Netflix estrenará el próximo el 27 de julio la 6ª temporada de Orange Is the New Black. El futuro de las mujeres de Litchfield es un absoluto misterio: tras los acontecimientos ocurridos en la cárcel de mujeres, muchas reclusas eran divididas en dos autobuses y trasladadas a otro lugar del que no sabían nada.
Por Belén Gómez
España/Ciudad de México, 17 de julio (ElDirio.es/SinEmbargo).– Las series carcelarias se han reivindicado durante los últimos años como una de las trincheras creativas más libres y auténticas de la televisión contemporánea. En España hemos vivido el fenómeno de Vis a Vis, pero en Australia este se ha encarnado en la serie Wentworth, en Estados Unidos fueron Oz, Prison Break y Alcatraz y en el Reino Unido tuvimos la cárcel de Criminal Justice.
Sin embargo, ninguna de todas ellas ha recalado tan hondo en el espectador, ni cuenta con una comunidad de fans tan diversa, como Orange Is the New Black. La serie creada por Jenji Kohan ( Weeds), sigue contando con el reparto femenino más coral y numeroso de la televisión –galardonado tres años consecutivos con el premio a mejor reparto en los SAG Awards del sindicato de actores–, encabezado por Taylor Schilling, nominada al Globo de Oro por su papel.
El 27 de julio llega a Netflix la sexta temporada. Sin embargo, el destino de sus protagonistas sigue siendo todo un misterio después de la revuelta narrada en la anterior temporada. ¿Qué será de las mujeres de Litchfield a partir de ahora?
MUCHAS INTERROGANTES, POCAS RESPUESTAS
Tras cuatro temporadas cocinando el malestar a fuego lento, Orange Is the New Black se reveló como una serie audaz cambiando firmemente de tiempo en su quinta temporada. Hasta entonces, el humor negro y la mala uva habían sido la puerta de entrada a la psicología de sus personajes, cimentada con flashbacks y abundante recorrido dramático.
Pero todo estalló y durante los trece últimos episodios, que narraban un motín de tres días, nos vimos empujados a una montaña rusa de emociones y crítica social combinadas con una sensibilidad marca de la casa que dejó a muchos fans tan desencajados como enganchados. No en vano, siguiendo con la incómoda tónica de la serie, la utopía del poder para las reclusas no fue más que eso: un espejismo que al desvanecerse dolía como una herida jamás cicatrizada.
Ahora, el futuro de las mujeres de Litchfield es un absoluto misterio: tras los acontecimientos ocurridos en la cárcel de mujeres, muchas reclusas eran divididas en dos autobuses y trasladadas a otro lugar del que no sabían nada.
Mientras, nos despedíamos de muchos personajes clave en un momento de bella sororidad: de pie juntas y desafiantes en la piscina abandonada convertida en búnker que estaba a punto de ser ocupada por las fuerzas especiales y los antidisturbios. Frieda (Dale Soules), Suzanne (Uzo Aduba), Cindy (Adrienne C. Moore), Taystee (Danielle Brooks), Red (Kate Mulgrew), Piper (Taylor Schilling), Alex (Laura Prepon), Gloria (Selenis Leyva) y Blanca (Laura Gomez) luchaban juntas contra la injusticia.
La expectación es máxima. Por lo que se sabe, es muy probable que la serie se desarrolle ahora en varios centros penitenciaros a la vez. Orange Is the New Black saldría así de Litchfield en esta sexta temporada en la que, además, se uniría la actriz Rebecca Knox en el papel de Tina Swope, una nueva reclusa.
Su espíritu parece abrazar la emoción y el humor como hasta ahora, pero también una fundamentada crítica social cuyo discurso ha ido construyendo en las últimas temporadas. Un cóctel que convierte el retorno de la obra basada en la autobiografía de Piper Kerman en una de las series más esperadas de la temporada veraniega.
