Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).- Khloe Kardashian tiene la piel morena clara y los ojos claros. Es miembro de una familia que llena la prensa rosa con sus peculiares historias que muchos idolatran y otros tanto aborrecen. Ha sido portada de revistas debido a su sobrepeso que la hacia diferenciarse de sus esbeltas hermanas. Hoy, alejada de cuentos de farándula, ha puesto un ultimátum a su esposo. Lamar Odom tiene 33 años y una carrera destacada en la NBA, pero ahora es noticia por su adicción a las drogas.
Odom fue seleccionado por los Clippers de Los Ángeles en 1999 pero fue con los Lakers que construyó lo mejor de su carrera. Durante siete años bajo la disciplina del mítico Magic Johnson, se convirtió en el sexto mejor jugador profesional de basquetbol ganando dos campeonatos. Un tipo con cualidades para el juego de equipo está hoy a la deriva uniéndose a una larga lista de atletas vinculados con adicciones. El ahora agente libre fue detenido el viernes por la noche mientras conducía bajo los efectos de las drogas. Khloe le advirtió a él y a la prensa en general, que si no entra en rehabilitación, se divorciaría.
Lamar ha salido en varios episodios de “Keeping Up with the Kardashinas”, un reality show que muestra la vida de una familia que mueve la farándula estadounidense. Su boda fue transmitida por el canal E! con todo el protocolo que se maneja alrededor de las celebridades. En abril de 2011, una serie enfocada en el matrimonio del basquetbolista salió al aire. La vida alrededor de Odom cambió a partir de 2009 con el enlace matrimonial. Posee su propia compañía de producción musical y cinematográfica y apareció en un capítulo de “Entourage”, una serie de HBO. A la par de su carrera deportiva, un ambiente distinto lo empezó a arropar.
Hace dos semanas, el Merdeces-Benz de Lamar fue encontrado en una autopista de Los Ángeles para ser remolcado. Se fue de los Lakers despotricando contra la organización que quería replantearse el futuro en base a reorganizar su plantilla. El pivot de 33 años se fue a Dallas en donde jugó un año. Alejado del hábitat natural de su familia, sin los lentes de la cámara de paparazzis pendientes dé cada movimiento. Para 2012, el equipo que lo eligió en el draft al inicio del siglo XXI, lo recibió de vuelta. Los Clippers le dieron un lugar el roster y el cobijo de una ciudad a la que se acotumbró.
El 30 de agosto fue arrestado mientras conducía borracho. Los rumores sobre su fuerte adicción al alcohol y las drogas se incrementaron. Los rumores se confirmaron mientras Lamar negaba cualquier dependencia. Ante el ultimátum de su mujer, las nuevas noticias lamentan el presente de un ex campeón del mejor basquetbol del mundo. Aquella madrugada de finales de agosto, Lamar fue detenido y fue incapaz de pasar el control de alcohol que le hicieron los policías. Fue liberado después de pagar 15 mil dólares de fianza.
Khloe, adicta al Twitter, lamentó los incidentes y las burlas de la gente en un mensaje de 140 caracteres. En 2001, Lamar había sido suspendido por la NBA después de admitir consumo de mariguana. Hace dos años, se involucró en un choque automovilístico donde murió un joven de 15 años luego de estar en el hospital. El 27 de septiembre, en una corte de Los Ángeles, podría definirse mucho del futuro de un basquetbolista completo que se entregó al glamour que siempre conlleva ser un atleta profesional.
