El Eje del Mal

16/03/2012 - 12:02 am

Han pasado 16 años desde que Caspar Weinberger, quien fungiera como secretario de Estado durante la administración de Ronald Reagan, escribiera en su libro The next wars, la potencial guerra en la frontera entre México y Estados Unidos a causa del tráfico de las drogas.

Tras hablar de posibles conflictos en Corea del Norte e Irán, en su publicación, Weinberger dedica el tercer capítulo a México. En él, plantea que en el 2003 México y Estados Unidos podrían entrar en un escenario de guerra debido a un liderazgo corrupto y liderado por el narco.

Durante las entrevistas que le hicieron siempre hablaba de escenarios o hipótesis para hablar de lo que, en su opinión, los ejércitos de Estados Unidos tendrían que afrontar pasada la Guerra Fría.

Hoy pareciera que ese escenario es más que posible cuando el FBI señala a Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, como la persona más buscada. Después de la muerte de Osama bin Laden, el narcotraficante, señalado por Forbes en algún momento como uno de los hombres más influyentes y con una fortuna de unos mil millones de dólares, es perseguido por sus actividades ilícitas.

A la vez, elementos de la Guardia Nacional se encuentran apostados en la frontera y se ha intensificado la campaña dentro de Estados Unidos de un México inseguro y prácticamente fuera de control. La última alerta por parte del gobierno de Washington señalaba 17 entidades de la República, prácticamente el 50% del territorio mexicano, como inseguras para hacer turismo o viajar a ellas.

Si bien este último anuncio casi hace que nos desgarremos las vestiduras porque los números señalan que México batió récord con los 22 millones de visitantes que tuvo en el 2011, no nos ayuda mucho cuando las noticias más recientes son las balaceras en Nuevo Laredo, en Saltillo y Monterrey. En el mismo Nuevo Laredo, tan sólo algunos días atrás, estalló un artefacto en el centro comercial Paseo Reforma,  en el que un bebé de 18 meses resultó muerto. A la vez, Guadalajara mostró su rostro violento con las imágenes de un cuerpo carbonizado en un autobús después de los narco bloqueos.

Todos esos nuevos muertos se acumulan a los ya 13 mil que van durante este último año de gobierno del presidente Felipe Calderón y a los casi 60 que ya se contabilizan desde que en el año 2006 puso al Ejército y a la Policía Federal a ejercer tareas de seguridad.

Con este escenario es que los republicanos y los militares en una campaña cada vez más directa, han presionado al gobierno de Barack Obama pidiendo que se integre la cláusula de terrorismo en la Iniciativa Mérida.

A su vez, el general Charles Jacoby, jefe del Comando Norte del Ejército de Estados Unidos y quien ha estado destacado en Irak y Afganistán, consideró a los cárteles como un enemigo “brutal y adaptable”, y aunque comentó que a finales del 2011 se veía una baja en la violencia, por ahora no se puede concluir si se está ganando o perdiendo la lucha contra el narcotráfico en México.

“Se ha logrado sacar del terreno a 22 de las 37 figuras del crimen organizado en México, pero eso no tiene un efecto palpable”, dijo Jacoby durante una audiencia realizada esta misma semana ante el Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos.

De la mano de estas declaraciones, el general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur del Ejército estadounidense, recordó durante esta misma audiencia que en diciembre pasado el Departamento del Tesoro encontró que el grupo extremista Hezbollah y el cártel de Los Zetas estaban conectados.

De acuerdo con el militar, el libanés Ayman Joumaa habría lavado unos 850 millones de dólares para Los Zetas a través de un banco canadiense, además de que fue acusado de traficar con toneladas de cocaína provenientes de Sudamérica a Estados Unidos.

Fraser mismo, durante su alocución, comparó a nuestro país con naciones ubicadas, según el Gobierno de Estados Unidos como parte del Eje del Mal: “Sabemos por nuestras experiencias en Afganistán e Irak que, en la frontera, las instituciones débiles son explotadas por la actividad maligna, ilícita, y ésta, que en verdad es el corazón y alma, el motor económico de las organizaciones criminales trasnacionales, se expresa en la frontera… tráfico ilícito de personas, armas, efectivo y drogas”.

Ahora bien, como respuesta a las posibles conexiones entre grupos extremistas y los cárteles mexicanos, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, señaló en una entrevista radiofónica que si bien no se han establecido las conexiones reales, “no podemos ignorar que es un riesgo potencial”.

Y mientras las declaraciones se cuestionan en un lado y otro, la efectividad de la lucha contra el narcotráfico, la idea de abatir el “terrorismo” en México y de hacer de “El Chapo” el próximo Osama bin Laden aumentan. A la vez, el mismo gobierno de Estados Unidos comienza a hacer señalamientos sobre la posible relación entre autoridades mexicanas y el líder del cártel de Sinaloa.

De acuerdo con una nota de El Semanario, funcionarios de Estados Unidos aseguraron en una entrevista en ABC News que sus cuerpos de inteligencia han sido capaces de ubicar la ciudad y la manzana donde se encuentra Joaquín “El Chapo” Guzmán y luego reducir su localización a dos o tres casas. Sin embargo, cada vez que proporcionan a las autoridades mexicanas la información precisa para ubicar al narcotraficante, éste se las arregla para escapar, lo que ya genera sospechas.

Así, en medio de una creciente polémica sobre el papel y la eficacia de los militares de México en la lucha contra la delincuencia, el periódico The Houston Chronicle publicó en estos días la llegada de un marino de las fuerzas especiales SEAL y experto antiterrorismo a la embajada de México para servir como enlace con las tropas mexicanas para ayudarles a enfrentar a las organizaciones criminales.

El contraalmirante Colin Kilrain, ex comandante principal de las fuerzas especiales de la Marina de Estados Unidos, que el año pasado trabajó contra el terrorismo para el Consejo de Seguridad Nacional, asumió recientemente el cargo de agregado militar.

No importa que se diga que mientras se revelen operativos como “Rápido y Furioso” o el lavado de dinero que hizo la DEA de las operaciones de lavado de dinero, en las que pareciera que las estrategias por parte de Estados Unidos para apoyar la lucha han sido opuestas al objetivo. Estados Unidos parece abrir el escenario planteado por Weinberger hace casi ya dos décadas. Acusaciones sobre autoridades corruptas y nexos con los narcotraficantes, relaciones de los cárteles con grupos de terroristas y el envío de marines como enlace de los militares mexicanos hacen del tráfico de drogas el  tema central en la frontera, donde en muy baja intensidad pareciera haberse ya activado una guerra. México pareciera estar hoy ente las naciones del llamado el Eje del Mal.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas