El Zócalo es nuestro

14/10/2013 - 12:00 am

Para empezar… ¿sabía usted que desde hace un mes nadie podía pasar por el Zócalo sin que tenga que explicar quién es, a dónde va y cuál es la naturaleza recóndita de sus intenciones? ¿Tenía usted claro que dejó de ser espacio público para convertirse en la fortificación y monumento a la desmesura de nuestras autoridades? ¿Lo sabía o es ésta clase de ciudadano?

Pues sí. De manera silenciosa pero sistemática perdemos la ciudad. Nos la están quitando. La fórmula es generar miedo, mantener la tensión y atizar un ambiente de confrontación. Eso pasa cuando la mentalidad policiaca está a cargo de la gestión de una metrópoli, vía un procurador vestido de civil. Es lo único que sabe hacer: generar condiciones para que nos sintamos vulnerables y nos convenzamos de que necesitamos un régimen policiaco, con menos cultura y más operativos. Su lógica es…

La buena noticia es que mediante un cerco de libros en el Zócalo, se logró presionar lo necesario para volver a recuperarlo como un espacio libre y de los ciudadanos. Tanto mejor si es para llevar acabo la FIL. Y es que desde el 13 de Septiembre la Policía Federal y el Gobierno de la Ciudad lo habían rodeado de vayas metálicas tras el desalojo de los maestros de la CNTE, generando un despliegue de seguridad que lo volvió intransitable. Luego se justificó la ocupación con el pretexto de utilizar el espacio como centro de acopio para las personas afectadas por Ingrid y Manuel. Mancera dejó de ser ese sonriente funcionario de bajo perfil que trataba de quedar bien con todos…

En diciembre cumplimos un año de poner en marcha las detenciones arbitrarias en las manifestaciones donde hay confrontación. La pagan propios y extraños. La pagan paseantes y periodistas de medios libres. La pagan quienes protestan de forma pacífica. La pagamos todos.

Hay quienes por eso quieren influir para que Mancera se suavice. Le han querido recordar la importancia de que la izquierda -así sea ésta versión tan derechizada- gobierne en la capital. Susurrando consejos a los oídos del príncipe lo conminan a que se vuelva un benévolo gobernante. A pesar de sus buenas intenciones, el resultado es hasta ahora el mismo…

Por eso, éstas palabras no están dirigidas a Mancera. Le hablo a la ciudadanía que sabe lo que ha costado tener un piso mínimo de libertades en ésta ciudad. Me dirijo a quienes no queremos vivir en el miedo de transitar por un centro histórico repleto de filas de granaderos en las tiendas. Yo interpelo a los jóvenes a quienes les parece absurdo que vestirse de negro los convierta en sospechosos. Quiero que sepan que por las duras condiciones que vivimos, éste sexenio tal vez no sea de victorias, sino de resistencia y custodia de lo ganado. Y para eso hay que actuar como si ya tuviésemos libertad de manifestación plena, porque los derechos existen cuando se ejercen, no solo por el hecho de versar códigos con grandilocuencia. Hay que salir a las calles, hay que retomar nuestros espacios y no permitir que se los reserve éste ogro filantrópico de tres colores. No concedamos lo que es nuestro.

Que no se quede con el Zócalo el testarudo gigante egoísta. Que no se asiente el invierno en el jardín.

[youtube xYPMzG81Y2I]

@CesarAlanRuiz

César Alan Ruiz Galicia
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas