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Gerardo Grande

16/04/2016 - 12:00 am

La fiesta de las letras al aire libre

El domingo 24 de abril en punto de las 11 de la mañana dará inicio el “V Festival de Poesía por Primavera, fiesta de las letras al aire libre”.

Liderado por el escritor Antonio Calera-Grobet y La Bota, el Poesía por Primavera se hace desde la calle y para la calle, con un escenario en la Plaza de San Jerónimo ofrece una jornada de lecturas imperdibles, además de acercar al peatón libros de poesía, narrativa, teatro y revistas independientes. Foto: Cuartoscuro
Liderado por el escritor Antonio Calera-Grobet y La Bota, el Poesía por Primavera se hace desde la calle y para la calle, con un escenario en la Plaza de San Jerónimo ofrece una jornada de lecturas imperdibles, además de acercar al peatón libros de poesía, narrativa, teatro y revistas independientes. Foto: Cuartoscuro

El domingo 24 de abril en punto de las 11 de la mañana dará inicio el “V Festival de Poesía por Primavera, fiesta de las letras al aire libre”. Los invito a que no se lo pierdan ya que es un evento que busca generar, entre otros placeres, el de la comunión a través de la poesía, la comida y la felicidad. Liderado por el escritor Antonio Calera-Grobet y La Bota, el Poesía por Primavera se hace desde la calle y para la calle, con un escenario en la Plaza de San Jerónimo (una de las más bellas del Centro Histórico de la Ciudad de México) ofrece una jornada de lecturas imperdibles, además de acercar al peatón libros de poesía, narrativa, teatro y revistas independientes. Todo junto en un mismo espacio en el que se espera una tarde de sol y frescura.

En esta ocasión el festival será escenario para más de 20 escritoras que darán voz a sus poemas desde las 11 hasta las 20:30 horas. Sin lugar a dudas, será un domingo para ir a compartir con la familia y los amigos. Pero el festejo no queda sólo en escuchar poemas de la voz de sus autoras y por qué no, la posibilidad de acercarse a ellas para intercambiar ideas e inquietudes. Antonio Calera hace el llamado para que entre todos hagamos La Gran Comilona, que consiste en reunirse cerca de las 14 horas, también ahí en la Plaza de San Jerónimo, para sentarnos juntos a la mesa que mide metros y metros de goce y fraternidad. Calera nos dice acerca de la motivación de La Gran Comilona “Crear una tarde entre pares, majestuosa. Pletórica. Un día en que fueran apareciendo las mesas sobre la acera, se decoraran con manteles de colores y arreglos de flores, se dispusieran los platos y los cubiertos para recibir a quien quisiera arrejuntarse a la fiesta. Un día libre de transas y ojetes (sean políticos o curitas, u otros líderes de pacotilla, en fin, toda la gentuza de quinta), sólo pues hecha por gente entera, esa que procura hacer el bien sin mirar a quién, o por lo menos no va por aplastar al otro, dispararle a lo que se mueva, metafóricamente, en la sien: sólo para gente neta. Quiero decir esa gente que cuando se topa con algo que está bien no osa en hacerle hoyos, atentar contra ello, mordisquearlo por sus complejos, sus limitaciones, sus envidias, sus odios.

Un día en que cada familia o grupo de amigos saque un plato de la historia familiar y lo ofrezca a los demás, lo que a ellos les gustaba más cuando niños (y les hacían su papá o su mamá, el abuelo o la abuela, quien fuera que les cocinara años atrás), una sopa o un guisado, un antojito o un tentempié para la hora de la comida, tal vez antes, quizá después. Que ese día nos platicáramos las historias en torno a las recetas en nuestra progenie o ascendencia (porque todas ellas tienen su chiste, sus mañas, sus rollos, sus meollos), tal como si fuéramos amigos de toda la vida, ahí en una plaza pública, en el centro de la enorme concurrencia, por el simple hecho, el grande y humilde gesto de cocinar, para invitar al otro (al jardinero, al herrero, al abarrotero, al cartero, al limosnero, al lechero, al barrendero), por primera vez, a platicar: hacer patria, crear sociedad. Cosa estética, ética, cosa fundamental. Olvidar tanta muerte, tanto malestar, tanta orfandad.”

Así, Antonio Calera y La Bota, una vez más echan toda la carne a la parrilla para deleitar a todo aquel que se acerque al V Festival de Poesía por Primavera, que contará con la participación de proyectos editoriales como: 2.0.1.3 Editorial, Textual, La caja de cerillos ediciones, Svarti Ediciones, Proyecto Literal, Taller Ditoria, Ediciones Simiente, Luzzeta Editores, Malpaís ediciones, Librería madero, La Torre de Lulio, Malpaís ediciones, Revista Moho, Mangos de Hacha, MiCielo Ediciones, Petirrojo Distribución, Revista Generación, Bonobos, VersoDestierro, entre otros. Y ya que hablamos de participantes, las escritoras que compartirán son: Daniela Dávila, Alina Denisse Hernández, Alicia García Bergua, Alexandra Fernández, Fernanda del Monte, Daniela Rey Serrata, Mónica González Velázquez, Muzy Eguiza, María Cristina Hall, Blanca Luz Pulido, Paola Gallo, Guadalupe Galván, Tatiana Lipkes, Mercedes Luna Fuentes, Tamara León, Julia Santibañez, Andrea Alzati, Ingrid Valencia, Martha Rodríguez Mega, Fátima López, Valeria Guzmán, Roxana Elvridge-Thomas, Karen Plata, Zel Cabrera, Tania Carrera,Ana Escoto, Miréia Anieva, Camila Krauss, Zazil Collins, Jocelyn Pantoja, Mónica Maristain, Ginn Arias-Lauri García Dueñas, Andrea Muriel, Aleida Belem Salazar, Julia Piastro, Raquel Huerta-Nava, Eva Castañeda,Patricia Arrendondo, Valeria Mata, Claudina Domingo, Nadia Escalante, Rocío Cerón y Paola Llamas Dinero.

Para esta ocasión, Patricia Arredondo, Paola Gallo, Fátima López y Julia Piastro, nos comparten su punto de vista respecto a este festival y las lecturas al aire libre.

¿Qué significa para ustedes mostrar su trabajo a un público abierto en el Centro Histórico?

Patricia Arredondo:

En este año en específico en la misma fecha que la lectura se llevará a cabo una marcha contra la violencia hacia las mujeres. El festival estará enmarcado por ella. Ahora bien, es criticado que el ambiente literario es un ambiente en muchos sentidos machista. Creo que esta lectura en conjunto será algo significativo en ese sentido.

Paola Gallo:

El año pasado me tocó vivir la experiencia y creo que es una oportunidad para socializar con la comunidad, no sólo por el hecho evidente de exponer tus textos en voz alta en el espacio público y que se acerque el vecino o la vecina y te escuche o simplemente siga de largo porque le cierran la tortillería. No, también está la instancia de la comilona que es otro espacio para compartir con la comunidad y probar el chicharrón en salsa que trae la vecina de la vuelta, los quesos y manjares que La Bota se encargó de acondicionar sobre una mesa eterna con mantel blanco. Me pareció una preciosa iniciativa, compartir la mesa con desconocidos te regala esa armonía y una complicidad especial.

Julia Piastro:

Me parece algo bueno, pero insuficiente: hay muchos espacios en la ciudad que han sido olvidados por la literatura, donde no es posible encontrar bibliotecas y donde los poetas no suelen siquiera pararse, por no hablar del Estado de México. Necesitamos diversificar nuestros espacios y acercarnos a la realidad de una ciudad que no lee.

Fátima López:

Las lecturas en la calle son siempre caóticas y mágicas a la vez. Por un lado, sientes que nadie te escucha y, por el otro, observas casi sin querer que –por allá– pasó alguien que se llevó una palabra o un versito; otro más que se detuvo y se sentó hasta el frente; otros que comentan lo que el poema les genera; hay unos más que no hacen caso pero que están envueltos en la mística del momento sin saber bien a bien qué pasa. Las lecturas callejeras son siempre un hermoso caos. Y en el Centro Histórico, será doblemente caótico y doblemente mágico.

Por la invitación a este festival, me siento profundamente honrada, ya que he estado al pendiente de él en ediciones anteriores y es la primera vez que me invitan. ¡Gracias a Toño Calera!

¿Qué papel crees que tiene la poesía en este México convulso?

Paola Gallo:

Creo que la poesía opera como un espacio de resistencia, ya hace unos años Eduardo Milán lo deja bien claro en su conocida arenga de “insistir en la resistencia”. Hoy en día, en medio de tanta violencia, injusticia y frivolidad que nos rodea, resistir podría ser: seguir creyendo que la poesía puede abrir un umbral por donde acercarnos a la gente y mostrarle que existen otras experiencias posibles con el lenguaje, no sólo un uso instrumental y comunicativo. Las palabras pueden despertar emociones, generar belleza. Y todo eso cura.

¿Qué opinan sobre la salud de las editoriales independientes?

Julia Piastro:

En México, las editoriales independientes se están radicalizando y lo harán cada vez más, en la medida en que el neoliberalismo va haciendo lo mismo, en un movimiento inversamente proporcional de silenciamiento y resistencia. Creo.

Fátima López:

Las editoriales independientes son, sin lugar a dudas, la mejor apuesta del mundo editorial hoy en día, tanto para autores, lectores como editores. Sin línea de contenidos, sin concesiones ni requisitos, representan el terreno de mayor libertad creativa en la industria.
Esto las pone en aprietos ya que la libertad cuesta y tiene sus riesgos, sobre todo económicos y de distribución. Este me parece el reto más grande que enfrentan por el momento.

¿Te gustaría mencionar una o algunas editoriales mexicanas que consideras que marcaron un hito en el mundo literario independiente?

Fátima López:

Para mí, el trabajo de Hugo Gola en la revista y la colección “Poesía y poética”, y luego en “El poeta y su trabajo” trazó el camino para muchas editoriales independientes que surgieron después. Gola y su maravilloso equipo compartieron la poesía de muchos autores casi desconocidos en México, lograron grandes traducciones y generaron nuevos lectores. Su criterio editorial era impecable y respondía a una búsqueda creativa específica a la que siempre fueron fieles.
Mencionaría también a Ediciones Sin nombre, o a Verdehalago solo por tener una versión espectacular de “Los poemas de amor de Marichiko” de Kenneth Rexroth, traducida por Pablo Boullosa. Pero este es casi un fetiche personal y hay muchas otras editoriales con textos imprescindibles, pero no quiero mencionar más por temor a olvidarme de algunas.
Así que este domingo 24 de abril en punto de las 11 de la mañana, La Plaza San Jerónimo será escenario de belleza y fraternidad, que así sea.

Gerardo Grande
Gerardo Grande (Ciudad de México, 1991). Poeta. Publicó La edad atómica (La Bella Varsovia, Córdoba, España, 2014), Fiesta brava (Neutrinos, Entre Ríos, Argentina, 2015), Seguir (Eloísa Cartonera, Buenos Aires, Argentina, 2016). Es co-compilador de Astronave, panorámica de poesía mexicana 1985-1993 (UANL-UNAM, México, 2015).

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