Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón tuvieron durante sus administraciones la más alta producción petrolera en la historia de México y petroprecios récord que dieron altos márgenes de ganancia. De 2000 a 2012, el país obtuvo del crudo de Pemex, 7 billones 753 mil 200 millones de pesos. Sin embargo, la gran oportunidad que representó la captura de ese monto extraordinario se esfumó.
Ciudad de México, 14 de noviembre (SinEmbargo).– La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo expuso esta mañana que la deuda que carga (Petróleos Mexicanos) Pemex se dio en tan solo 10 años, en los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), cuando se buscó privatizar la paraestatal con el argumento de evitar el endeudamiento, cuando no fue así, ya que ésta aumentó 129.5 por ciento, al tiempo que bajó la producción de gas, de petróleo y gasolina.
“Resulta que bajó la producción de gas, bajó la producción de petróleo, bajó la producción de gasolinas, comenzó a importarse gasolina de una manera tremenda en el país. Entonces, el periodo neoliberal fue muy dañino para Pemex, muy dañino”, expresó este martes al anunciar la creación del nuevo régimen fiscal para la empresa.
En efecto, en este periodo mencionado tuvo lugar el saqueo de la paraestatal como han evidenciado las mismas cifras oficiales. Por ejemplo, con Calderón se benefició a la petrolera española Repsol, una de las favoritas en esa administración, aún cuando esto implicó un quebranto al patrimonio mexicano.
En 2011 Pemex adquirió acciones de Repsol que se devaluaron al año siguiente. Por ello, entre 2014 y 2017, ya en el Gobierno de Enrique Peña Nieto, la petrolera mexicana se deshizo de dichas acciones. Cifras oficiales señalan que la operación causó una pérdida de tres mil 500 millones de pesos para la petrolera mexicana.
También en la gestión del panista se establecieron los cimientos para el Complejo Etileno XXI ubicado en Coatzacoalcos, Veracruz, un negocio entre el consorcio Braskem-Idesa y Pemex Gas y Petroquímica Básica (hoy Pemex Transformación Industrial) que consistió en que la compañía subsidiaria de Odebrecht compraría etano a la petrolera, con un descuento inexplicable de 25 por ciento sobre el precio del mercado, lo que hacía super desventajosa la posición de Pemex.
Este negocio, como informó SinEmbargo desde agosto de 2020, generó pérdidas y gastos innecesarios a Pemex por al menos 7 mil 124 millones 963 mil 300 pesos entre 2015 y 2018, debido a pagos por servicios no efectuados, castigos por incumplimiento de contrato y políticas contractuales injustas para la Empresa Productiva del Estado.
El expresidente López Obrador denunció a su vez en marzo de 2021 que este contrato con Odebrecht que heredó el país de los mandatos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto provocó un quebranto total de 667 millones de dólares, equivalentes a 13 mil 749 millones de pesos, sólo entre 2016 y 2020.
López Obrador indicó también que la empresa brasileña Odebrecht tuvo facilidades en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, y también con Enrique Peña Nieto, pues apoyó la campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y hasta tuvo una sesión de consejo dentro de la ex Residencia Oficial de Los Pinos.
BONANZA Y SAQUEO
La Secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, dio a conocer este miércoles que entre 2012 y 2018, como resultado de la reforma de 2013 del expresidente Peña Nieto, el sector petrolero mexicano sufrió un abandono: “la inversión pública en exploración y producción disminuyó 55 por ciento, la producción de petróleo crudo cayó 28 por ciento y la de gas natural 22 por ciento; la perforación de pozos petroleros se redujo en 87 por ciento; y la producción de diésel y gasolina se desplomó en 61 y en 51 por ciento, respectivamente”.
“A este declive productivo se sumó un endeudamiento desmedido, la deuda de Pemex creció 129.5 por ciento en 10 años; y Pemex se convirtió en el periodo neoliberal en la petrolera más endeudada del mundo”, refirió.
Además, dijo, se privatizaron 90 áreas petroleras, algunas ya con yacimientos descubiertos, bajo el argumento de que el sector privado revertiría la caída en reservas, en producción e incrementaría la inversión en el sector, “pero ocurrió lo contrario, las inversiones prometidas por más de 200 mil millones de dólares nunca llegaron al sector y hoy el sector privado aporta apenas el 3 por ciento de la producción”.
La Presidenta Sheinbaum Pardo sostuvo a su vez que cuando se separa Pemex en estas subsidiarias lo que querían era privatizarla. “Y empezaron en el ‘contratismo’ tremendo que, al final, Pemex perdió muchas capacidades, y todo se contrataba”.
“Cuando ya se habló abiertamente de la privatización, pues fue con Calderón. Por eso, vino el movimiento de Las Adelitas en el 2008; y después, con Peña, que viene la reforma energética del 2013. Y según esto, se iba a evitar el endeudamiento de Pemex, y miren cómo se endeudó Pemex. Pero, además, ustedes díganme: Se endeudó Pemex, pero bueno, los indicadores de Pemex se fueron al cielo, es una maravilla. No, se endeuda en 129.5 por ciento. Entonces uno diría: ‘¡Ah, bueno!, aumentó la producción, las refinerías al máximo’. No, resulta que bajó la producción de gas, bajó la producción de petróleo, bajó la producción de gasolinas, comenzó a importarse gasolina de una manera tremenda en el país. Entonces, el periodo neoliberal fue muy dañino para Pemex”, indicó.
Una investigación de octubre de 2019 realizada por la revista Contralínea reveló por ejemplo cómo en el Gobierno de Calderón la producción petrolera sexenal ocupó el cuarto lugar en 42 años. La venta oro negro dejó ingresos totales de 545 mil 496 millones de dólares por la comercialización de 5 mil 891.10 millones de barriles en 6 años, a un precio altísimo de 92.56 dólares por barril, el más alto en el periodo en ese momento.
Con esos recursos Calderón pudo haber pagado la deuda total de Pemex con un sobrante de más de 300 mil millones de dólares. ¿Qué hubo en cambio? Los desfalcos que se han denunciado y la famosa refinería que prometió en Tula, Hidalgo, y que se llamaría Bicentenario y de la cual queda solo una barda, que costó más de 500 millones de pesos.
En el caso de Peña, los mismo datos de Contralínea indican que la producción diaria promedio sexenal fue de 2.33 millones de barriles diarios, la quinta en 42 años, con ingresos por venta promedio de 331 mil 997 millones de barriles, con el tercer precio más alto –de 65.80 dólares– en el periodo. Es decir, también tuvo los ingresos suficientes, pero pese a ello habló en enero de 2017 de cómo se había secado la gallina de los huevos de oro.
En ese entonces, Peña Nieto habló de cómo el yacimiento petrolero de Cantarrell llegó a producir 2 millones 200 mil barriles de petróleo diarios, una cifra que con Peña descendió a 200 mil barriles diarios. “La gallina de los huevos de oro [Pemex] se secó. Cantarell se nos fue secando. Mantener un precio artificial en 2017 habría significado un gasto adicional de más de 200 mil millones de pesos”, dijo Peña en enero de 2017.
Años después, López Obrador relató cómo se arruinó ese gran campo petrolero en la sonda de Campeche que llegó a producir 2 millones 400 mil barriles diarios. ¿Qué hicieron? Inyectaron nitrógeno a los pozos, los contaminaron, se explotó de manera irracional todo el yacimiento. ¿Saben cuánto produce hoy todo el campo de Cantarell, ese que en 2004 producía 2 millones 400 mil? Ahora, 80 mil barriles diarios. Lo agotaron completamente. Lo pudieron haber explotado de manera racional y todavía se tendría petróleo, pero no, el propósito era sacar todo lo que se podía”.
Lo cierto es que Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón tuvieron durante sus administraciones la más alta producción petrolera en la historia de México y petroprecios récord que dieron altos márgenes de ganancia.
De 2000 a 2012, el país obtuvo del crudo de Pemex, 7 billones 753 mil 200 millones de pesos. Sin embargo, la gran oportunidad que representó la captura de ese monto extraordinario se esfumó, debido al despilfarro, la falta de rendición de cuentas y la falta de una política energética integra, como el abandono de las seis refinerías y demás infraestructura que desde el Gobierno pasado se busca recuperar, a lo que se suma la Refinería de Dos Bocas y la de Deer Park que se compró en Texas.
-Con información de Daniela Barragán y Dulce Olvera