Salud elimina la etiqueta de Cofepris que promovía un mayor consumo de azúcar, tras impugnación de grupos civiles

17/07/2014 - 4:33 pm
La etiqueta representaba un riesgo para la salud pública porque establecía una recomendación de consumo diario de azúcar de 90 gramos. Foto: http://elpoderdelconsumidor.org
La etiqueta representaba un riesgo para la salud pública porque establecía una recomendación de consumo diario de azúcar de 90 gramos. Foto: elpoderdelconsumidor.org

Ciudad de México, 17 de julio (SinEmbargo).– La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) dio marcha atrás al etiquetado frontal para alimentos y bebidas. Representaba un riesgo para la salud pública porque establecía una recomendación de consumo diario de azúcar de 90 gramos (18 cucharadas cafeteras) cuando la OMS no recomienda su consumo y establece un máximo tolerable de 50 gramos (10 cucharadas) y pretende reducirlo a 25 gramos (5 cucharadas), informó El Poder del Consumidor.

“La Secretaría de Salud, en su presentación del etiquetado frontal obligatorio, del sello nutrimental y de la regulación de la publicidad de alimentos bebidas dirigida a niños, rectificó las profundas incongruencias que había cometido la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en estas regulaciones para combatir la obesidad y la diabetes, después de airadas denuncias de organizaciones civiles, expertos internacionales y nacionales”, dijo la organización civil.

“Como la Alianza por la Salud Alimentaria —de la que El Poder del Consumidor forma parte— venía denunciando y lo habían hecho también un grupo destacado de expertos internacionales, el etiquetado frontal obligatorio para alimentos y bebidas promovido por Cofepris representaba un riesgo para la salud pública de los mexicanos, al establecer una recomendación de consumo diario de azúcar equivalente a 90 gramos (18 cucharadas cafeteras) cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda el consumo de este ingrediente y establece un máximo tolerable de 50 gramos (10 cucharadas) y ha puesto a consulta reducirlo a 25 gramos (5 cucharadas)”, explicó.

Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de la organización dijo que la decisión de retirar la palabra recomendación para la ingesta de azúcar en el etiquetado frontal “es un paso importante y un reconocimiento por parte de la Secretaría de Salud de que era insostenible mantener ese criterio. La propia Cofepris, ante nuestras críticas, señaló que sus criterios estaban de acuerdo con los de la Organización Mundial de la Salud. Con la ratificación se reconocen las mentiras de Cofepris presentes en boletines de esta dependencia”.

La Secretaría de Salud también ha declarado que ningún producto alto en calorías podrá ostentar el distintivo o sello nutrimental. “Esta declaración responde también a las críticas abiertas de la Alianza por la Salud Alimentaria a los criterios establecidos para que los productos puedan portar este sello nutrimental, en especial al hecho de que alimentos y bebidas que han sido gravadas con un impuesto por contribuir al sobrepeso y la obesidad cumplían con estos criterios”, sostuvo.

“Aunque la Secretaría de Salud no ha sido específica al respecto, esta rectificación debe significar que al menos, los productos gravados por el impuesto no podrán ostentar el sello nutrimental ni publicitarse en horarios infantiles. Una incongruencia que era también insostenible”, señaló Katia García, investigadora en Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.

“Las rectificaciones presentadas por la Secretaría de Salud en relación a los criterios de etiquetado frontal y sello nutrimental son bienvenidas. Sin embargo, es necesario señalar que el tipo de etiquetado frontal elegido no es entendible por los consumidores mexicanos y que los criterios para el sello nutrimental y la publicidad dirigida a la infancia son extremadamente débiles. Lo que tenemos es una rectificación de criterios absurdos e insostenibles que veníamos denunciando, pero si realmente queremos combatir el ambiente obesigénico necesitamos replantear el etiquetado frontal y los criterios del sello nutrimental y la publicidad dirigida a la infancia. Es urgente contar con criterios elaborados libres de conflicto de interés en procesos abiertos con la participación de los expertos, no por las grandes empresas de alimentos como ha ocurrido con Cofepris”, concluyó Alejandro Calvillo, nuestro director de El Poder del Consumidor.

A partir del 15 julio, los productos con bajo valor nutrimental no podrán anunciarse por televisión abierta ni de paga en horarios infantiles, como parte de la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes del gobierno federal.

Como parte de dicha estrategia, la Secretaria de Salud presentó ese día las medidas regulatorias para la publicidad y el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, en el que se engloban anuncios de refrescos, botanas, confitería y chocolates, entre otros, con el fin de proteger la salud de los menores. Los productos tendrán restringida la publicidad en televisión abierta y de paga de lunes a viernes de las 14:30 a 19:30 horas, mientras que los sábados y domingos la restricción se ampliará de las 7:00 horas a 19:30. Tampoco podrán anunciarse en las salas de cine durante las películas con clasificación A y AA.

Quienes incumplan con las medidas podrán hacerse acreedores a multas de hasta un millón 40 mil pesos.

Las nuevas medidas fueron presentadas en conferencia de prensa por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Kuri Morales; el titular de la Cofepris, Mikel Arriola; el director general del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, David Kershenobich, y el director general del Instituto Nacional de Salud Pública, Mauricio Hernández.

Se estima que con esta medida se eliminarán de la barra infantil 55 de las 139 horas anuales de programación televisiva, lo que equivale a 40 por ciento de la pauta publicitaria correspondientes a las cuatro categorías de productos chatarra. Se espera que los menores de cuatro a nueve años de edad vean 39 por ciento menos anuncios de alimentos de bajo valor nutrimental, mientras que los de las edades de 10 a 15 años estarán expuestos 28 por ciento menos a dicha publicidad.

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