Universidad poblana crea equipo que capta a tiempo problemas de salud

17/05/2015 - 10:22 am

Por Ángeles González Bretón. Corresponsal

Puebla, 17 May (Notimex).- Un instrumento que descubre enfermedades a través de los sonidos del corazón es desarrollado por el Departamento de Ciencias e Ingenierías de la Universidad Iberoamericana al que denominaron proyecto Fonocardiografía computarizada.

El descubrimiento permite canalizar, de manera inmediata, a los pacientes a una revisión especializada.

El académico de Ciencias e Ingenierías, Juan Carlos Colín Ortega, destaca la buena fama de médicos mexicanos y cubanos se ganaron por décadas, cuando no había tantos aparatos, ya que con la simple auscultación médica directa, descubrían los padecimientos.

Los galenos de entonces ponían la mano en el pecho a los pacientes, sentían su corazón, lo escuchaban, oían el palpitar y observaban a la persona, y así, eran muy hábiles para los diagnósticos médicos, pero conforme avanzó la tecnología se fue perdiendo la habilidad.

En entrevista con Notimex precisó que este proyecto es para que auxilie a los médicos con poca experiencia, y principalmente para aquellos que se ubican en zonas donde la población se encuentra en más grado de vulnerabilidad.

El proyecto en apariencia se parece a un estetoscopio, pero consiste en utilizar la campana que se pone en el pecho, con la diferencia que ésta tiene en su interior un micrófono de bajo costo.

El mérito consiste en que el micrófono no fue diseñado para registrar un sonido como el del corazón, sino para la voz humana, ya que el corazón vibra a frecuencias mucho más bajas. Aplicando la ingeniería en el micrófono que es de uso general se puede registra el sonido del corazón.

La campaña, en lugar de terminar en unos audífonos que se colocarían en los oídos, termina en una entrada para la computadora donde se tiene el programa especial que diseñó y así comience la interpretación de los sonidos.

“Los médicos asignados a clínicas de zonas marginadas o apartadas son recién egresados sin mucha experiencia, específicamente en la revisión del funcionamiento del corazón de los pacientes. En este sentido la ingeniería tiene la forma de ayudarles en el proceso de diagnóstico”, argumentó.

El proyecto comenzó –dijo- hace cerca de tres años tras una inquietud de averiguar cómo, a bajo costo, se podría extender el servicio médico a través de la tecnología, y no al revés, ya que conforme los estudios son más sofisticados cuestan más, entonces el beneficio le llega a la gente rica, los que pueden pagar, porque ciertamente hay muchas patentes de equipo médico desarrolladas por empresas mundiales.

El equipo de la Universidad Iberoamericana -conformado por cerca de cinco personas entre estudiantes de varias ingenierías como Industrial, Mecatrónica, y en Sistema- también desarrolló el programa especial que graba los sonidos del corazón durante la auscultación, y no se basaron en lo que hay en el mercado porque entonces resultaría caro.

El proyecto cuenta con la asesoría de médicos especialistas en cardiología de hospitales privados de gran renombre.

Juan Carlos Colín Ortega mencionó el principal obstáculo ha sido el ruido ambiental, porque además de grabar el sonido del corazón llega la voz del paciente, de gente en los pasillos, de la ropa rosando, del movimiento de muebles, y otro tipo de ruidos.

Aún no es producto liberado, por lo que prevén que la comercialización sea otro obstáculo. Buscan una vía para que las instituciones de salud pública puedan usarlo, sin venderlo a una fábrica como patente, porque buscaría el beneficio financiero y terminaría por beneficiar a los que pueden pagarlo.

Actualmente el proyecto de “Fonocardiografía computarizada” está en fase de prueba, la idea es que éste funcione sin un electrocardiograma.

El siguiente paso es trabajar en la comercialización, darle un diseño exterior, cotizar cómo cubrir las garantías, y en un año se puede ofrecer ya a alguna institución de salud.

“Necesitamos el convencimiento de instituciones, probablemente públicas para que nos apoyen con presupuesto en el desarrollo el primer prototipo funcional”, comentó el investigador.

Para la elaboración se acordó que no fuera costoso. El micrófono tiene un precio de 400 pesos, lo demás es software, el cual se puede copiar. Otro de los beneficios del software es que la información se puede almacenar y enviar en el momento a médicos especialista para que lleguen a sus dispositivos móviles.

A nivel mundial más de la mitad de la población vive alejada de las ciudades y su clínica más cercana a su domicilio carece de equipamiento.

En México, gracias a los trabajos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) han acercado la tecnología a las comunidades, y conforme a datos del Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais) se conoce que la expectativa de vida ha ido en crecimiento.

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