“Hay que dejar de llorar por el México que se frustró, para empezar a construir el México que todavía puede y debe de ser”, dijo alguna vez Manuel Clouthier del Rincón “El Maquío”, fallecido candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República.
La frase pronunciada el siglo pasado, cobra especial relevancia para los herederos del panismo en la actualidad, en momentos en que, con 76 años de vida política, les es urgente superar la crisis de credibilidad de la sociedad mexicana en los partidos políticos, para empezar a construir las estrategias que les permitan encarar el futuro.
Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).– Acción Nacional hoy es presidido por Ricardo Anaya Cortés un político joven que pretende sacudirse la dependencia de los intereses que lo colocaron en la dirigencia panista. Anaya prometió a los panistas conformar un partido unido y bien organizado; más cercano a los jóvenes y la ciudadanía en general, y que se convirtiera en referente de la oposición responsable respecto a los excesos y errores de la Presidencia de la República.
Anaya Cortés afirmó que la tarea del partido con 76 años de existencia será establecer estrategias para combatir la corrupción, al interior del partido y en general en todos los ámbitos de la política nacional, así como generar las condiciones para mejorar la economía y la calidad de vida de millones de mexicanos.
Los propios panistas, algunos de ellos consultados por SinEmbargo, reconocieron que la “regeneración” del PAN para afrontar el futuro, pasa necesariamente por solucionar diferentes pendientes como cerrar cicatrices internas, fomentar la unidad de las diferentes ideologías y corrientes y quitarse el estigma de solapar los actos de corrupción de parte de sus legisladores.
“El principal reto es recuperar la confianza de los ciudadanos. Durante muchos años el PAN fue visto como un partido que era la alternativa del cambio en México, era la alternativa del buen gobierno, de la honestidad, de la ética pública, la alternativa del compromiso con unos valores doctrinarios ideológicos inspirados en el humanismo político”, afirmó en entrevista Fernando Rodríguez Doval, integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN.
Sin embargo, esa “alternativa del buen gobierno” se esfumó del imaginario colectivo cuando el PAN copió las malas prácticas de décadas de gobierno priistas, durante los 12 años que fue gobierno.
Asimismo, se perdió la imagen de partido “honesto” tras una serie de escándalos por presuntos actos de corrupción o “moches” que involucraron al ex coordinador de los diputados panistas, Luis Alberto Villarreal, y otros legisladores panistas.
Dentro de sus objetivos inmediatos, el Partido Acción Nacional pretende regresar a Los Pinos en el 2018. Para lo cual el blanquiazul deberá contar con resultados favorables en las elecciones del próximo año, en donde estarán en juego 12 gubernaturas, casi la mitad de las existentes en el país.
Especialistas sostuvieron que la propuesta no sería descabellada, en tanto los panistas logren otros objetivos como son: mayor independencia respecto al Gobierno federal; más cercanía con el voto duro del PAN y con la ciudadanía en general, y realizar una limpieza profunda al interior del partido.
ES TIEMPO DE DEFINICIONES EN EL PAN: ESPECIALISTA
Nicolás Loza, profesor investigador de la Facultad Latinoamericana en Ciencias Sociales (Flacso), destacó que el PAN apuesta a la “poca memoria” de los mexicanos para que su acercamiento con el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, al inicio del presente sexenio, no sea un obstáculo en los próximos compromisos electorales.
“Sabemos que los electores tiene mala memoria, los escándalos, el problema de los moches por poner un ejemplo puede ser un asunto cerrado, si no vuelven a aparecer nuevos caso o semejantes”, explicó el académico.
Dentro de los retos panistas hacia el futuro, el especialista diferenció los aspectos electorales del programático. En el primero obviamente se encuentra tener buenos resultados en la cascada de elecciones venideras, mientras que el segundo se refiere a la reingeniería o regeneración interna panista.
El especialista consideró que el PAN debe definir la ideología que lo representará en los próximos años y dejarse de las ambigüedades que los han caracterizado en los años recientes.
"Yo creo que el PAN está empantanado desde hace mucho tiempo entre ser un partido conservador o ser un partido liberal, sabemos que tienen militantes, dirigentes, ideólogos de ambas posturas, pero creo que de cara a la sociedad mexicana y ante los cambios que están ocurriendo en el mundo, le urge hacer definiciones", destacó.
Nicolás Loza explicó que en el PAN el recién nombrado presidente tiene las herramientas de poder suficientes para generar un cambio en el partido. Principalmente, deberá evitar caer en el error del maderismo que fue excluyente con los grupos minoritarios.
“Internamente, el PAN tiene que darle juego a todas sus corrientes, a todas sus voces, tiene que hacerlas sentir reconocidas, representadas, y en la medida de lo posible reconstruir su unidad y lograr presentar un frente unido al exterior”.
Nicolás Loza, profesor investigador de Flacso, señaló que en el aspecto electoral el PAN tiene el desafío de recuperar el terreno perdido desde el 2006.
“A mí me parece que en lo electoral tiene un desafío enorme porque tienen que lograr recuperar posiciones locales que ha venido perdiendo, no de ahora sino de aproximadamente nueve años. Me refiero a gubernaturas y gobiernos municipales que fueron la vía del PRI para recuperar la Presidencia", explicó.
El académico consideró que si el PAN logra aparecer como un partido que vigila la transparencia, que promueve el combate a la impunidad, que logar castigar a quien incurre en corrupción, sin importar el partido político del que provenga, entonces podría volverse a colocar en el favor de los electores.
RETOS RECONOCIDOS POR EL PAN
En los pasillos de la sede nacional panista la palabra “regeneración” se repite como un mantra. Se trata de la oferta de campaña de Ricardo Anaya Cortés para que los panistas lo colocaran como su presidente nacional. Esta palabra y su significado se ha tomado muy en serio como la plataforma para enfrentar los retos del panismo como partido político.
La palabra también encaja perfectamente en un partido que ha llegado a su aniversario número 76, ya que fue fundado en 1939 por un grupo de ciudadanos e ideólogos con el propósito de crear una fuerza opositora al Gobierno emanado de la revolución.
“El primer reto es recuperar la confianza en los ciudadanos, tomando las acciones necesarias para que el PAN se regenere en campaña”, reconoció Fernando Rodríguez Doval.
Explicó que el partido deberá tomar un conjunto de medidas que le permita estar más unido, un partido que procese mejor los conflictos internos, y principalmente, estar mucho más vinculado con los ciudadanos.
Para ello, la estrategia a seguir pasará necesariamente por hacer un ejercicio de autocrítica y atención a los problemas sin hacer oídos sordos.
“El primer paso es la autocrítica. No hemos querido caer en el triunfalismo, en pensar que todo está bien. Al contrario nosotros hemos reconocido la situación por la que ha estado pasando el PAN, no solamente el PAN, sino la situación por la que ha estado atravesando la política en general”, afirmó el político capitalino.
En la actualidad los retos programáticos de Acción Nacional están contenidos en el decálogo presentado por su líder nacional desde la campaña durante el proceso interno.
Se trata de una serie de objetivos a mediano y largo plazo para intentar reposicionar al partido entre el gusto de los votantes de cara a los próximos compromisos electorales.
Pero más importante, el decálogo de Anaya pretende salvar al panismo del descrédito en que han caído todos los partidos políticos, y al mismo tiempo intenta devolver al partido su carácter opositor al régimen priista,. El cual se perdió con el acercamiento derivado del Pacto por México.
Ricardo Anaya, respaldado por ex gobernadores, senadores, diputados federales y presidentes municipales, ha señalado que su prioridad es fortalecer la unidad interna, renovar la imagen del blanquiazul, combatir la corrupción de militantes y evaluar el desempeño de los servidores públicos panistas.
“Estamos en un auténtico parteaguas, no solo para el PAN, para el país”, afirmó.
Para recuperar la imagen de oposición, el político queretano afirmó que no habrá alianzas electorales con el PRI y se pronunció por acelerar la depuración del padrón nacional de militantes panistas.
Decálogo de Anaya
1. Un PAN verdaderamente abierto a los ciudadanos. Implica postular como candidatos a ciudadanos honorables y ejemplares.
2. Un partido unido. “Basta ya de pleitos estériles entre panistas, es tiempo de reencuentro y de reconciliación”.
3. Un partido que atienda la formación y la capacitación de los militantes.
4. Un partido bien organizado con procesos internos verdaderamente confiables y con un padrón altamente confiable.
5. Un partido moderno, fresco, renovado, atractivo para los jóvenes.
6. Un partido con una línea programática y claramente definida
7. Un partido que enfrente al “PRI corrupto, corruptor, de ineficacia que hoy le da la vuelta al mundo”.
8. Un partido que evalúe a sus propios gobiernos de la mano de las universidades y de la sociedad civil.
9. Un partido íntegro y transparente, implacable contra la corrupción.
10. Un partido ganador.
UNIDAD INTERNA
Ricardo Anaya afirmó a SinEmbargo que la unidad en el partido no se logrará por decreto, ni con un buen discurso.
“La unidad se acredita en los hechos, dialogando, acercando posiciones, hablando con la verdad, haciendo acuerdos y cumpliendo la palabra a empeñar. Esa es una tarea cotidiana de la dirigencia”, dijo el líder panista.
Anaya Cortés reiteró que durante su presidencia no se impondrá ningún punto de vista en detrimento de la unidad partidista. Esta situación se ha observado durante el primer mes de su dirigencia, ya que Anaya ha privilegiado el diálogo y el consenso en el nombramiento de los coordinadores parlamentarios.
El queretano afirmó que la unidad en el PAN se promoverá desde la diversidad de pensamientos.
Esta situación responde principalmente a las fracturas que quedaron evidencias durante la presidencia de Gustavo Madero Muñoz, hoy Diputado plurinominal panista, cuando los “maderistas” y los “calderonistas” lucharon codo con codo por el control del PAN.
La fractura quedó más expuesta principalmente en las entidades en donde hubo procesos electorales en 2015, ya que en la mayoría de las candidaturas se impusieron los designios de “caciques” locales, con el evidente descontento de las minorías que fueron marginados a reducidos espacios dentro del partido.
El integrante del CEN del PAN, Fernando Rodríguez Doval, afirmó que la nueva dirigencia trabaja en una estrategia de unión al interior del partido.
“Hay muchos panistas que hasta ahora se han sentido excluidos en sus estados y a nivel regional”, reconoció el ex Diputado federal.
Rodríguez Doval explicó que uno de los principales objetivos es evitar que el partido llegue desunido a las futuras contiendas electorales, a partir de los conflictos que se generan al interior derivado de la pugna por las candidaturas.
“Queremos dar esas señales de inclusión de que en este partido cabemos todos, que el partido no tiene dueños ni está escriturado a nombre de nadie, sus dueños son los panistas pero también todos los ciudadanos”, dijo.
“Ya se dieron las primeras señales en la incorporación de la Comisión Permanente en donde se integraron a panistas que habían estado excluidos en la composición de anteriores dirigencias”, agregó el político capitalino.
Rodríguez Doval aseguró que el partido ya realiza un “trabajo político intenso” para fomentar la unidad y generar candidatos electorales sin provocar fisuras innecesarias.
COMBATE A LA CORRUPCIÓN
A pregunta expresa, Ricardo Anaya reconoció que el combate a la corrupción requiere atención hacia afuera y hacia adentro del PAN.
“El buen juez por su casa empieza y por eso ya aprobamos en el Consejo Nacional la creación de una comisión especial para combatir la corrupción al interior del Partido Acción Nacional”, dijo.
El panista reiteró su compromiso de que esta comisión quede plenamente integrada en los primeros 100 días de su administración, con el propósito de combatir la impunidad para cualquier militante panista.
“Quien cometa un acto de corrupción será castigado”, afirmó.
En el aspecto externo, Ricardo Anaya insistió en la urgente necesidad de aprobar la legislación secundaria del Sistema Nacional Anticorrupción, a fin de implementar los controles externos suficientes, para evitar que “se salgan con la suya” los políticos corruptos.
Al respecto, Fernando Rodríguez Doval reiteró que la nueva dirigencia nacional panista tiene el compromiso de “cero tolerancia a la corrupción”.
“En esta lucha, por supuesto que nosotros queremos que los legisladores, presidentes municipales, y gobernadores vinculados al PAN representen esa misma idea anticorrupción, esa idea de honestidad pública y eso es algo que vamos a estar defendiendo”, dijo.
Sobre los casos de corrupción en el pasado, el panista afirmó que el partido procederá legalmente contra cualquier integrante, siempre y cuando se compruebe que realmente hubo algún acto de corrupción.
“No nos prestaremos a vendettas políticas o cacerías de brujas, no nos prestaremos a eso, pero habrá cero tolerancia hacia la corrupción”, explicó Rodríguez Doval.
LIMPIEZA DEL PADRÓN
El líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, afirmó que la depuración del padrón de militantes panistas, también es un compromiso que se cumplirá durante los primeros 100 días de su administración.
“Estamos revisando distintos modelos de distintos partidos a nivel internacional y estaremos haciendo una propuesta concreta al Consejo Nacional. Quedará plenamente depurado nuestro padrón, primero vía el refrendo y, segundo, con una reingeniería de nuestros procesos de afiliación”, destacó.
Y se comprometió, además, a garantizar que quien se afilie al PAN, lo hará bajo los principios de máxima transparencia y de máxima certeza.
Al respecto, el ex Diputado federal, Fernando Rodríguez Doval, adelantó que habrá una depuración del actual padrón, pero que realmente significará una reingeniería del proceso de afiliación.
Sabemos que eso no ha estado funcionando, hay que decirlo con toda claridad, ese proceso ha generado camarillas, cacicazgos regionales de dirigentes que están más preocupados por ver por su interés personal o de grupo que por ver el interés del partido, ya no digamos el interés de México”, expuso el panista.