La OMS consideró que el aumento de casos de COVID-19 también es responsabilidad de lo que la gente deja de hacer.
GINEBRA (AP) — La conducta humana es la responsable de algunos aumentos recientes en los casos de COVID-19, no las nuevas variantes del coronavirus, cuyo impacto en lugares como Gran Bretaña, Sudáfrica y Brasil aún está por conocerse, afirmó el viernes el titular del Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud.
“Es muy fácil culpar a la variante y decir: ‘el virus lo hizo’", declaró el doctor Michael Ryan a la prensa. “Bueno, por desgracia, también es responsable lo que dejamos de hacer”.
Sus palabras fueron una alusión a las festividades de fin de año y otros contactos sociales, así como a la falta de disciplina en el distanciamiento social, la higiene regular de manos y el uso de mascarillas.
También el viernes, el Comité de Emergencias de la OMS emitió nuevas recomendaciones para que los países no exijan a los viajeros que llegan demostrar que están vacunados contra el COVID-19, y señaló que las decisiones sobre los viajes internacionales deben ser coordinadas, de tiempo limitado y estar sustentadas tanto en los riesgos como en la ciencia.
“Si ves la recomendación hecha por el comité sobre la vacunación de los viajeros, dice 'de momento’”, señaló Ryan. Agregó que las recomendaciones de este tipo subrayan que las vacunas todavía no son de aplicación generalizada y continúa sin saberse si impiden la transmisión entre las personas.
El comité emitió la recomendación al cabo de su primera reunión en tres meses. Para sorpresa de pocos, el panel coincidió en que la pandemia sigue siendo una emergencia sanitaria global, casi un año después de que la declarara con ese carácter.
Diversos países tratan de dilucidar cómo combatir las nuevas variantes que han avivado los temores sobre una aceleración de los contagios y que obligaron a imponer nuevos confinamientos y restringir actividades en lugares fuertemente afectados, como Europa.
El Gobierno británico ha prohibido las llegadas de personas procedentes de América del Sur y Portugal --principal puerto de llegada de los vuelos de Brasil--, con el fin de impedir que la variante en Brasil alcance Gran Bretaña y dé al traste a su programa de vacunación.
El comité dijo que alentará a los Estados a que “pongan en marcha propuestas coordinadas, de tiempo limitado y basadas en pruebas cuando adopten medidas sanitarias relacionadas con los viajes internacionales”.
También exhortó a los fabricantes de vacunas a que mejoren la disponibilidad de información de sus productos a la OMS, y señaló que una demora en este aspecto puede afectarle su capacidad para proveer una catalogación de emergencia que podría permitir un “acceso equitativo a las vacunas”.