San José, 15 nov (EFE).- El Gobierno de Costa Rica pidió a los países latinoamericanos por los que transitan migrantes cubanos hacia Estados Unidos acciones conjuntas para atender la situación que generó esta semana una crisis en la frontera entre Costa Rica y Panamá.
Un portavoz del Gobierno costarricense dijo hoy a Efe que desde el sábado se han entregado cerca de mil 600 visas de 7 días de validez a los cubanos, con lo que se ha descongestionado la frontera, pero al mismo tiempo el Gobierno solicitó actuar a los demás países que componen la ruta migratoria.
"El Gobierno de Costa Rica hace un llamado urgente a los países que han sido involucrados en el flujo ilegal de cubanos hacia Estados Unidos, para buscar una solución conjunta a este flujo irregular de personas, que pone en peligro la vida y los derechos humanos de las víctimas de ese negocio criminal", indicó en un comunicado la fuente oficial la noche del sábado.
Los cubanos han dicho que su intención es proseguir su ruta por tierra por el resto de países centroamericanos y México, hasta llegar a Estados Unidos.
El Gobierno costarricense aseguró en su declaración que Nicaragua ha puesto trabas, incluso el cierre de la frontera para los cubanos, desde que el pasado viernes Costa Rica comenzó a deportar a ese país a unos 300 que se encontraban detenidos en San José tras haber ingresado al país de manera ilegal.
Ante este panorama, el Gobierno de Costa Rica abogó por el establecimiento de acciones conjuntas entre los países latinoamericanos por los que transitan los cubanos en su ruta hacia Estados Unidos, movilizados por bandas de tráfico de personas que les cobran miles de dólares.
Según la versión de los inmigrantes, ellos salieron en avión desde Cuba hacia Ecuador, luego se movilizaron por vía terrestre hasta Colombia, allí siguieron por mar hasta Panamá, donde tomaron autobuses hasta la frontera con Costa Rica.
El pasado martes, las autoridades judiciales de Costa Rica desarticularon una organización criminal integrada por 12 personas, que se dedicaba a movilizar inmigrantes, principalmente cubanos, desde la frontera de ese país con Panamá hasta los límites con Nicaragua.
El Gobierno sospecha que esto provocó el masivo estancamiento de cubanos en Paso Canoas que comenzó al menos hace una semana.
"La situación de los inmigrantes cubanos víctimas de redes ilegales es un problema de carácter humanitario. Por esa razón, las autoridades costarricenses harán lo necesario para garantizar la dignidad y el respeto a la integridad personal de los hombres, mujeres y niños que viven esta angustiosa situación", agregó la fuente oficial en el comunicado.
El Gobierno agradeció el apoyo de la Cruz Roja, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil que prestaron asistencia a los cubanos en Paso Canoas, donde muchos de ellos pasaron noches a la intemperie o hacinados en pequeños hoteles.
El Gobierno, la Cruz Roja y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informaron que están preparados para instalar campamentos en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua para brindar asistencia a los inmigrantes en caso de que Managua no permita su ingreso.