El filme, que tuvo un paso en el Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF) y FICUNAM, llega a 20 ciudades del país con una historia íntima sobre lo que significa buscar el rumbo de la vida desde una ciudad al norte del país.
Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).– La búsqueda por encontrar el camino de una vida desde la ciudad en que les tocó vivir, y que de alguna manera los ha definido, es la premisa de Días de Invierno, ópera prima del director Jaiziel Hernández, que llega este fin de semana a las salas de cine.
Lilia (Leticia Huijara) y Néstor (Miguel Narro) son madre e hijo, ambos atraviesan un momento difícil en sus vidas. Él lleva sobre sus hombros el peso de un futuro prometedor que no fue y que ahora se resume en un presente lleno incógnitas y desesperanzador entre quedarse en la ciudad norteña que lo vio nacer o probar suerte en Estados Unidos.
En tanto, Lilia acaba de dejar de trabajar y ahora busca algo más en su vida, algo que la llene por completo mientras se da cuenta que los recuerdos de difunto esposo comienzan a desvanecerse.
“Intentaba hacer un símil entre la vida del personaje protagonista y la coprotagonista, que es la mamá, porque ambos se encuentran en momento de crisis, como que su vida está cambiando. […] Están en la búsqueda del ‘ahora que sigue’”, cuenta Jaiziel Hernández en entrevista con SinEmbargo.
Néstor tiene 22 años y un trabajo de medio tiempo que lo mantiene estancado en la monotonía. Piensa en irse a buscar el sueño americano como sus hermanos, pero no termina de dar el paso y sigue su vida al ritmo de una ciudad con paisajes desolados e industrializados.
“Por un lado yo quería contar una historia que fuera de mi ciudad, de mi región, sentía que no estaba muy representada en el cine nacional, como por ejemplo Saltillo, Coahuila, realmente nunca se había visto en el cine. Por otro lado tenía la intención de hacer una película que fuera de temas familiares, cosas relacionadas con lo que yo he vivido, cercano a mí y amigos. Una historia que fuera una conjugación de todo”, explica Hernández.
Jaiziel Hernández utiliza a sus dos personajes principales para mostrar al espectador una vida que pudiera estar predeterminada por el lugar donde naciste y las actividades que se hacen.
“Me interesaba contar historias locales que ocurrieran ahí, que no fueran de la Ciudad de México hacia fuera, sino que fueran solamente de la región aunque fueran muy particulares de ahí, pero que se sintieran universales como las historias de padres a hijos, de como a veces el hijo menor tiene que encargase de los padres, ese tipo de cosas que ocurren en cualquier lugar”.
Como contraste de Saltillo, el director muestra también a la ciudad de Guanajuato, que convierte en ese sitio idílico en el que la familia solía pasar sus vacaciones en una cabaña y que ahora sólo el lugar de la nostalgia, una que ya es insostenible para poder avanzar.
Para poder contar su historia, que nació un en un taller de guión, Jaiziel Hernández buscó incluso a actores que tuvieran similitudes con sus personajes respecto a cómo es vivir en una ciudad como Saltillo, y los encontró.
“Hicimos casting pensando en encontrar gente que tuviera esta misma experiencia de haber salido de su casa, de su ciudad, por perseguir algo que quería hacer. Nos fuimos encontrando con eso, habían actores que eran de provincia o de la Ciudad de México o de Monterrey, y eso ayudaba mucho, que entendieran el contexto de la película y la forma que los personajes necesitaban”.
Días de Invierno, que tuvo un paso en el Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF) y FICUNAM, llega a 20 ciudades del país.
“Lo que más me interesa es que la gente se identifique, que vea la película y que diga que puede ser esa persona, o vea a sus familiares y amigos reflejados. Cuando se va al cine, se mete a la historia y se queda pensando después de días, es como que la película funcionó. Me gustaría eso, que la gente viera la película, que salga y que diga ‘la película está hablando de mí’”.