México

Medicina sin derechos

Denuncias de médicos por abusos llegan al Congreso. Una iniciativa busca ponerles fin

14/11/2022 - 8:00 pm

Desde meses atrás, incluso años, médicos residentes se han manifestado ante los malos tratos y el acoso de los que, alegan, han sido víctimas. Incluso existe una propuesta en la Cámara de Diputados para mejorar las condiciones laborales de este sector, misma que se encuentra a la espera de ser discutida.

Ciudad de México, 13 de noviembre (SinEmbargo).- Médicos pasantes y médicos en proceso de especialización, también conocidos como residentes, han denunciando de tiempos malos tratos y abusos por parte de sus superiores en los lugares en donde realizan sus respectivas especializaciones o servicios sociales, por lo que en incluso han salido a manifestarse en las calles por estas situaciones a las que se han visto expuestos.

Esta situación en palabras del Doctor Víctor Reyes, vicepresidente de la Asociación de Residentes del Hospital General de México, se explica porque ante la Ley no se encuentra debidamente establecido el papel del médico residente.

“Para ciertos momentos somos considerados como becarios, que no tiene derechos a todos sus privilegios o que en este curso de aprendizaje, tenemos que pasar por esos horarios complicados, más horas de trabajo, más trabajo como tal y con una remuneración menor, sin privilegios, tal vez como el de algún un médico ya contratado”, dijo el experto en entrevista para SinEmbargo.

“Somos un sector que en algunos momentos puede ser tomado como un médico becario, aún en preparación, y otras veces, completamente, con todas las de la Ley, un servidor público, entonces en este entredicho (…) y ahí es donde vemos ya disparidad, los horarios de trabajo, la carga de trabajo, la paga, la remuneración, y las prestaciones que puedan haber, porque hacemos el mismo trabajo, incluso a veces un poco más y no es a la par los beneficios”, añadió.

Las y los médicos exigen mayor seguridad en las regiones donde tienen que prestar sus servicios para poder titularse de sus respectivas carreras.
Las y los médicos exigen mayor seguridad en las regiones donde tienen que prestar sus servicios para poder titularse de sus respectivas carreras. Foto: Daniel Augusto, Cuartoscuro

Reyes explicó que muchas veces las situaciones de maltrato, abuso o acoso tienen lugar en el mismo sistema jerárquico del sistema de residencias.

“Conforme uno va avanzando de año, por lo general son de tres a cuatro años de especialidad, conforme vas avanzando en este rango tienes un poco más de privilegios o de libertades, de manera que entre nosotros incluso es el primer tipo de situación que genera vulnerabilidad”, comentó.

“Entre los que son de menor grado a veces puede haber malos tratos que por justo tener un grado mayor en cuanto a esa jerarquía de la que te hablo, se preste a que puedan ordenar cosas que hacen que el trabajo probablemente no sea equitativo, haya falta de respeto, haya algún tipo de acoso laboral, en el caso de algunas situaciones o escenarios sensibles, incluso también acoso sexual, y esto no para ahí, no para entre nosotros, sino también se permea al siguiente nivel, que es los médicos que ya están adscritos a algún hospital o alguna institución, tienden también a sobrecargar la mano de trabajo”, ahondó.

Por esta situación, médicos residentes se han manifestado en diversas ocasiones de manera pacífica ante los abusos de los que, afirman, han sido víctimas. Por ejemplo, el pasado 27 de julio, los especialistas de la salud en formación marcharon del Monumento a la Revolución al Zócalo de la Ciudad de México para exigir que las autoridades les garanticen que puedan realizar su servicio social sin riesgos.

Lo anterior, luego del homicidio del estudiante de medicina Eric Andrade Ramírez, el 15 de julio, mientras prestaba su servicio social en el Hospital Integral de El Salto, en Pueblo Nuevo, Durango. El joven de 24 años de edad fue ultimado con un arma de fuego mientras atendía a un paciente, de acuerdo con los primeros reportes del caso.

Por ello, y mediante mensajes escritos en pancartas, decenas de jóvenes recién licenciados en Medicina acusaron que son enviados a comunidades lejanas y peligrosas del país para completar su formación, pues aseguraron que las autoridades sanitarias mandan a los más jóvenes, los menos experimentados y los peor pagados a los lugares más peligrosos del país.

MEDICOS-PROTESTAN
El 13 de abril de 2020, personal médico del Hospital IMSS Los venados se manifestó por falta de condiciones e insumos para realizar su trabajo. Foto: Victoria Valtierra, Cuartoscuro.

Este reclamo se sumó a otros de los también conocidos como “médicos pasantes”, por ejemplo, Mónica Armas, que está terminando el servicio social y quien acudió a la manifestación en Ciudad de México, afirmó que no son casos aislados, ya que, muchos médicos pasantes “sufren algún tipo de violencia, acoso sexual, amenazas”, aseguró. “Y lo que pasa es que las autoridades no están asegurando que esto vaya a cambiar”, dijo.

Eva Pizzolato, miembro de la Asociación Mexicana de Médicos Pasantes en Servicio Social, también se quejó durante la protesta de los problemas del sistema actual, que, dijo, no beneficia a nadie.

“Todas las clínicas rurales del país están atendidas como mínimo por un médico pasante de servicio social, es decir, un médico que no está titulado, que no cuenta con supervisión de un médico formado totalmente y que no cuenta con los insumos y con los implementos necesarios para realizarlo”, denunció.

Los peligros son muchos y el miedo “constante”, agregó Pizzolato. “Llegan a sufrir muchas amenazas por el crimen organizado, llegan a ser acosados por ciertas personas, las mujeres se encuentran en mucho peligro porque han sido víctimas de violación, de acoso sexual, las persiguen”.

En este sentido, el Doctor Reyes comentó que entre los requisitos que un médico en preparación debe cumplir se encuentra un servicio social que dura un año, en el que el estudiante de medicina se “somete a riesgos como estar en poblaciones marginadas, con poca seguridad, que ya hemos visto, han sido presa incluso falta para algunos compañeros”.

Asimismo, aprovechó para aclarar que el médico residente no es un estudiante, sino “un médico que ya tuvo una preparación escolar pregrado, cuatro a cinco años, posteriormente tuvo un internado de pregrado, que es un año en un hospital, y ya tuvo un servicio social que valga mencionar, es el único tipo de servicio social en todas las especialidades que existen en México que dura un año”.

Médicos residentes del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, marcharon sobre la banqueta hacia Palacio Nacional. Foto: Facebook

El 9 de abril de 2019, médicos residentes del Hospital General, “Dr. Eduardo Liceaga”, de la Ciudad de México, se manifestaron a las afueras de Palacio Nacional, en protesta por su situación laboral, ya que desde febrero de ese mismo año alrededor de 900 especialistas dejaron de recibir su respectivo salario sin alguna justificación. Además, les suspendieron el pago de un bono que anualmente se les otorga.

Durante la protesta por la falta de pagos, los médicos también aprovecharon para denunciar la falta de insumos en sus centros de trabajo con los que deben realizar sus labores, falta de medicamentos y mejores condiciones laborales en sus respectivos centros de trabajo.

En palabras del Doctor Reyes, “el sistema de salud en México depende prácticamente de un buen porcentaje del médico residente, ya que en varios hospitales existen médicos que se están preparando para hacer una especialidad, o sea, médicos residentes, y que ellos son los que llevan una buena parte del trabajo en los hospitales”, pero el pago no siempre es justo por esta labor, afirmó.

“Es poca paga, son muchas horas de trabajo, es desplazarte de tu lugar de origen, tener que pagar renta, alimentación, hay gente que para ese momento incluso ya tiene familia y tienen que pensar en sostener una familia, por su puesto no puedes trabajar en otro sitio porque los preceptos de la residencia establecen que tienes que tener disponibilidad completa de horario, que se traduce de manera muy conveniente para algunos lugares como que nosotros estemos todo el día y toda lo noche ahí”, detalló.

PROPUESTA DE LA DIPUTADA

El pasado 25 de octubre de 2022, la Diputada del Partido del Trabajo (PT) Mary Carmen Bernal Martínez lanzó una iniciativa para reformar el Artículo 35 de la la Ley General de Salud, con el propósito de que las jornadas correspondientes a las guardias de pregrado y las residencias de especialización no se extiendan más horas de las establecidas en la norma oficial mexicana “NOM-001-SSA3-2012, Educación en Salud”, que es de entre ocho y 12 horas, debido a que el sobrepasar estas jornadas no sólo es excesivo e inhumano, sino también peligroso para los médicos, que ponen en riesgo su propia salud, tanto física como mental, y que además no son remuneradas económicamente de manera justa.

“Lo anterior en razón de que el trabajo continuo por más de 12, 24 o 36 horas, tiene graves problemas en la salud de los residentes, tanto física como mentalmente, lo que incluye la falta de concentración, somnolencia, fatiga y bajo rendimiento, por lo que, en caso de persistir pueden originar confusiones, irritabilidad, ansiedad, problemas cardiacos, síndromes cerebrales, entre otras, llegando incluso a padecer del síndrome de Burnout (estrés crónico de los trabajadores de la salud)”, se indica en la propuesta de la legisladora petista.

“Somos médicos, no dioses”. Foto: Cuartoscuro.

La propuesta, que se encuentra en comisiones a la espera de ser discutida, argumenta que aunque “los médicos residentes deben cumplir solamente las guardias previstas en el programa operativo correspondiente”, muchas veces estos no se cumplen y la orden de que los especialistas laboren más horas de las establecidas es determinada por otras autoridades dentro de la misma institución de salud en la que se encuentran de residentes, y donde muchas veces no se cuenta con “áreas de descanso, ni regaderas”, para el uso de los médicos en busca de una especialización.

Por ello, Bernal Martínez propuso adicionar un párrafo tercero al artículo 95 de la Ley General de Salud, en el que se establezca que “Las guardias realizadas durante el internado de pregrado y de las residencias de especialización no deberán tener una jornada mayor a la permitida por la ley, salvo que el servicio así lo requiera; tampoco deberán ser inhumanas, excesivas o peligrosas, serán remuneradas y gozarán de las demás prestaciones de ley”.

CASOS DE ABUSO

El 28 de octubre de 2021, se dio a conocer que el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) sancionó con baja definitiva a cinco médicos luego de ser señalados como agresores en “novatadas” , en tiempos diferentes, a médicos residentes de la especialidad en ortopedia y cirugía articular del Hospital Regional Tlalnepantla.

Además, 17 médicos más fueron suspendidos temporalmente y con descuento en el pago por concepto de beca por ser involucrados en los hechos.

Por medio del Comité de Enseñanza e Investigación en Salud se acordó que en caso de volver a incurrir en alguna falta académica, asistencial, de indisciplina, daño a la imagen del ISSEMyM o uso de insumos y material para actividades no académicas, podrán causar baja definitiva de su residencia médica en el Instituto.

“El ISSEMyM está comprometido con la población derechohabiente, privilegiando y garantizando en todo momento el acceso al derecho a la salud, así como un trato digno, cordial y afable en los servicios médicos que presta”, detalló el Instituto en un comunicado.

Médicos de Cancún protestan en rechazo al sistema nacional de salud. Foto: Cuartoscuro

De acuerdo con el periódico Reforma, los residentes de ortopedia expusieron que sufrieron abuso durante su ingreso en marzo de 2020 en dicho hospital que fue habilitado como centro COVID-19. También narraron que sufrieron golpes y maltrato para poder pertenecer al grupo y evitar comentarios de bullying por parte de los compañeros.

Uno de los testimonios recopilados por Reforma daba cuenta de una de las formas de la novatada llamada “El Chocorrol”, debido a que consistía en soportar patadas y golpes mientras estaban envueltos en una colchoneta. Otro más expuso que eran amarrados a las sillas o camillas con vendas y les aventaban unas tijeras para que pudiera desatarse por su cuenta. Mientras estaban atados, regularmente era ahorcados o las mujeres sufrían acoso sexual.

En Abril de 2020, un reportaje del portal VICE recogió varios testimonios del personal de salud que habían sido víctima de varios tipos de maltratos, entre los que se encontraban jornadas laborales que podían llegar a las 36 horas continuas, hostigamientos constantes e incluso abuso sexual.

Además, se indicó que durante el inicio de la pandemia por COVID-19, los médicos residentes fueron el sector más afectado, ya que no sólo experimentaron un aumento en la cantidad de trabajo, más del que ya tenían, ya que de acuerdo con denuncias hechas en redes sociales sufrieron de falta de equipo de protección, como cubrebocas, lo que puso en riesgo su salud ante la llegada del nuevo coronavirus.

Médicos del Hospital General protestaron en 2019 en el zócalo para exigirle a las autoridades federales un aumento salarial y mejoras laborales. Foto: Armando Monroy, Cuartoscuro.

Una nota publicada por SinEmbargo el 3 de noviembre de 2019, firmada por la reportera Dulce Olvera, evidencio que en el Centro Médico Nacional “Siglo XXI”, ubicado en la Ciudad de México, se tiene registro de al menos 10 casos de acoso laboral y violencia docente entre los 710 médicos residentes de especialidades, incluyendo dos casos de intento de suicidio en Urología y Psiquiatría.

El Doctor Reyes comentó que aunque cada institución cuenta con sus respectivos canales para que se denuncien este tipo de situaciones, que pueden ocurrir en instituciones tanto públicas como privadas, si hay diferencia en el trato que se le da en una hospital público en comparación con uno privado.

“La respuesta de un hospital privado probablemente es mucho más enérgica o más llamativa que en un hospital público en donde incluso se podría, mal hecho, pero se podría desestimar”, dijo. “No es lo mismo aquel residente de Guadalajara que sufre acoso, que aquel que sufre acoso en el Hospital Ángeles”, puntualizó.

“Sí hay una marcada diferencia, [entre hospitales públicos y privados] por eso, por la cantidad de trabajo que hay, y en cuanto a intensidad, a veces creo que los residentes que están adscritos a un hospital privado, tienen todavía más claro que no quieren, o a veces una de las razones importantes para elegir esos hospitales, es que no quieren sufrir ese tipo de maltrato o acoso en un hospital público”, reconoció.

Por ello, consideró que para que la situación de los médicos residentes de cualquier institución de salud mejore es necesario “que el médico residente debe de dejar de ser un estudiante o una mano de obra barata”.

“Vale la pena hacer el esfuerzo para reevaluar la condición tanto legal como laboral de un médico residente, en cuanto a la responsabilidad legal frente a un paciente y todos estos escenarios que pueden incurrir, ahí sí tenemos todo el peso de la ley y nos pueden castigar, incluso encarcelar, pero lo que son los privilegios, o beneficios, o prestaciones, no tenemos ni la mitad de los que tendría alguien que sí ya está asalariado, entonces creo que ese es el punto medular del problema del residente”, agregó el doctor Reyes.

“Yo creo que vale la pena evaluar completamente el sistemas de residencias en México, con la idea de darle el peso que tiene y no desestimar los esfuerzos que hace un médico ya titulado para especializarse, y que pueda tener los privilegios como cualquier otro trabajador, porque desempeña una actividad, sino igual, a veces muchas veces hasta más importante en cuanto a carga de responsabilidades que una persona que ya está adscrita propiamente a ese servicio. Es una brecha o un hoyo en el que hemos caído a partir de ese decreto presidencial que nos obligaba a hacer y a seguir haciendo un servicio social más extenso, más extenuante, más riesgoso, menos remunerado, que cualquier otra especialidad, y eso permea a las especialidades en México”, concluyó.

Nora Nancy Gaspar Resendiz
Comunicóloga por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Busca ejercer un periodismo libre, crítico y con responsabilidad social. Actualmente es parte de la Unidad de Investigación y Multimedia de SinEmbargo.
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