Ciudad de México, 14 de septiembre (SinEmbargo).– Hace 10 años fue la última derrota de Rafael Nadal en Copa Davis cuando enfrentó a Novak Djokovic. El de Mallorca representa la bravura de un país entregado a su figura. España goza de una salud deportiva estable con varios frentes exitosos. El tenis está representado por una camada que lidera Nadal con números que lo llevaran a ser considerado como uno de los mejores de la historia. Olvidado un poco la anatomía individual del deporte, se une a la filosofía de equipo después de haber conseguido el Abierto de los Estados Unidos.
La seriedad de un atleta como Nadal es ejemplar. Recién aterrizado procedente de Nueva York, se negó a aceptar un avión privado que le ofrecieron para llegar a Madrid. “El país no está como para darse ese lujo”, declaró. En un avión comercial llegó a España para ponerse al servicio del nacionalismo que impregna al deporte blanco con la Copa Davis. Calentó, salió como de prisa como siempre y se dispuso a enfrentar a Ucrania. En un estadio semivacío, el balear siguió de frente con lo planeado.
Con la victoria de Verdasco, el segundo duelo le puso enfrente a Stakhovsky. España puso muy a su favor la serie con un Nadal espléndido, con el mismo empuje visto la semana pasada en tierras estadounidenses. Su nivel superlativo continuó con un espectacular 6-0, 6-0 y 6-4. Veloz y dinámico como si hubiese jugado en el mismo suelo tres días atrás, sin un viaje trasatlántico de por medio, goza de la segunda victoria en el enfrentamiento a la espera de un nuevo triunfo que defina oficialmente el duelo.
La intromisión de Nadal le da un salto de calidad a la delegación ibérica que de por sí ya parte como favorita. El ucraniano que pudo derrotar a Federer en Wimbledon, fue borrado de la cancha por el que apunta terminar en el primer puesto del ranking que hasta ahora domina el serbio Novak Djokovic. Después de siete meses alejado por dolores intensos en sus rodillas, el regreso desde febrero es una de las historias más emblemáticas para contar este año. Sorprendidos todos los que lo siguen, Rafa sigue ganando sin parar.
Tres derrotas en 2013 es el récord impuesto por un hombre de 27 años que ha pedido mesura. “La serie está encaminada, pero todavía no está hecho”. La seriedad de sus formas es uno de las virtudes más notorias. El rendimiento físico parece no haber sufrido el alejamiento de las pistas. La dinámica de partidos seguidos le favorece. Nadal prefiere mantener el ritmo en vez de un descanso amplio, le cuesta regresar después del enfriamiento. Su ayuda significa mucho para el deporte español que difícilmente aceptaría un revés en materia deportiva.
España juega ante Ucrania por la permanencia en el grupo mundial del próximo año. Con dos victorias consumadas, parece que la camada de una buena generación seguirá vigente en 2014. En la arcilla de la Caja madrileña, Nadal se deja envolver en su hábitat natural. La superficie que le dio la grandeza de su carrera, sirve para que un país pueda permanecer en la élite tenística. Con un doble 6-0, el de Mallorca no afloja. Sin importar competencia, el número 1 del mundo es su única meta.
