¿Le gusta a usted el fútbol? Seguramente pertenece a esa mayoría que le encanta ese deporte. Pues bien, si es usted mexicano, debo informarle que mientras está viendo felizmente el Mundial de Fútbol celebrado en Brasil, los senadores utilizan ese elemento de distracción para consumar el gran robo del Siglo: la reforma energética.

Siga usted disfrutando, tomándose sus cervecitas frente a la pantalla plasma, cómodamente en su mullido sillón, porque el Senado aprueba mientras tanto las leyes secundarias de esa reforma para abrir a la iniciativa privada el sector energético nacional.

O si lo prefiere, váyase a ver los partidos a un bar o restaurante con los amigos, para disfrutar de ese maravilloso deporte, mientras las comisiones del Senado toman las decisiones importantes de este país y lo despojan a usted del único bien común que aún nos quedaba: el petróleo.

Pero le tengo dos noticias: una buena y una mala. Empezaré por la mala: México no pasara a la ronda de octavos de final. Por tanto, su ilusión durará solo un par de semanas, mientras eliminan al débil y mediocre equipo comandado por el nefasto Piojito.

Y no lo digo yo, lo dice la FIFA, que en su ranking mensual México estaría fuera porque de las 32 selecciones que participan en el Mundial, el Tri fue colocado en el sitio 20 de la clasificación, es decir, ni siquiera alcanzará a superar a sus compañeros del Grupo A.

Por más que les duela a los hinchas de la Selección mexicana, que lloran frente al televisor porque les anularon dos goles, pero no lloran cuando observan la estela de sufrimiento que está dejando la guerra de Enrique de Peña Nieto con miles de desaparecidos, ejecutados, desplazados y torturados; y ni se inmutan frente al despojo energético bajo las leyes del PRI-PAN, México quedará fuera en la primera fase.

Si usted es un gran aficionado del fútbol, prepárese psicológicamente porque por primera vez en seis mundiales, este sería el peor papel que haría nuestro equipo. Asúmalo, México ha sido históricamente perdedor. Por más que nos duela, damos pena. Y para humillarnos, allí están los grandes equipos: Alemania, Brasil, Colombia, Holanda, España… etcétera.

Por lo pronto, disfrute usted toda esta semana de mucho fútbol, con la ilusión inquebrantable en un imposible. Siéntese frente al televisor soñando que un milagro puede salvar al equipo balín del Piojo. Pero la realidad, a la siguiente semana, terminara por demostrarle, que su apuesta por el entretenimiento futbolero, mientras se consumía en el Senado las discusiones de las leyes secundarias de la reforma energética no valió la pena.

Pero me falta comentarle la buena noticia. Su frustración y desilusión podrá volcarla en algo positivo: atendiendo el desastre legislativo sobre la reforma energética, participando en las protestas, exhibiendo su rechazo al robo del Siglo, manifestando su enojo.

¿Qué le parece? Podrá disfrutar de una ilusión inalcanzable y a la vez, en la constatación de una realidad incuestionable: la reforma energética. En otro país, el Senado estaría cercado por los ciudadanos inconformes, las marchas paralizarían las ciudades. Pero en México, las ciudades se paralizan porque su gente está viendo el fútbol.

Mejor aún: podrá usted intentar evitar que los presidentes de las comisiones dictaminadoras de las leyes secundarias en materia energética, David Penchyna y Raúl Gracia, consuman su proyecto de ley de la industria eléctrica para consumar la expropiación de terrenos y propiedades particulares, ejidales y comunales cuyos dueños no lleguen a un acuerdo con las empresas trasnacionales sobre la renta o venta de los mismos.

Piense usted que su firme rechazo a estas barbaridades que el PRIAN pretende aprobar le beneficiará doblemente. Quizá uno de los ciudadanos a los que le robaran sus terrenos es usted mismo.

La fuerza ciudadana es la única que puede impedir estas nefastas modificaciones para el futuro de México y sus ciudadanos. Imagínese lo que se nos viene encima: “Las actividades de transmisión y distribución de energía eléctrica se consideran de interés social y orden público, por lo que tendrán preferencia sobre cualquier otra que implique el aprovechamiento de la superficie o del subsuelo de los terrenos afectos a aquellas”.

¿Tiene usted idea que están decidiendo por usted los Senadores de la República? Nuestros supuestos representantes que no nos consultaron, pretenden acordar la adquisición, uso, goce, servidumbre o afectación de la modalidad idónea para el desarrollo del proyecto eléctrico. No importa si es arrendamiento, ocupación superficial, comodato, compraventa y permuta.

¿Sabe usted que significa este tipo de leyes en caso de aprobarse? Pues sencillamente que usted podría ser elegido y ya no tendrá dónde ver sus partidos de fútbol, ni el próximo mundial. Es más ya no habrá habitación donde pueda colocar su mullido sillón y su pantalla de plasma.

Y si, México perderá, no será campeón mundial. Pero más perderá si usted no se moviliza, si no decide dejar su sillón de confort. Las Comisiones Unidas de Energía y de Estudios Legislativos Primera del Senado, reanudarán esta semana la discusión de las leyes secundarias de la reforma energética, para discutir además de las leyes de la industria eléctrica, las de la industria geotérmica, así como adiciones y modificaciones a la Ley de Aguas Nacionales.

Por lo pronto, siga usted viviendo la ilusión del Mundial. Dice el senador David Penchyna, del PRI y presidente de la Comisión de Energía que la vida de la república no se va a detener por un torneo de fútbol que además no es ningún distractor porque la ciudadanía es “responsable y madura”.

Lo invito entonces, a demostrar que el PRI tiene razón y que usted ferviente aficionado futbolero, está dispuesto a defender el petróleo con la misma vehemencia y sentimiento con la que vive el Mundial.

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Sanjuana Martínez

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Es periodista especializada en cobertura de crimen organizado.

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