Ciudad de México, 16 de febrero (SinEmbargo).– Un oso polar murió en un zoológico alemán por comerse un abrigo y una bolsa que por descuido, un visitante dejó caer, se enfermó y después de unos días escupía trozos de tela.
Anton, un oso polar de 25 años de edad, habitaba en el zoológico de Wilhelma en Stuttgart, Alemania, tras comerse la bolsa y el abrigo se enfermó, y días después los encargados se dieron cuenta que comenzó a escupir trozos de tela. Le dieron un medicamento para hacerlo vomitar y sacó restos de los objetos, sin embargo su estado de salud empeoró y finalmente murió, según informa en su portal la organización Igualdad Animal.
Andreas Woessner, encargado de Anton, dijo que el animal no solía comerse los objetos que caían en su hábitat. Sin embargo, el oso ya había ingerido previamente trozos de mochilas y chamarras, y además la autopsia reveló que también había comido un muñeco de trapo.
El oso polar murió de heridas internas severas e inflamación.
El caso de Antón, es el más reciente en una serie de muertes de animales, en el zoológico alemán, por comer objetos que caen en sus recintos. Egon, un hipopótamo, murió después de comerse una pelota de tenis. Charly, el único elefante marino que habitaba en el zoológico, tragó un oso de felpa, lo que le ocasionó la muerte.
