“Desde el jueves hasta el próximo domingo tendrá lugar en el Vaticano un encuentro de los presidentes de todas las Conferencias Episcopales sobre el tema de la protección de los menores en la Iglesia. Invito a rezar por esta cita que he querido como un acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente de hoy”, señaló el pontífice.
Roma, 17 de febrero (Europa Press).– El Papa Francisco defendió la cumbre anti-pederastia, que reunirá desde el próximo jueves y hasta el domingo en el Vaticano a los responsables de las Conferencias Episcopales de todo el mundo para atajar el problema de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica, como “un acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente“.
“Desde el jueves hasta el próximo domingo tendrá lugar en el Vaticano un encuentro de los presidentes de todas las Conferencias Episcopales sobre el tema de la protección de los menores en la Iglesia. Invito a rezar por esta cita que he querido como un acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente de hoy”, señaló el pontífice.
Francisco ha hecho estas consideraciones tras el rezo de este domingo del Ángelus en la plaza de San Pedro.
Durante la catequesis, ha reflexionado sobre las bienaventuranzas y ha dicho que el Señor cura la “miopía crónica” de lo mundano porque su palabra hace reconocer “lo que verdaderamente enriquece, sacia, da alegría y dignidad y sentido a la vida”.
“Las bienaventuranzas son un mensaje decisivo que empuja a no poner la confianza en las cosas materiales y pasajeras y a no creer en los vendedores de humo que muchas veces son vendedores de muerte”, ha señalado. Y ha referido: “Jesús nos ayuda a tener una mirada penetrante en la realidad, a abrir los ojos y a curarse de la miopía crónica que contagia el espíritu mundano”.
El pontífice ha invitado a alejarse del “peligroso engaño del egoísmo” y abrirse al amor rompiendo “los ídolos mundanos”. Por ello ha advertido ante todos aquellos que se proponen como “dispensadores de felicidad”, “éxito a corto plazo” y “soluciones mágicas a todos los problemas”.
Francisco ha reconocido que “es fácil resbalar sin darse cuenta” y por ello ha instado a no dejarse caer en la idolatría “que sustituye a Dios por un ídolo”. Por ello, ha instado a los fieles a reflexionar sobre el sentido profundo de tener fe que significa ponerse “del lado de lo que no efímero sino de lo que dura para la vida eterna”.