“La presidencia de Trump se trata de pegarle a México”, dijo The Economist esta semana, reforzando la idea de que el Donald Trump usa al país como saco de boxeo cuando las cosas andan mal para él. El magnate lanzó nuevamente amenazas en contra de la industria automotriz a un día de que la encuesta realizada por Gallup revelara que es el Presidente electo peor evaluado por Estados Unidos, al menos de los últimos 20 años. Esta mañana escribió en su cuenta de Twitter: “Las empresas automovilísticas y otras, si quieren hacer negocios en nuestro país, tienen que empezar a hacer cosas aquí otra vez”. La advertencia del republicano se da apenas unos días después de que el Presidente mexicano Enrique Peña Nieto rechazara cualquier presión a empresas.
Ciudad de México, 15 de enero (SinEmbargo).– El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ratificó sus amenazas contra la industria automotriz, apenas unos días después de que el mandatario mexicano Enrique Peña Nieto rechazara cualquier presión o amenazas a empresas.
Trump parece repetir la fórmula que usó en campaña: cada vez que las cosas no le pintan bien, le pega a México.
A un día de que la encuesta realizada por Gallup revelara que el magnate es el Presidente electo peor evaluado por Estados Unidos, al menos de los últimos 20 años, esta mañana utilizó su cuenta de Twitter para confirmar la política comercial que planea durante su mandato: “Las empresas automovilísticas y otras, si quieren hacer negocios en nuestro país, tienen que empezar a hacer cosas aquí otra vez. ¡GANA!”, escribió.
will only get higher. Car companies and others, if they want to do business in our country, have to start making things here again. WIN!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 15 de enero de 2017
Las compañías armadoras que están establecidas en México vienen de todo el mundo. Trump tiene la idea de que es una competencia desleal que terminen autos aquí, y luego se los lleven a Estados Unidos sin gravámenes especiales gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“La presidencia de Trump se trata de pegarle a México”, dijo The Economist esta semana, reforzando la idea de que el magnate usa al país como saco de boxeo cuando las cosas andan mal para él.
Esta semana, una encuesta de Gallup confirmó que es el Presidente electo con menos popularidad de la historia reciente; ayer miles marcharon en 50 ciudades y otros más, entre ellos celebridades, se preparan para marchar.
Pero, como en la campaña electoral, Trump voltea hacia México cada vez que lo acorralan.
Así lo hizo el pasado 11 de enero cuando dio su primera conferencia como Presidente electo.
Sobre el muro declaró que las negociaciones con México para financiar la construcción de éste comenzarán en cuando él asuma el cargo.
Dijo: “Haremos el muro”. E insistió: “México va a pagar de una manera u otra”. También dijo que habrá un gran impuesto fronterizo para las empresas que quieran vender sus productos desde México.
“Ahora la gente sabe que si quieres mover tu fábrica a México y despedir a la gente, ya no sucederá porque pagarás muchas tasas. Se pueden ir a otro estado dentro de Estados Unidos. habrá una gran tasa de aduanas para los que van afuera”, agregó Trump.
“Podemos esperar año y medio, construiremos un muro. México, de alguna forma, nos compensará por los gastos y eso sí sucederá, es poco probable que paguen, pero lo hará”, apuntó el magnate.
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El republicano mencionó que muchas empresas regresarán a Estados Unidos para generar empleos.
“Creo que muchas industrias regresarán a EU como la automotriz Fiat, Chrysler, que construirán una gran fábrica en este país, no en otro país”, dijo. “Debemos de conseguir que la inversión regrese al país. Tenemos mucho talento”, agregó durante su primera conferencia a medios en más de cinco meses en la Trump Tower de Nueva York.
Tras destacar las inversiones de las automotrices, el republicano dijo que la industria farmacéutica también debe regresar a Estados Unidos.
Dijo que Estados Unidos va a ser “el mayor productor de empleos que Dios ha creado nunca”. Dijo que en las próximas semanas se anunciarán “grandes noticias” sobre empresas que van a expandir sus operaciones en el país y recordó los planes dados ya a conocer por compañías como Ford. “Creo que muchas industrias van a volver (a Estados Unidos)”, afirmó el magnate.
Trump dijo que Estados Unidos tiene grandes pérdidas en sus acuerdos con China, Japón y México.
En respuesta, el Presidente Enrique Peña Nieto dijo que no aceptaría amenazas del próximo Gobierno encabezado por Donald Trump, y señaló que Estados Unidos deberá garantizar su labor en la frontera.
“Rechazamos cualquier intento de influir en las decisiones de las empresas con base en el miedo y las amenazas”, en clara alusión a los amagos de Trump de imponer altos aranceles a las empresas que exporten sus productos de México a Estados Unidos o que saquen sus inversiones para traerlas a nuestro país.
CELEBRIDADES SE SUMAN EN CONTRA DE TRUMP
Ayer, miles de inmigrantes salieron a las calles de más de 50 ciudades de Estados Unidos para mostrarse “en pie de lucha” ante la retórica xenófoba y las políticas migratorias de Donald Trump.
En lo que llamaron el Día de Acción Nacional de los Inmigrantes y falta de seis días para que Trump asuma como Presidente del país, personas de varios grupos étnicos, religiosos y orientación sexual expresaron en varias marchas y actos su defensa a la población indocumentada y a los derechos civiles de la población.
Entre las principales reivindicaciones está la de proteger a los jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores” de la deportación, en caso de que Trump derogue las medidas ejecutivas que puso en marcha el todavía Presidente Barack Obama para evitar que fueran devueltos a sus países y concederles permiso de trabajo.
El Alcalde de Nueva York Bill de Blasio, el reverendo Al Sharpton y celebridades como Michael Moore, Mark Ruffalo y Rosie Perez tienen previsto asistir a una protesta contra Donald Trump el día antes de que asuma la presidencia de Estados Unidos.
Trump asume el día 20 de enero como Presidente de Estados Unidos.
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Los organizadores dijeron que esperan que miles de neoyorquinos asistan a la movilización en la ciudad del Presidente electo, que fue convocada por diversos grupos, entre ellos Greenpeace y el colectivo activista liberal MoveOn.
La protesta pretende ser un punto de partida para organizar la oposición a las políticas de Trump y apoyar a las ciudades para que adopten sus propias políticas sobre inmigración, cambio climático, atención sanitaria o derechos laborales, entre otros temas.
“Estamos enviando un mensaje a Washington de que lucharemos, a cada paso, contra la discriminación y las políticas nocivas hoy, mañana y todos los días”, afirmó Ruffalo en un comunicado.
Los participantes “están unidos en la defensa de los unos a los otros, como haremos a diario para proteger los valores que tanto apreciamos”, agregó.
La protesta también tiene como propósito dar realce a las medidas que puedan adoptar las ciudades a nivel local, como trabajar en su propia reducción de las emisiones de dióxido de carbono.
El elegido del republicano para dirigir la Agencia de Protección Ambiental, el actual fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt, ha cuestionado los datos científicos que muestran el calentamiento global y que la causa del fenómeno son las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero resultantes de las actividades del hombre.
Los manifestantes tienen previsto reunirse ante el Trump International Hotel and Tower, propiedad del magnate. El hotel está a menos de un kilómetro (media milla) de la Trump Tower, la residencia del presidente electo.