La firma estima que con este parque -que espera contribuir a la meta mexicana de alcanzar un 35 por ciento de generación limpia para 2024- se dejarán de emitir alrededor de 110.000 toneladas de dióxido de carbono anuales, el equivalente a retirar de circulación 30 mil vehículos al año. La puesta en marcha de este parque llega en un momento de gran cambio en la escena política con el arribo a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, muy crítico con la reforma energética de su antecesor, Enrique Peña Nieto, que abrió el sector a la iniciativa privada.
Por Martí Quintana
Hermosillo (México), 14 dic (EFE).- Con 305 hectáreas que se convierten en un horizonte sin fin de paneles, Iberdrola abre este diciembre su primer parque solar en México, con una capacidad instalada de 100 megavatios (Mw), equivalente a suministrar electricidad a 100 mil hogares.
“Es la primera planta de la modalidad que denominamos gran solar, por encima de 30 Mw. Y reafirma la apuesta de la empresa por las energías renovables. En específico, por la solar fotovoltaica”, señaló hoy a Efe el director de Iberdrola Renovables México, Alfonso Campos.
Ubicado en el norteño estado de Sonora, este monumental parque fotovoltaico -con una superficie equivalente a 34 estadios de béisbol- ha requerido una inversión de 135 millones de dólares.
A días de entrar en operación comercial, la planta solar de Hermosillo se erige, en medio de esta zona semidesértica pegada a la ciudad del mismo nombre, como un ejemplo más del potencial inversor, energético y verde de la segunda economía latinoamericana después de Brasil.
El proyecto se empezó a planificar en 2016 y a construir en marzo de 2017.
A lo largo de varios meses, este predio de propiedad privada se transformó en un ir y venir de camiones y contenedores que transportaron la friolera de 389 mil 580 paneles solares que llegaron desde China en barco.
A diferencia de otras plantas como las eólicas o las de ciclo combinado, el desafío fue sobre todo logístico por la complejidad de mover hacia el lugar miles y miles de piezas, bajo un sol abrasador y temperaturas por encima de los 40 grados centígrados.
“Fue un reto bestial y lo tuvimos todos los días durante cinco meses. Llegaban del orden de diez a doce contenedores, tanto de estructuras como de paneles”, explicó a Efe el director de Emplazamiento de la obra, Ángel Pinilla.
Para este experto de Iberdrola, compañía que lleva unos 20 años en México, entre las principales dificultades estuvo la de construir un camino en medio de la nada, y luego adaptarse a un terreno cambiante.
“La obra civil de esta planta es bastante extensa, fundamentalmente por el movimiento de tierras”, apuntó Pinilla, quien recordó que tuvieron, a lo largo de todo este tiempo, que batallar con un suelo “heterogéneo”, unas veces blando y otros de roca dura.
En su fase de construcción, la planta ha contado con más de 750 trabajadores, con un 100 por ciento de contratación de empresas nacionales y 80 por ciento de empleados y maquinaria locales.
Pese a las dificultades, el enclave no podía ser más perfecto: la región recibe alrededor de 2 mil 200 horas de radiación solar anual, convirtiéndose en un lugar magnífico para la generación de energía.
Según explicó a Efe Jorge Quiñones, director de Proyecto, para la construcción del parque se realizaron previamente dos informes; uno de impacto ambiental y otro justificativo para el cambio de uso del suelo, que se presentaron ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“Estos estudios son avalados y aprobados por la autoridad ambiental, la Semarnat, que nos pone una serie de términos y condicionantes para cumplir, como el rescate de especies o la reforestación”, indicó el directivo.
Con base en esto, el impacto ambiental se aminoró con un plan que contempló el rescate y reubicación de más de 1.000 ejemplares de fauna de unas cincuenta especies distintas, y se aportaron más de 14 millones de pesos (unos 690.000 dólares) al Fondo Forestal de la Semarnat.
La firma estima que con este parque -que espera contribuir a la meta mexicana de alcanzar un 35 por ciento de generación limpia para 2024- se dejarán de emitir alrededor de 110.000 toneladas de dióxido de carbono anuales, el equivalente a retirar de circulación 30 mil vehículos al año.
La puesta en marcha de este parque llega en un momento de gran cambio en la escena política con el arribo a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, muy crítico con la reforma energética de su antecesor, Enrique Peña Nieto, que abrió el sector a la iniciativa privada.
Recientemente se anunció la suspensión de la cuarta subasta de energía eléctrica a largo plazo. Pero el sector, lejos de asustarse, ha ofrecido colaboración al líder izquierdista y afirma que, al llegar al poder, es lógico que quiera revisar contratos antes de reactivar concursos.
Por su parte, Iberdrola subraya la visión a largo plazo que tiene para México, sustentada en grandes acciones a corto y mediano términos, como un plan estratégico de 2018 a 2022 con una inversión de 2 mil 800 millones de dólares.
Entre 2019 y 2020 se pondrán en marcha ocho centrales y, de cara a 2022, planea ya nuevas infraestructuras con las que espera alcanzar unos 12 mil 500 MW de potencia instalada.