La paciencia amorosa de la hiena

14/11/2013 - 12:01 am

Las hienas son prueba viva de que las cosas no siempre son lo que parecen. Si crees que ríen tal vez lloran. Emiten una docena de sonidos en códigos inesperados. El órgano sexual de la hiena hembra tiene forma de pene. Por él también orina y da a luz. Se lo remanga para ser penetrada por el macho que tiene algo similar pero más pequeño. Su inmunidad es altísima y come de todo. Digiere muy bien los huesos y por eso caga blanco. En contra de lo que comúnmente se cree son más cazadoras que carroñeras. La organización social de las manadas es compleja y desde muy pronto hembras y machos son entrenados por su madre en las artes de la paciencia amorosa. Voces, olores y lenguas son sus órganos sexuales más usados. Las hienas tienen, algunas veces, mucho que enseñarle a los humanos.

Por Alberto Ruy-Sánchez.

Alberto Ruy-Sánchez
Escritor y editor. Hizo estudios de literatura y lenguajes sociales con Roland Barthes y de filosofía política con Jacques Rancière, Michel Foucault y Gilles Deleuze. Ha publicado más de 26 libros de narrativa, ensayo y poesía, entre los cuales las cinco novelas experimentales donde investigó y narró, una larga búsqueda del deseo: Quinteto de Mogador. Codirige con Margarita De Orellana desde 1988 el proyecto editorial independiente Artes de México. En el libro editado por Ricardo Raphael, El México indignado, explica su militancia por la poesía como socialmente urgente e indispensable para entrar en contacto con la realidad, más profundamente, con más libertad e imaginación. Foto de @Nina Subin.
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas