México, 16 Oct (Notimex).- El dolor neuropático puede afectar de manera adversa la calidad de vida del paciente tanto en función física como emocional y con altos costos sociales, pues a menudo se presenta con otras condiciones debilitantes.
En un comunicado, la Sociedad Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) refiere investigaciones recientes que demuestran que dicho trastorno altera 43 por ciento el estado de ánimo, 90 por ciento el sueño e incrementa ansiedad 55 por ciento de quien lo padece.
El organismo internacional lo define como el dolor iniciado o causado por una lesión primaria o disfunción del sistema nervioso central o periférico con alto grado de complejidad, pudiendo variar su intensidad desde leve hasta severo e incapacitante, incluso llevando a tendencias suicidas debido a su agudeza.
De acuerdo con un estudio, las personas que lo padecen dejan pasar hasta 19 meses en promedio antes de consultar a un médico acerca de sus síntomas, principalmente porque creen que el dolor va a desaparecer solo y llegan a visitar dos o más doctores antes de recibir el diagnóstico correcto.
Por su parte, Margarita Araujo, especialista en manejo de dolor, explica que un paciente con este trastorno neurológico puede presentar dolor punzante, ardoroso o similar a una descarga eléctrica, además de ser invalidante, progresivo y de larga duración.
En su opinión, esta afección representa un reto de salud pública a nivel mundial, debido a que comúnmente es subdiagnosticado, subtratado, y se asocia con sufrimiento, discapacidad, deterioro en la calidad de vida y costos elevados.
En el marco del Día Mundial contra el Dolor, a celebrarse este 17 de octubre, comenta que la mayoría de médicos que participaron en dicha investigación considera difícil identificar el dolor neuropático porque los tratamientos que pueden ser efectivos en otros tipos de dolor, generalmente no proveen alivio en estos pacientes.
La especialista agrega que no existen estimaciones sobre los costos en México, pero en Estados Unidos se presume que la discapacidad relacionada a este conjunto de enfermedades asciende a 40 billones de dólares anuales.
