Casi dos tercios de los mexicanos, el 65 por ciento, expresan una opinión negativa de los Estados Unidos: más del doble que hace dos años cuando fue de 29 por ciento, de acuerdo con un nuevo informe publicado hoy por el Centro de Investigaciones Pew Research Center, un think tank con sede en Washington.
En el tema del muro, la encuesta del Pew señaló que un abrumador 94 por ciento de los mexicanos se opone al muro fronterizo propuesto por Trump y sólo el 5 por ciento confía en que hará lo correcto respecto a asuntos internacionales, el índice más bajo de Trump entre 37 países encuestados en 2017.
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Ciudad de México, 14 de septiembre (SinEmbargo).- El rechazo de los mexicanos hacia Donald Trump y Estados Unidos alcanza su nivel más alto en quince años –es decir, desde que se tiene registro–, de acuerdo con una encuesta publicada hoy por el Centro de Investigaciones Pew Research Center, un think tank con sede en Washington.
Casi dos tercios de los mexicanos, el 65 por ciento, repudia a los Estados Unidos: más del doble que hace dos años cuando fue de 29 por ciento.
Las opiniones de los mexicanos respecto a la relación económica con el vecino país del norte también se están deteriorando, aunque no tan drásticamente: el 55 por ciento ahora dice que los lazos económicos entre México y Estados Unidos son buenos para su país, lo que representa una disminución con respecto al 70 por ciento de 2013.
De acuerdo con el análisis del Pew, este desgaste del beneplácito de México con respecto a los Estados Unidos coincide con el bajo nivel de aprobación del Presidente estadounidense Donald Trump y una de sus políticas emblemáticas.
RECHAZO AL MURO
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó hoy la necesidad de contar con un muro de separación con México, a su llegada a Ft. Myers, en la costa suroeste de Florida, para examinar los daños causados por el huracán “Irma” y la respuesta de las autoridades.
“Tenemos que tener un muro”, sin “un muro no hacemos nada”, dijo Trump a su llegada a Ft. Myers, donde fue recibido en el aeropuerto por el Gobernador de Florida, Rick Scott, y el Senador republicano por este mismo estado Marco Rubio, entre otras autoridades.
“Es muy importante el muro. Tenemos que asegurarnos que no se pongan obstáculos a la construcción del muro, porque sin el muro no se puede hacer nada”, subrayó.
En el tema del muro, la encuesta de Pew señaló que un abrumador 94 por ciento de los mexicanos se opone al muro fronterizo propuesto por Trump y sólo el 5 por ciento confía en que hará lo correcto respecto a asuntos internacionales, el índice más bajo de Trump entre 37 países encuestados en 2017.
El índice más bajo del Presidente Barack Obama en México fue del 38 por ciento en 2011.
A pesar del giro negativo en las actitudes de los mexicanos respecto a Estados Unidos, la porción que cree que los mexicanos que se mudan a Estados Unidos tienen un mejor nivel del vida aumentó 7 puntos porcentuales desde 2015, con lo que alcanzó un nivel visto por última vez en 2012.
Un tercio de los mexicanos dicen que se irían a vivir a Estados Unidos si tuvieran la oportunidad, una cifra que se ha mantenido relativamente estable desde que Pew Research Center comenzó las mediciones en 2009.
Sin embargo, un número menor de mexicanos expresó su disposición a vivir y trabajar en Estados Unidos sin autorización en comparación con 2015 cuando sólo el 13 por ciento dijo que lo haría, lo que representa una caída con respecto al 20 por ciento de hace dos años.
La encuesta del Pew Research Center se realizó entre mil mexicanos del 2 de marzo al 10 de abril de 2017.
EL FIN DE DACA
El 5 de septiembre el Gobierno de Trump anunció su decisión de acabar con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y dar al Congreso un plazo de seis meses para buscar una alternativa, tras lo cual la suspensión se hará efectiva.
DACA fue promulgado en 2012 por el entonces Presidente Barack Obama y gracias a él unos 800 mil jóvenes indocumentados, de los cuales 618 mil son mexicanos, han podido frenar su expulsión de ese país, obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir.
El anuncio de Trump desató protestas en Estados Unidos y en México, decenas de personas protestaron afuera de la embajada de ese país en la Ciudad de México.
Gustavo Labariega, quien fue deportado por las autoridades estadounidenses después de vivir 18 años en el estado de Washington, lamentó la cancelación del programa.
“Son personas de bien” que fueron llevadas a Estados Unidos por sus padres desde niños, y “no son asesinos, les truncan de la noche a la mañana su carrera y su futuro”, afirmó a la agencia de noticias EFE.
Muchos “no conocen México” y “si los deportan, va a ser un caos total”, dijo Labariega, de 43 años, quien aseguró que “el Gobierno (mexicano) no está preparado para recibir a los ‘dreamers’ (soñadores) ni para recibir a los deportados”.
Señaló que sus cuatro hijas, quienes se quedaron en Estados Unidos, no tienen problemas porque “son ciudadanas americanas”, pero a los hijos de sus amigos sí les afecta.
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Labariega, miembro del colectivo Deportados Unidos en la Lucha, confió en que “el Congreso reaccione y se dé cuente de la basura que tienen como presidente y eso les ablande el corazón” y den marcha atrás a la eliminación del programa.
En tanto, Eleazar Hernández, de 47 años e integrante de la misma organización, dijo a Efe que sus dos hijas sí se verán afectadas por la medida anunciada hoy el Gobierno de Donald Trump y “están muy preocupadas”.
Contó que se las llevó a Estados Unidos, de donde fue deportado en 2015 luego de 15 años de residir en ese país, para que tuvieran “una vida mejor”.
Sobre las medidas anunciadas hoy por la Cancillería mexicana para apoyar a los soñadores, indicó que su país “es muy bonito”, pero “el Gobierno habla mucho” y “no hace nada, es pura mentira”.
El Gobierno “dice a todos los deportados: México los recibe con los brazos abiertos, pero si tú vas al aeropuerto, ves a los deportados llegar, no hay nadie del Gobierno federal”, apuntó Hernández, quien también expresó su confianza en que “el Congreso se toque el corazón”.
El Gobierno mexicano lamentó “profundamente” la suspensión y anunció una serie de medidas para apoyar a los soñadores, entre ellas la creación de una bolsa especial de trabajo, un programa de crédito y becas para estudiar en México y en otras naciones.