Porque el Verde no puso en riesgo la democracia, y sus múltiples y reiteradas violaciones a la ley no le redituaron en más votos o más dinero, siete de once Consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) decidieron que el Verde no debía perder el registro (Anótelos, no se nos vayan a olvidar: Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Benito Nacif, Marco Baños, Adriana Favela, Beatriz Galindo y Enrique Andrade). Los argumentos son sensacionales, por insostenibles.
¿Qué hay que entender por poner en riesgo la democracia: la destrucción de las instituciones del país o la búsqueda deliberada de alterar la voluntad ciudadana? Efectivamente el Verde no acabó con las instituciones (para eso están los Consejeros que lo hacen mucho mejor) pero su actitud de reto y violación sistemática de las normas no buscaba otra cosa que alterar la voluntad ciudadana través de la compra de votos por mecanismos prohibidos por la ley. Está claro que no se trató de un golpe de Estado, ni de un atentado terrorista pero, si violar sistemáticamente la ley no es poner en riesgo la democracia, lo demás es lo de menos.
El más absurdo e increíble de los argumentos es que, como finalmente el resultado de las trampas le beneficiaron ni en votos ni en dinero, El Verde lo que merece no es castigo sino la compasión de los Consejeros (y supongo que la de todos los mexicanos). Si un futbolista comete faltas reiteradas pero de todos modos va perdiendo el partido, ¿hay que perdonarle la expulsión?; Si un secuestrador no logra cobrar el rescate, ¿hay que condonarle la pena de prisión porque no le salió bien el delito?; si un ladrón no alcanza a gastarse el dinero del robo, ¿podemos presumir que no hay delito porque nunca se benefició de lo robado? Al parecer estamos ante algo verdaderamente novedoso: de acuerdo con el criterio de los siete Consejeros del INE la estupidez es atenuante en la comisión de delitos, basta con demostrarla, como lo hizo el Verde.
La sentencia del INE es un pésimo precedente para la democracia Mexicana; no importa qué cambios se hagan en la legislación, no importa lo que se decida en las Cámaras de diputados y senadores, a fin de cuentas lo importante es tener a los consejeros de tu lado. Pero sobre todo pone una gran interrogante de cara a la elección presidencial del 2018: los Consejeros recorrieron los límites de lo permitido hacia la ilegalidad y sentaron un precedente que hará muy difícil el control de los gastos en la elección para Presidente de la República.
Nuestra democracia está muy verde, es cierto, y por momentos da la impresión de que se pudrió verde.
