Exageración en noticias de salud es culpa de las universidades no de los medios

15/12/2014 - 12:00 am

Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).- Exageración en las noticias de salud no es culpa de los medios, si no de los comunicados que mandan las universidades, de acuerdo con un estudio realizado en Reino Unido.

Expertos de la Universidad de Cardiff, en Gales, analizaron 462 comunicados expedidos por 20 escuelas de este país durante 2011, revisaron también los estudios que éstos describían y las noticias publicadas en los medios, por lo que determinaron que el 40 por ciento de los cables de prensa tenían consejos exagerados, un tercio contenían afirmaciones de causalidad exageradas y el 36 por ciento tenía además inferencias exageradas sobre cómo las investigaciones con animales se aplican a las personas, de acuerdo con Medline.

Publicada en la revista BMJ, la investigación busca que se mejore la precisión de estas redacciones para reducir la difusión de noticias médicas engañosas, pues si los comunicados tenían contenidos exagerados, las noticias también.

Se observó que los consejos se exageraban en un 58 por ciento, 81 por ciento en las afirmaciones de causalidad y el 86 por ciento en el tercer rubro. Al contrario, si los escritos eran más precisos los porcentajes reducían a 17, 18 y 10 por ciento, respectivamente.

Imagen: Tomada de un video de BMJ sobre el estudio
Imagen: Tomada de un video de BMJ sobre el estudio

“La culpa es principalmente de la cultura en auge de la competitividad y la autopromoción de las universidades, lo que interactúa con la presión en aumento sobre los periodistas para que hagan más en menos tiempo”, dijeron justamente en un comunicado de prensa, Petroc Sumner y Chris Chambers, profesores de la universidad.

Y aunque a veces se culpa a los medios o a los periodistas por contar historias alarmantes, este nuevo estudio halló que estas fallas vienen desde la primera fuente. “Ya están presentes en el texto de los comunicados de prensa realizados por académicos y sus instituciones”, dijeron los investigadores.

La relevancia de estas conclusiones, según sus autores, está en que la manera en la que se comunica la información relacionada con la salud y la forma en la que el público la codifica, “tiene impactos complejos y potencialmente poderosos sobre la utilización de la asistencia sanitaria y otras conductas relacionadas con la salud en muchos países”, se lee en la página de BMJ.

Asimismo, los mensajes engañosos pueden tener efectos adversos, que van de los dramáticos como las psicosis por vacunación hasta que el efecto acumulativo de información errónea cotidiana pueda confundir y erosionar la confianza pública en la ciencia y la medicina, con consecuencias perjudiciales.

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