frecuencia cometen actos de discriminación en contra de alumnos y profesores en el desempeño de su labor.
Discriminación sexual, la más fuerte
Según la Encuesta Nacional Sobre Discriminación en México (Enadis), cuyo caso de estudio específico en 2010 fue la Diversidad Sexual, cuatro de cada 10 mexicanas y mexicanos no están dispuestos a compartir su casa con personas homosexuales.
Y el porcentaje del rechazo aumenta hasta 50% entre las poblaciones más jóvenes y más viejas: cinco de cada –entre los 15 y 17 y en los 60 años y más– tampoco estarían dispuestas a convivir con personas con preferencias sexuales diferentes.
La prueba de que la homofobia es el principal factor de discriminación en México es que las mexicanas y los mexicanos manifiestan mayor tolerancia hacia los enfermos con VIH Sida. Es decir que mientras cuatro de cada 10 rechaza vivir con homosexuales, tres de cada siete dice acepta vivir con un enfermo de VIH Sida.
De acuerdo con esta encuesta aleatoria –aplicada en 13 mil 751 hogares de todo el país–, la opinión más favorable en este sentido hacia los homosexuales se encuentra en el norte del país (Durango, San Luis Potosí, Zacatecas, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora, y algunos estados del sureste, como Tabasco y Veracruz).
Y el mayor rechazo para compartir la casa con homosexuales se ubica en los estados del Bajío, especialmente en Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro.
Otros resultados reveladores de este estudio, realizado entre el 14 de octubre y el 23 de noviembre, es que una de cada 10 personas considera que los homosexuales deben cambiar sus preferencias. También una de cada 10 piensa que deben ocultarlas.
Los resultados encontrados arrojan que las personas cuyas opiniones implican no respetar las preferencias de las personas homosexuales alcanzan mayores porcentajes a partir de los 40 años de edad.
En la encuesta también se encontró que casi tres de cada 10 personas en México rechazan que las personas homosexuales contraigan matrimonio.
Y en el caso de la adopción de niñas y niños, siete de cada 10 personas se opone a que las parejas de mujeres homosexuales adopten niñas y niños; mientras que para el caso de las parejas de hombres homosexuales el rechazo aumenta de ocho personas de cada 10.
La visión de homosexuales
La Enadis 2010 también consideró consultar la opinión de las mujeres y los hombres homosexuales a través de una decena de cuestionarios, para recoger sus percepciones, actitudes y valores sobre la discriminación y las condiciones de su grupo de identidad.
Una de cada dos personas lesbianas, homosexuales o bisexuales considera que el principal problema que enfrenta es la discriminación, seguida de la falta de aceptación y las críticas y burlas.
Siete de cada 10 personas homosexuales sí han comunicado su orientación y preferencia sexual a su madre y a sus amigos; seis lo han comunicado a su padre y a la gente con quienes trabajan o estudian y sólo cuatro de cada 10 lo han comunicado a su comunidad religiosa o congregación.
La encuesta revela que siete de cada 10 mujeres y hombres homosexuales afirman que en México no se respetan sus derechos. Y sobresale que perciben como principal intolerante y violadora de sus derechos a la policía, seguida por la iglesia o congregación a que pertenecen y los servicios de salud; en contraste con el mejor trato que sienten en su familia y con sus amigos.
El problema de intolerancia es serio: CNDH
A partir de un análisis de la información contenida en 696 casos de violaciones de los derechos humanos y delitos cometidos por homofobia, como discriminación, homicidio y lesiones, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) concluyó en su informe especial del 2010:
“En México existe un problema de discriminación de carácter homofóbico, que de no atenderse oportuna y eficazmente pone en riesgo el sistema de libertades, la integridad y la protección de los derechos humanos de las personas de dicha población.
“Los delitos y violaciones a los derechos humanos por orientación sexual, identidad o expresión de género no son hechos aislados, obedecen a patrones de conducta de algunos miembros de la sociedad y del proceder recurrente de ciertos servidores públicos”.
Esta situación, dice el informe, refleja la existencia de un problema estructural serio de intolerancia, que requiere de su reconocimiento expreso y de atención especial por parte de las autoridades encargadas de promover la educación, la cultura, el respeto a la legalidad y la no discriminación en el país.
“El problema de la discriminación por homofobia está provocando un nuevo escenario de inseguridad en México, que es alimentado por la falta de una cultura de respeto a los derechos humanos, y está generando un alto grado de vulnerabilidad en la población LGBTTT”, plantea la comisión.
Esta comunidad percibe una gran preocupación ante una respuesta gubernamental no siempre eficaz, aunado a factores como la impunidad, que en algunos casos representan un incentivo para que se cometan delitos y violaciones a los derechos humanos en su agravio, de manera cotidiana y en la toma de decisiones sobre su trabajo, vida familiar y, en algunos casos, hasta de conservar su domicilio.
La CNDH insiste en que la discriminación por homofobia demanda la eficacia de las políticas públicas de educación, salud, justicia y empleo, principalmente; esto es, que las acciones impulsadas por el Estado mexicano en diversas entidades del país se refuercen para combatir la intolerancia y malas prácticas.
Asimismo pide para la población LGBTTT mejores condiciones de seguridad y protección de su dignidad, para que gocen y disfruten, al igual que todos los habitantes en el territorio nacional, de los derechos reconocidos en el orden jurídico mexicano sin limitación alguna.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos concluye que esta situación exige el impulso de una estrategia institucional que logre la participación de los tres ámbitos de gobierno y la sociedad civil, comprometiéndolos para hacer un frente común en la lucha contra la discriminación.
Y donde las responsabilidades sean compartidas en la planeación, ejecución y evaluación de las acciones, más allá del mero discurso o muestras de voluntad que poco abonan ante un problema que demanda resultados tangibles, cuantificables y sobre todo con una clara orientación hacia el objetivo que se pretende lograr: erradicar la homofobia.
DF: la ciudad con más crímenes
El informe “Crímenes de Odio por Homofobia en México, 1995-2008” reveló que en el Distrito federal hubo 143 asesinatos de homosexuales, lesbianas y personas transgénero motivados por el odio.
Así, esta entidad registró la mayor cifra de casos de crímenes de odio por homofobia en el país: 109 asesinatos fueron cometidos contra hombres, 29 contra personas travestis, transexuales o transgénero y cinco contra mujeres.
La Delegación Cuauhtémoc es la que presentó el mayor número de casos con 42; seguida de la Benito Juárez con 18; Iztapalapa con 14; Coyoacán y Gustavo A. Madero con 11 cada una; Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza con nueve cada una; Tlalpan y Xochimilco con cinco cada una; Azcapotzalco con cuatro; Álvaro Obregón e Iztacalco con tres cada una; Cuajimalpa y Tláhuac con una cada una, y las delegaciones que no presentaron ningún caso son Magdalena Contreras y Milpa Alta.
No obstante, el Distrito Federal es la entidad más avanzada en cuanto al marco jurídico ya que aquí es donde se han logrado extender los derechos y las garantías individuales de la población homosexual.
“El Informe Crímenes de Odio por Homofobia en México, 1995-2008” fue realizado por la Asociación Civil Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana.
Los otros migrantes…
Según el estudio “La Otra Migración, Historias de Discriminación de Personas que Vivieron con VIH en México”, auspiciado por el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, y cuyo autor es Daniel Hernández-Rosete Martínez, la violencia sexual y la discriminación de personas transgénero y transexuales detona también formas poco estudiadas y conocidas en México, como es la migración internacional.
Las personas entrevistadas afirmaron tener como principales motivos migratorios la violencia transfóbica y la discriminación experimentada por policías y personal de salud en sus lugares de origen.
En la investigación se encontró que la violencia sexual comprometió la integridad física de las personas y que los varones violentos investidos con roles de autoridad, quienes al ser reconocidos socialmente como hombres que buscan y realizan prácticas sexuales con personas transgénero y transexuales, se vuelven agresores por medio del odio a los homosexuales.
Éste es uno de los aspectos estructurales de la violencia sexual contra los transgéneros y transexuales; por eso, se considera que la violación de sus derechos humanos puede ser un factor de expulsión a Estados Unidos.
Otra causa de esta migración, afirma el estudio, es la estigmatización delas personas que viven con VIH/Sida en México. Los testimonios revelan que la discriminación más compleja es aquella que experimentan a través del personal médico y puede conducirles a situaciones de deterioro de su salud física y mental, e incluso a la muerte.
Un mercado de más de ocho millones de personas
En el Distrito Federal recientemente se instaló la primera y única empresa en México dedicada a la distribución de películas, en formato DVD con temas gays, lésbicos, bisexuales y transgénero.
El principal argumento de la empresa Contempovideo se encuentra en una de sus principales frases comerciales: “un mercado con más de ocho millones de consumidores ya no cabe en el clóset”.
Los títulos que comercializa esta empresa son seleccionados de entre los varios festivales internacionales de cine que proyectan habitualmente este género, como el de Austin, el de Barcelona y el de Sundance.
Esta empresa no distribuye cualquier tipo de películas, sino una cuidada selección de filmes que se han exhibido en los más importantes festivales de este tipo.
Jorge Luis Novo, director de Contempovideo, explica que esta empresa fue creada por la necesidad que existe en México de proporcionar películas seleccionadas, pensando en los gustos y las costumbres del público mexicano
En nuestro país la gente todavía se espanta quizás porque piensa en sexo o pornografía, pero el tema de la homosexualidad está más vivo que nunca entre los mexicanos.
Y es que los homosexuales no sólo son el estereotipo que se ha tenido durante mucho tiempo de ellos, ya que desde hace años conviven diariamente con los heterosexuales desde sus roles de empresarios, médicos, políticos, profesores, estudiantes, periodistas y artistas.
El grupo de consumidores lésbico, gay, bisexual y transgénero ignorado hasta el momento por homofobia o temor a las críticas, está descubriéndose. Por ello, en 2005 se creó la Expo Gay en México, para dar a conocer las empresas y servicios a la comunidad LGBT, y los empresarios del ramo se han integrado en la Unión de Empresarios y Prestadores de Servicios a la Comunidad Lésbica, Gay, Bisexual y Transgénero (Unegay).
Según estudios de mercado realizados en México, un sector importante de la población homosexual generalmente se encuentra a la cabeza de las tendencias, y gusta adquirir productos y servicios de marcas reconocidas en ropa, zapatos, perfumes, tecnología, restaurantes, viajes y centros de diversión.
Este tipo de consumidores tiene mayores posibilidades de compra debido al poder adquisitivo que han logrado en base a su experiencia profesional y formación académica; además, la mayoría de los que viven en pareja tienen a su favor el doble ingreso económico e incluso la exención de los gastos que implica tener hijos.
En Estados Unidos este mercado conocido como “Pink Market” tenía hace cinco años un valor de 660 mil millones de dólares, mientras que en México representaba poco más de 4 mil 663 millones de dólares, según un análisis sobre el consumo de los homosexuales mexicanos, realizado por Gabriela de la Riva, directora de la agencia De la Riva Investigación Estratégica.
Según el análisis, Johnnie Walker, Lufthansa y Avis son algunas de las empresas que a nivel internacional se han apuntado en este segmento, que “gusta de las marcas e invierte más que el heterosexual en aspectos como cuidado personal”.
Otro estudio de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública, revela que en México las marcas Bacardí, American Express, Levi´s y Blue Shot se promocionan en los principales lugares de encuentro gay, porque han detectado ahí un importante nicho de mercado.
La población homosexual mexicana gusta mucho de viajar, inclusive se estima que suele hacerlo dos y hasta tres veces más que los heterosexuales.
Según la Asociación Internacional de Turismo Gay y Lésbico (IGLTA), esta comunidad destina 30% de sus ingresos para esta actividad, superando así en 35% la derrama económica que generado el turismo heterosexual.
Sostiene que este segmento busca hoteles donde sentirse cómodos y si de lujo se trata elige los llamados boutique; además disfruta de los restaurantes, los centros de relajación tipo spa y las ofertas de entretenimiento.
La Ciudad de México, Puerto Vallarta, Guadalajara, Acapulco y Cancún son los lugares turísticos mayormente visitados por el turismo homosexual tanto nacional como internacional.
Agencias de publicidad y el mercado rosa
Héctor Márquez, del área de Planeación Estratégica de la agencia Publicidad Ferrer, reconoce: “En México se ha identificado a un grupo que con el paso de los años se ha convertido en un nicho importante y que cada día cobra mayor relevancia en términos de ventas y lealtad: el mercado gay”.
Afirma que este mercado tiene un valor de 4 mil 500 millones de pesos anuales, lo que ha llevado a varios participantes a colocarse un estandarte de “gay friendly” en sus estrategias y mensajes.
Esto, admite, ha servido de alguna suerte como una oportunidad para crear un soporte y amortizar la caída de las ventas y el consumo en varias categorías.
El estratega publicitario menciona que de acuerdo con un estudio cualitativo y cuantitativo realizado en 2009 por “De la Riva Investigación Estratégica” algunas de las marcas en aprovechar este segmento son: Apple, Absolut, Levi’s y las cadenas televisivas Bravo, Showtime y HBO que han mostrado atinados retratos en sus contenidos con series como: “Sex in the City”, “Six Feet Under”, “Queer as folk” y “The L Word”.
Argumenta que este mercado de comunidad detenta su fuerza en que más de 5% de la población total en México es homosexual. Como pareja tienen doble sueldo y tampoco mantienen hijos (DINK: Double Income No Kids). Compran impulsivamente (sensación de una vida corta) y encuentran refugio en las marcas (apapacho-lealtad).
Además, el mercado gay no es homogéneo. Se distinguen diversos nichos de mercado con necesidades, deseos y aspiraciones particulares. Esta serie de hallazgos es como una veta inexplorada para marcas y agencias de publicidad.
Menciona además que en el tema de la vivienda, el estilo de vida al que aspiran y la discriminación dentro de su propia familia los obliga a independizarse desde muy jóvenes, por lo que la categoría de bienes raíces juega también un rol importante.
En conclusión, dice Héctor Márquez: “Las bondades económicas que representa el llamado mercado rosa (“Pink Market”) empezará a notarse más en la mercadotecnia y la publicidad; y los mensajes pasarán desapercibidos y se diluirán en la cotidianeidad de la televisión, la radio y los medios impresos.
La reflexión aquí, agrega, es que sería absurdo depender de la publicidad para potenciar la aceptación de la gente homosexual como parte activa de la sociedad a la que pertenecemos.
Y como publicistas debemos por fuerza explorar esta alternativa, pero es inadmisible no pensar en “el de junto” o en “el otro” a la hora de caminar por la calle y hacer juicios prematuros en contra de las reformas ideológicas por las cuales atraviesa la realidad de nuestro país, concluye Márquez.