La agencia calificadora alertó que el crecimiento de México se verá afectado “por la incertidumbre en torno a un posible cambio en las políticas comerciales y de migración de Estados Unidos por motivo del resultado de la elección presidencial”. De esta manera, redujo la proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de México de 2.5 por ciento a 1.9 por ciento para 2017 y del 2.7 por ciento al 2.3 por ciento para 2018.
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México, 16 nov (EFE).- La agencia calificadora Moody’s rebajó hoy la previsión de crecimiento económico para México hasta el 1.9 por ciento para 2017 y el 2.3 por ciento para 2018 por los posibles cambios comerciales, fiscales y migratorios con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
“La perspectiva de crecimiento de México (A3 negativa) se verá afectada por la incertidumbre en torno a un posible cambio en las políticas comerciales y de migración de Estados Unidos por motivo del resultado de la elección presidencial”, dijo Moody’s en un comunicado.
Todo esto “a su vez tendría un efecto negativo en diversos sectores”, consideró la firma de origen estadounidense.
De esta manera, redujo la proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de México de 2.5 por ciento a 1.9 por ciento para 2017 y del 2.7 por ciento al 2.3 por ciento para 2018.
La agencia dijo que “aun cuando la Administración entrante de Estados Unidos no ha elaborado sobre los cambios específicos que busca hacer en las políticas comerciales, Moody’s espera que los flujos de inversión y financieros que recibe México se vean disminuidos”, pues los empresarios optarán por esperar la postura del nuevo Gobierno.
“El golpe que recibió el peso mexicano -que se cotiza por arriba de las 20 unidades por dólar- desde la elección puede generar inflación y provocar que el banco central tenga que endurecer aún más su política monetaria”, valoró también la agencia.
Así, tasas más elevadas y un “sentimiento más negativo” de los inversionistas generará “vientos adicionales en contra” para la economía.
Sobre la deuda soberana, apuntó que el crecimiento económico “más lento constituirá un reto mayor para una consolidación fiscal adicional”.
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Además, resaltó que “cualquier efecto negativo en la industria automotriz sería particularmente preocupante debido a la importancia que tiene este sector para atraer inversión extranjera directa e impulsar el crecimiento del PIB”, dijo Sandra Beltrán, analista de la compañía.
El debilitamiento del peso también puede representar una dificultad adicional para los emisores, incluyendo la empresa de telecomunicaciones América Móvil y la de entretenimiento Televisa, los cuales tienen una porción importante de su deuda denominada en dólares.
Por último, Moody’s consideró que la expectativa de un incremento en las tasas de interés en medio de un entorno económico de bajo crecimiento también podría afectar la capacidad de los deudores para pagar sus deudas, incrementando así el riesgo de activos de los bancos.
Estas previsiones se suman a las de las entidades financieras HSBC y Banco Santander, que bajaron el aumento del PIB para 2017 al 1.7 por ciento.
HSBC había estimado para el próximo año que la nación latinoamericana expandiría su economía en un 2.3 por ciento, y el Santander en un 2.2 por ciento.
El Gobierno mexicano todavía no ha anunciado una rebaja en sus estimaciones de crecimiento, que colocan en un intervalo de entre el 2 por ciento y el 2.6 por ciento para este 2016.
El programa económico de 2017 “cuida nuestro mercado interno y detona inversión con lógica de mercado doméstico para poner a consideración de inversionistas muchos proyectos de infraestructura (…) y nos permiten anclar la perspectiva de crecimiento de México”, dijo la semana pasada el secretario de Hacienda, José Antonio Meade.