Si bien no hay tratamientos que garanticen la cura del cáncer, actualmente existen procedimientos capaces de mejorar la calidad de vida de los pacientes y aumentar la expectativa de sobrevivir con terapias efectivas.
Santiago de Chile, 14 de junio (EFE).- Científicos chilenos buscan a través de la oncología molecular atenuar los efectos del cáncer a la próstata, enfermedad que en Chile se cobra alrededor de 2 mil vidas al año y constituye la segunda causa de muerte por cáncer en la población masculina del país.
El doctor Ramón Gutiérrez, presidente de la Sociedad Chilena de Inmunoterapia de Células Dendríticas y Exosomas (Sochidex), indicó que en las últimas dos décadas se han duplicado los pacientes con cáncer de próstata.
Se trata, explicó, de uno de los tumores malignos que más muertes provoca, y la oncología molecular ha desarrollado distintos protocolos para detener o retrasar el crecimiento de células cancerosas.
"En especial su variante biológica que eleva el nivel de precisión terapéutica, reduciendo reacciones adversas e impidiendo que células tumorales se ramifiquen a otras partes del cuerpo, ayudando así al sistema inmune para que se defienda contra diseminación o reapariciones del cáncer", enfatizó Gutiérrez.
El galeno precisó que si bien no hay tratamientos que garanticen la cura del cáncer, actualmente existen procedimientos capaces de mejorar la calidad de vida de los pacientes y aumentar la expectativa de sobrevida de estos con terapias efectivas, probadas y de calidad en el marco de la denominada 'enfermedad controlada'.
Gutiérrez explicó que en la actualidad la principal área de investigación en oncología molecular a nivel mundial la constituye la inmunoterapia, con un 70 por ciento de las investigaciones.
De hecho, por sus buenos resultados es el cuarto pilar terapéutico contra enfermedades oncológicas junto con la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia.
"La inmunoterapia farmacológica ha logrado identificar dianas o moléculas especificas dónde actuar; por su parte, la inmunoterapia biológica, cuando se dispone de la biopsia del paciente, alcanza altísimos niveles de precisión con buena tolerancia, con mínimas reacciones adversas, de baja intensidad", comentó el especialista.
Recalcó que la etapa del cáncer resulta ser uno de los factores principales para poder seleccionar qué tipo de tratamiento se realizará.
A pesar de ello, existen otros factores como la edad del paciente, su salud en general o la expectativa de vida, entre otros.
"Uno de los factores principales a considerar es el riesgo de que el cáncer regrese (recurrencia) después del tratamiento inicial", advirtió el doctor José Carlos Castillo, director de ReCell.
En este sentido, Castillo explicó que el cuerpo humano tiene una función de inmunovigilancia, encargada de eliminar células con transformaciones potencialmente malignas, pero como el cáncer es una enfermedad evolutiva el cuerpo va desarrollando mecanismos para evadir dichos sistemas de defensa.
Aseguró el especialista que con cada tratamiento oncológico tradicional (quimioterapia o radioterapia) pueden morir células cancerígenas, aunque también (en el cuerpo) se están seleccionando grupos celulares resistentes que intentan continuar con la enfermedad.
Francisco Gutiérrez, director de I+D en Biogénica, explicó que la inmunoterapia biológica no ataca los tejidos sanos del cuerpo y como desarrolla memoria inmunológica es capaz de seguir actuando contra el tumor, lo que permite prolongar las expectativas de vida del paciente.
"También permite disminuir hasta un 70 por ciento la reaparición del tumor, potenciar en hasta un 40 por ciento los resultados de los tratamientos tradicionales y, en pacientes con cáncer avanzado, puede incluso ser la única opción de tratamiento, llegando a aumentar su sobrevida en hasta un 325 por ciento", aseguró.
Nuevos descubrimientos de oncología molecular han permitido avances en el desarrollo de la medicina personalizada, y también las combinaciones de nuevos fármacos con modernos protocolos de agentes inmunoterápicos.
Esto representa otra moderna estrategia terapéutica en el cáncer de próstata avanzado, donde los antiguos 12 meses de sobrevida han podido aumentar hasta los 36 meses, con una mejor calidad de vida, subrayó el doctor Gutiérrez.