Para Ludka
La danza del venado forma parte de la riqueza cultural y las tradiciones de las etnias del norte de México. El ritual a pesar de ser exclusivo de los yaquis, mayos y tarahumaras de Sonora, se ha difundido por todo el país debido a su belleza y singularidad. En la danza participan varios personajes: el venado, los cazadores o pascolas y el coyote, que están acompañados por músicos que tocan flautas de carrizo y un tambor. Además tanto el venado como los pascolas llevan unos cascabeles amarrados en las pantorrillas que al bailar van sonando y complementando a la música. ¿Alguna vez se han detenido a mirar los cascabeles de los danzantes?
Los cascabeles se denominan tenábaris, ténabaris o tenebois y no son conchas de mar o semillas de alguna planta desértica como podríamos imaginar, sino capullos de mariposa. La mariposa en cuestión es la polilla denominada Cuatro espejos (Rothschildia cincta cincta) originaria de los bosques caducifolios de región oeste de Sonora. Lo ténabaris están elaborados con el capullo de la mariposa utilizado como contenedor en donde se introducen pequeñas piedras colectadas de los hormigueros, que al bailar producen el sonido característico. Los capullos son cosidos con hilo de algodón y unidos en una hilera para alcanzar una brazada de 75 capullos con una longitud de 1.2 m. Sin embargo, la longitud de los ténabaris varía dependiendo del personaje que se represente en la danza, el venado tiene ténabaris cortos mientras que para los pascolas los tenábaris llegan hasta las rodillas y pueden tener hasta 600 capullos por pierna. En el mercado se venden por brazada en 500 pesos, por lo que un atuendo para pascola sobrepasa los 2,000 pesos.
Históricamente los yaquis y mayos han colectado los capullos de esta mariposa sobre los árboles de sangregado donde se alimentaron las orugas. Los colectaban una vez que la mariposa ya había emergido y por lo tanto no tenían un impacto significativo en las mariposas. Como suele suceder con el crecimiento poblacional de los humanos, ahora la demanda por los ténabaris es muy grande y al parecer las poblaciones de la mariposa cuatro espejo están disminuyendo. Aunado a esto, el proceso de cambio de uso de suelo en la región es muy alto y la vegetación nativa se encuentra restringida a pequeños manchones, por lo que la mariposa cuatro espejos parece estar bajo una gran presión por pérdida de hábitat y sobreexplotación.
Investigadores de la Universidad de Sinaloa han realizado varios trabajos para evaluar las poblaciones de la mariposa y encontraron que tanto larvas como adultos eran escasos, por lo que proponen que se debería incluir en la Norma Oficial 059 en donde se catalogan las especies mexicanas que están amenazadas, en peligro de extinción o que debieran tener alguna protección especial para su conservación. En particular, Salomón (2012) después de realizar una evaluación de riesgo considera que la mariposa Cuatro espejos debería incluirse dentro de la categoría “Amenazada” puesto que varias de sus poblaciones han desaparecido y en los sitios donde todavía existe presenta pocos individuos.
Debido a que la danza del venado es una tradición única que forma parte del patrimonio intangible de México y que por lo tanto deberíamos conservar, sería muy importante realizar acciones que impidan la extinción de la mariposa Cuatro Espejos y que al mismo tiempo pudieran generar ingresos para los pobladores locales. En este caso dado que se conoce la planta hospedera de la mariposa, el sangregado, una posibilidad sería sembrar árboles formando pequeños bosquetes, donde se pudieran cultivar a las mariposas cuatro espejos de la misma forma que se realiza el cultivo de los gusanos de la seda o el cultivo de las mariposas para los mariposarios de exhibición. Este tipo de manejo permitiría la producción de suficientes capullos para los danzantes y para las artesanías, sin afectar a las poblaciones naturales de las mariposas, sin embargo además sería necesario implementar acciones de conservación para que los remanentes de vegetación de la región permitieran el crecimiento “natural” de la mariposa.
En general los mexicanos tenemos un mayor conocimiento de la cultura de las etnias del centro y sur de nuestro país, de los mexicas o los mayas, sin embargo la gran diversidad cultural de nuestro país se distribuye por todo el territorio por lo que deberíamos ampliar nuestro conocimiento de ellas. En particular para conocer más sobre los grupos étnicos del norte de México los invito a visitar una exposición temporal muy bonita que se exhibe actualmente en el Castillo de Chapultepec denominada “Norte infinito. Pueblos indígenas en movimiento”(2). Estoy convencida que conociendo mas nuestra cultura y biodiversidad respetaremos y conservaremos mejor nuestras riquezas bioculturales que permitirán el desarrollo de las nuevas generaciones de mexicanos.
(1) Salomón, B. 2012. Aplicación del Método de Evaluación de Riesgo (MER), en Rothschildia cincta cincta, para su inclusión en la NOM-059-SEMARNAT-2010. Tesis de Maestría en Ingeniería Ambiental. Universidad Autónoma de Sinaloa.
(2) http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=3132