Por Lenin Ocampo
En comunidades de Tlacotepec, entre Campo Morado y El Durazno, desde hace dos días los militares dañan cultivos de ajonjolí y el manantial que abastece a las poblaciones. Piden que se cumpla el acuerdo con autoridades de que los sembradíos ilícitos se erradiquen por tierra y con machete, sin químicos, o podrían derribar los aparatos, advierten.
Chilpancingo, Guerrero, 15 de noviembre (ElSur).- Campesinos amapoleros de la sierra de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), denunciaron la fumigación mediante helicópteros militares cerca de las comunidades donde hay niños y plantíos que no son enervantes, y amenazaron “con derribar a los fumigadores” si el Gobierno federal continúa con esas acciones.
Un representante de las comunidades de Campo Morado y El Durazno manifestó vía telefónica que desde el miércoles, el “helicóptero del Ejército se encuentra fumigando esta zona, había un acuerdo con las autoridades de que no se iba a fumigar y todo lo iban a erradicar por tierra”.
Demandó que se les respete, “porque si no vamos a actuar, están afectando a nuestros niños… si no nos hacen caso le vamos a hacer como Lucio Cabañas, nosotros respetamos al militar, pero acá la cosa está de la jodida, está delicado lo que nos están haciendo”.
Expuso que entre Campo Morado y El Durazno se dañaron los cultivos de ajonjolí y el Ojo de Agua (manantial) que abastece a las comunidades.
La fuente propuso que la erradicación del plantío sea con machete, que seleccionen los cultivos ilícitos y los destruyan, porque la fumigación provoca daños a la salud y a cultivos que comen, y eso los afecta.
“Esta crisis esta de la jodida y nuestro gobierno no ha mandado apoyos, ya mucha gente emigró y va seguir emigrando”, reveló el poblador.
Desde febrero del 2018, El Sur fue el primer medio que dio a conocer la crisis de la amapola, cuando el precio se desplomó de 19 mil a siete mil pesos, los campesinos vaticinaron una guerra en el corredor Tlacotepec-Xochipala, además de robos y secuestros como una forma de salir ante la inminente crisis.
El mismo representante dijo que el Gobierno “no ve eso, la gente se va emputar ¿qué hizo Lucio [Cabañas]?, pues se armó, así nos vamos armar, está delicado, que las trocen (las plantas de amapola) por tierra, pero que no fumiguen nuestras comidas”.
Campo Morado pertenece a Heliodoro Castillo, pero se encuentra colindante con el municipio de Atoyac y cercano a El Provenir, poblado donde nació el guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.
“Van a pasar cosas más graves, la gente va responder, ya despertó, estamos de la chingada, estamos pobres, la neta si siguen fumigando la gente se va a rebelar contra nuestro Gobierno”, advirtió.
Demandó que no fumiguen cerca de las comunidades, “donde hay niños, porque ya hay enfermedades respiratorias y algunos pobladores ya han muerto de cáncer, cuando esas enfermedades hace 20 años ni había”.
Los pueblos afectados por las fumigaciones son Santa Elena, Otatlán, Pandoloma, Los Hoyos, Primavera, Primaverita, Buena Vista, Los Lavaderos, Margaritas, Capulines, El Frío, Pueblo Viejo, Las Juntas, Agua Zarca, La Aurora, Renacimiento, Chilpancinguito, Campo Morado y el Durazno, pertenecientes a Heliodoro Castillo.
Desde diciembre de 2018 los pobladores de estas comunidades han demandado a los gobiernos federal y estatal proyectos para terminar con la siembra de la amapola. Hace un año retuvieron un helicóptero militar en Campo Morado, para pedir a las autoridades que fueran recibidos.
En mayo retuvieron a militares en un campamento permanente en la comunidad de Puerto del Gallo, para pedir al Gobierno la entrega de fertilizante y la no fumigación de la amapola.
Hace una semana los mismo pobladores volvieron a retener militares en la comunidad de Las Margaritas, para pedir una reunión con el Gobernador Héctor Astudillo Flores y autoridades federales.