Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).- La solemnidad del Real Madrid se ha envuelto en el hermetismo económico de los dos últimos movimientos que se han dado desde la entidad merengue. Presumiendo poderío económico, el equipo blanco ha confirmado la presencia duradera de dos de los mejores jugadores del mundo. Bale y Cristiano Ronaldo juegan por los extremos del once inicial del Madrid. Las dos alas bien abiertas, son un peligro constante para la portería rival.
En el último día del mercado veraniego, Gareth Bale fue confirmado como nuevo jugador del Real Madrid. El secreto a voces fue sacado a la luz. El galés posaba con la camiseta de uno de los mejores equipos del mundo. En una comparecencia ante los medio, Florentino Pérez declaró una cifra que rondaba los 91 millones de euros en plazos. El periodismo especializado siguió con las investigaciones luego de que desde Londres, Daniel Levy desmintió al magnate español .
Pérez es un hombre que tiene una cartera llena debido a sus fructíferos negocios en la rama de la construcción. Florentino construyó aquella era de los “Galácticos” con Zidane, Beckham, Figo y Ronaldo. Tras un periodo apartado de la presidencia, volvió con la misma filosofía. A diferencia de los tiempos pasados, la situación actual de España no permite muchos despilfarros sin que sean objeto de críticas desde múltiples sectores de la sociedad.
Florentino pidió a toda costa que no se diera a conocer que el monto final por el traspaso de Bale rondaría más de 100 millones de euros en un solo pago. Con las críticas por el fichaje aún en el aire, ayer Cristiano Ronaldo firmó su renovación hasta el 2018 con la entidad madridista. Con todo el ambiente solemne bien puesto, el portugués se refirió al Madrid como su casa después de meses de una negociación en medio de una relación agrietada con el presidente Pérez.
En septiembre de 2012, Ronaldo sorprendió a propios y extraños cuando dijo sentirse triste en el club. A partir de ese momento, clubes importantes de Europa pusieron en marcha diversos planes para contratarlo. Manchester United soñaba con el regreso del astro al suelo donde se curtió. El Paris Saint Germain estaba dispuesto a romper el mercado. Seguro de su talento, Cristiano buscaba ser el mejor pagado del mundo.
Ante las presiones externas, el Real Madrid aceleró las negociaciones a pesar de las agrietadas conversaciones entre presidente y jugador. Cristiano siguió con un paso estrafalario en su juego mientras el equipo se quedaba sin ganar algo el año pasado. La renovación de su contrato cierra con los rumores que lo ponían en distintos rumbos.
“El dinero no es lo más importante”, respondió ante la pregunta sobre su nuevo salario. Sin decirlo abiertamente, huyendo de las preguntas, el portugués ha superado los 17 millones que Zlatan Ibrahimovic gana en París y que lo encumbraban como el mejor pagado del mundo. Desde las oficinas del club se habla de 21 millones de euros anuales. Sin una declaración oficial, las críticas sociales vuelven a disparar directo al principal mandatario madrileño.
