Los tentáculos del pulpo

14/03/2015 - 12:00 am

Edgardo Buscaglia tiene renombre por lo acertado de sus apreciaciones y predicciones en temas de seguridad. Pese a su larga experiencia como consultor de varios países, declara que no se había topado con un caso como el mexicano, en el que la sociedad no ha podido detener la corrupción.

En otros países de América Latina ya se hubiera visto un rechazo multitudinario y contundente contra el gobierno asfixiador del pueblo, como es el caso de México, pero aquí el rechazo no produce resultados. O sea: no pasa nada. ¿Por qué? Comencemos por anotar que México está entre los 5 países en donde es más barato hacer negocios ilícitos… es decir, donde es más barato corromper.

Hemos llegado a este extremo luego de abrir una inmensa brecha entre los que más y los que menos tienen. La clase alta sigue acumulando, la clase media cae y en el fondo no hay ni para comer. Ante SinEmbargo, el Dr. Buscaglia manifestó que la explicación puede encontrarse en que la sociedad civil ejerce una oposición que constantemente cede ante el dinero del gobierno.

En estricto rigor no puede hablarse de un estado fallido porque hay instituciones; pero “están más desprestigiadas que el Chapo Guzmán”, afirma el académico. En este contexto se dan hechos tan repudiados, tan impuestos y tan surrealistas como el trato que se dio al Ex Presidente del PRI capitalino, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre. Y de esos ejemplos hay varios.

Medina Mora ya es Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (tendrá que ver todos los días al subir y bajar las escaleras, los murales de en los que Rafael Cauduro plasmó “La Historia de la Injusticia en México”); la Casa Blanca se queda como está, y los reporteros del equipo de Carmen Aristegui son separados de sus funciones por MVS, argumentando “pérdida de confianza”. La Ley Mordaza en acción: callar a los medios que investigan para que no digan lo que saben.

Los actos represivos o corruptores del gobierno son del dominio público, pero siguen sucediendo. La explicación que ofrece Buscaglia es que en México sigue pasando todo esto porque el gobierno soborna incluso a la sociedad civil; en otras palabras, “compra” a la masa crítica. Y cuando surgen voces que no se dejan comprar, voces con resonancia incómoda, el gobierno echa mano de la moneda que sea necesaria.

Un ejemplo útil y sorprendente fue el hecho de que el Papa Francisco ofreciera una declaración pública conciliadora afirmando que es exagerado culpar al gobierno por la muerte de los 43 normalistas de Ayotzinapa; que esas cosas tienen múltiples causas, no sólo una. Pro el principio de justicia se aplica desde la primera muerte, y para impartirla no se buscan atenuantes. Así que, en este caso, la suspicacia sugiere que el pontífice fue orillado a emitir esa declaración conciliatoria para suavizar la irritación que provocó al utilizar el término “mexicanización” para aludir a la violencia social sin control.

Noam Chomsky piensa que hay esperanza para los países de América Latina, porque poco a poco se va lejos y llevan buen rumbo. Quisiera creerle más a Chomsky que a Buscaglia pero no puedo porque se me aparece, gigante, una pregunta que duele: ¿Hasta dónde van a llegar los tentáculos del pulpo que nos controla, a veces a balazos, a veces con mentiras, con ilusiones a futuro o comprándonos la voz? Hasta donde nos dejemos. De esto no hay duda. Y para tomar acción recordemos que no basta con juntar más firmas. Se trata de ser más firmes.

en Sinembargo al Aire

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