Author image

Álvaro Delgado Gómez

15/10/2024 - 12:05 am

Historia de lo Inmediato: Narco García Luna, narco Calderón

“Calderón siempre supo de los vínculos de García Luna con los criminales que protegió desde que Fox lo hizo director de la Policía Judicial Federal”.

Desde su escondrijo en España, Felipe Calderón tiembla: La sentencia contra el narcotraficante Genaro García Luna, quien desde febrero de 2023 fue encontrado culpable de importación, posesión y distribución de cocaína a Estados Unidos, así como participar en una empresa criminal continua y mentir a las autoridades, lo alcanza también a él como jefe, amigo y cómplice del falso superpolicía que debe ser llamado el capo de los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN).

Con la sentencia dictada por el juez Brian Cogan, prevista para este miércoles 16 de octubre en la Corte de Nueva York, se acredita que Calderón encabezó un narcogobierno en el sexenio 2006-2012, pero también tiene ese sello el de Vicente Fox, 2000-2006, quien dejó libre a Joaquín “El Chapo” Guzmán en enero de 2001, menos de dos meses después de asumir el cargo, el mismo capo al que protegió García Luna.

Por más que se haga el desentendido, y hasta acuse traición, Calderón siempre supo de los vínculos de García Luna con los criminales que protegió desde que Fox lo hizo director de la Policía Judicial Federal en la extinta Procuraduría General de la República (PGR) y creó la Agencia Federal de Investigación, la misma que generó el escándalo de Florance Cassez y que desde entonces estableció extensas redes de complicidad.

Calderón es muy acomplejado e inepto, vendepatrias también, pero probó ser muy controlador desde que era presidente del PAN y ya en el gobierno, después del fraude de 2006. Nada se hacía sin su aval y autorización, hasta en lo más ordinario, como los licuados para adelgazar que hizo populares en su gabinete y el acopio de bebidas alcohólicas.

Dos personajes eran la debilidad de Calderón: Juan Camilo Mouriño y García Luna, quien a la muerte del primero, en noviembre de 2008, hasta ahora bajo sospecha, acumuló todo el poder por decisión de su jefe y por sus propios cortejos al gabinete, a periodistas y a medios, vía la asignación de escoltas y de contratos.

Fue precisamente Mouriño quien a nombre Calderón y con el conocimiento del secretario Guillermo Galván encomendó al general Mario Arturo Acosta Chaparro reunirse con los jefes de los cárteles para pactar el reparto del territorio y disminuir la violencia. Así lo hizo el militar hasta que el entonces secretario de Gobernación murió en un avionazo en noviembre de 2008, en el que también pereció el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, enemigo de García Luna.

Calderón nunca ha hablado de esta trama, pero todos los detalles los conoce como nadie el abogado José Antonio Ortega Sánchez, a quien Acosta Chaparro le entregó toda la información sobre sus reuniones con los capos: “El general estaba tratando de calmar la violencia que había en el país a encargo de Mouriño, y los anduvo visitando”.

—¿Cuál era el objetivo?

—El general me dijo que el encargo de Mouriño era pacificar al país. Era decir: “bájenle a la violencia y cada quien quédese con su plaza, hagan su negocio, que siga adelante, pero bájenle a la violencia”. Ése era el mensaje.

Acosta Chaparro, un militar clave en la represión contra los movimientos sociales desde la década de los sesenta, se entrevistó con “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, sentenciado a cadena perpetua y de cuya captura se originó la de García Luna; con Vicente Carrillo, jefe del Cártel de Juárez; con Arturo Beltrán Leyva, y con Heriberto Lazcano, “El Lazca”, del Cártel del Golfo, quien le preguntó de parte de quién lo buscaba. El militar respondió: “Mira, pendejo, te viene a ver un general del Ejército. No puede venir de nadie más que de parte del Presidente”.

Calderón nunca ha dicho una sola palabra de esta negociación de su gobierno con los narcos, que fue un fiasco, porque los Beltrán Leyva afirmaron que García Luna ya estaba a favor del Cártel de Sinaloa y con la muerte de Mouriño, el 4 de noviembre de 2008, se terminó de romper la interlocución con todos los criminales, sobre todo con los que eran enemigos de los Chapos.

Después Acosta Chaparro fue asesinado a balazos, el 20 de abril de 2012, tras una reunión en el Restaurante del Lago de Chapultepec con el abogado Ortega Sánchez y el general Tomás Ángeles Dauahare, quien le informó a Calderón de los nexos criminales de García Luna desde el inicio del gobierno, en el que fue subsecretario de la Defensa Nacional.

Tres fotografías de la última reunión de Acosta Chaparro con el general Ángeles Dauahare y Ortega Sánchez se publicaron al día siguiente del asesinato del militar, el 21 de mayo  de 2012, en el diario 24 Horas, cuyo director era Raymundo Riva Palacio, amigo de Genaro García Luna, con el siguiente pie de foto: “Relaciones peligrosas. Los generales retirados Tomás Ángeles Dauahare y Mario Arturo Acosta Chaparro no eran vistos como amigos. De hecho el general Ángeles fue miembro del Tribunal Militar que lo juzgó por presuntos vínculos con el narcotráfico. Pero en el último año al menos, los dos se reunieron en tres ocasiones. La última, un día antes de que fuera asesinado el general Acosta Chaparro en el restaurante El Lago en Chapultepec, junto con el abogado y cercano al subsecretario de la Defensa, José Antonio Ortega Sánchez. Los generales Ángeles y Acosta Chaparro presuntamente estuvieron vinculados al cártel de los hermanos Beltrán Leyva”.

El abogado Ortega Sánchez me aseguró que los dos militares investigaban a García Luna y a otros altos funcionarios del gobierno de Calderón, incluyendo militares, vinculados al tráfico de drogas y por eso le dijo al entonces procurador de Justicia de la Ciudad de México, Jesús Rodríguez Almeida: “Los que tomaron las fotografías son los asesinos del general Acosta Chaparro”.

El crimen de Acosta Chaparro sigue impune hasta ahora en México, luego de que también fue encarcelado el general Ángeles Dauahare, por órdenes de Calderón, pero la justicia de Estados Unidos ya acreditó la culpabilidad del narcotraficante García Luna, cuya sentencia a 20 años de cárcel o a cadena perpetua se emitirá este miércoles.

Y por más que alegue inocencia desde su escondrijo en España, Calderón también está siendo sentenciado por ser jefe y cómplice de García Luna, el capo de los gobiernos del PAN…

Álvaro Delgado Gómez
Álvaro Delgado Gómez es periodista, nacido en Lagos de Moreno, Jalisco, en 1966. Empezó en 1986 como reportero y ha pasado por las redacciones de El Financiero, El Nacional y El Universal. En noviembre de 1994 ingresó como reportero al semanario Proceso, en el que fue jefe de Información Política y especializado en la cobertura de asuntos políticos. Ha escrito varios libros, entre los que destacan El Yunque, la ultraderecha en el poder (Plaza y Janés); El Ejército de Dios (Plaza y Janés) y El engaño. Prédica y práctica del PAN (Grijalbo). El amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas (Editorial Proceso) es su más reciente libro.

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas